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Llegamos a Mexico a la hora de almuerzo, todos estan hablando de lo que quieren hacer, pero aun nadie se pone de acuerdo.

¿Y si mejor vamos a dejar las cosas a la casa? - sugiere Charles - luego nos ponemos de acuerdo.

¿De quien se supone que es la casa? - pregunta Scott.

Nos la prestó Sergio Perez - aclara Daniel.

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¡Hiciste trampa! - exclama Daniel, que esta jugando con Scott a las cartas.

¿Tienes pruebas? - pregunta Scott alzando una ceja.

No... - murmura Daniel.

Entonces te callas - Scott dice con una sonrisa sarcástica.

Parecen dos niños pequeños, déjense de peliar y comportence como los adultos que son - interviene Lando.

Mira quien lo dice, el que se la pasa todo el día jugando en el computador - se burla Pierre.

¡Uhhhh! - exclamo.

Cuando llegamos a la casa los chicos decidieron jugar a las cartas, pero después de un rato nos aburrimos, así que ahora los únicos que juegan son Daniel y Scott, mientras que los demás están en sus teléfonos.

¡Joder! ¡Está si que es una delicia culinaria! - grita Carlos desde la cocina, llamando la atención de todos.

¿Ya terminaste de quemar las cocina? - se burla Lando.

Para tu información me han dicho que soy un muy buen chef - se defiende Carlos.

Tu mamá no cuenta - dice Daniel haciéndonos reír.

Sigan así y se quedan sin almuerzo - advierte Carlos apuntandonos con una cuchara de madera.

Mi mirada se dirije a Scott que esta tratando de escabullirse a la cocina pero Carlos se da cuenta antes que llegue a la puerta.

¡Alto ahí vaquero! ¿A donde crees que vas? - pregunta.

A la cocina, mi estomago no se alimenta solo - explica Scott.

¿No piensas esperarnos? - interrumpe Max, dejando por fin su teléfono.

Desde que llegamos Max ha estado usando sólo su teléfono, no ha hablado casi nada.

No... - murmura Scott.

Ya déjenlo en paz - lo defiendo - además yo también muero de hambre.

¡El primero y último del abecedario pone la mesa! - grita Lando.

¿Como? - pregunta Scott sin entender.

Que Alison y Max ponen la mesa - explica Norris.

Pero si la "M" no es la última - se queja Max

Pero Verstappen si - le corrige Lando con una sonrisa inocente que no se la cree ni él.

¿Donde están las cosas? - interrumpo la pequeña disputa.

En el tercer cajón a la derecha - dice Carlos.

Max y yo nos dirigimos a la cocina siguiendo las indicaciones anteriores.

Aquí solo están los cubiertos - se queja Max.

Me acerco a él y efectivamente no hay nada más que eso.

Tal vez están en otros cajones - digo.

Tu busca los vasos y yo los platos.

Empezamos a abrir cajones hasta que encontré los vasos, pero estaban muy alto, "desventajas de ser baja" pensé.

Me puse de puntillas para intentar alcanzarlos pero sentí un leve aroma masculino detrás de mi, veo como saca los vasos y soy incapaz de pasar desapercibida lo cerca que está Max de mi.

Me hubieras dicho que eras enana - se burla en mi oído causando un leve escalofrío en mi.

"Debe ser que pasó una corriente de aire" pienso.

No es mi culpa que seas un poste andante - me defiendo dándome la vuelta para encararlo.

Tampoco es mi culpa que tengas el tamaño de una hormiga - dice dando un paso hacia atrás.

Ahí es cuando me doy cuenta de lo cerca que estábamos.

¡Me voy a desnutrir aquí esperando! - se escucha el grito de Scott.

Empezamos a ordenar la mesa ya que al parecer los chicos ya se estaban desesperando...

Nota de la autora: Doble actualización por la demora...
Gracias por leer ❤️

Diferentes pero Iguales (Max Verstappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora