Capitulo 9
Dudas
La cabeza me daba vueltas, mi cuerpo estaba completamente cansado. La dulce brisa fría del atardecer me animo a abrir los ojos, ya no nos encontrábamos dentro del bosque rojo. Era un bosque normal de hermosas hojas de color verde, además nos envolvía las deliciosas fragancias de las flores de campo, al ver tan bella vista me hizo suspirar de alivio.
Ligeramente me moví, alarmando a la persona que me sostenía entre sus brazos.
-Por fin despiertas, me estaba preocupando-. Dijo el "viejo" Ira, quien me sostenía dulcemente en sus firmes brazos.
-¿Qué paso?-. Le pregunte algo avergonzada, mi voz era apenas un susurro.
-¿En realidad quieres saberlo?-. Interrumpió Rex, su voz sonaba angustiado y llena de decepción.
-Quiero saberlo-. Respondí con determinación, sabia que había ocurrido algo grave, las expresiones de mis acompañantes nos describía nada bueno.
La brisa se hacia cada vez mas fría a medida que la noche caía sobre nosotros, la respiración del bosque se escuchaba mientras la brisa jugaba entre los arboles. El olor a humedad invadía mis pulmones pero producía en mí una sensación muy tranquilizadora. El tiempo pasaba ferozmente mientras el "viejo" Ira narraba fríamente lo que había ocurrido. El secuestro, la persecución del árbol, la cruel matanza de los Peikkos y finalmente la lucha contra Mies Väärä, y peor aun su preocupación tras mi sueño de 2 días.
Todos esos sucesos me dejaron perpleja, aun más el hecho de haber luchado contra el "Falso" y que haya sobrevivido. Por unos momentos di mi atención a la gabardina que cubría mi desnudez, se me hacia terriblemente familiar y peor aun era la sensación que me producía aquella prenda.
Miedo y paz. ¿Quién podría sentir dos emociones contradictorias solo por una gabardina?
-"Viejo" ¿De quien es esta gabardina?-. Pregunte inconscientemente, pero obtuve como respuestas las miradas de asombro y horror de los presentes.
La única que parecía no afectarle mi pregunta fue la dulce niña Ei. -¿Qué sucede?-.
-La persona que le dio ese gabán creemos que fue Olen Paha-. Respondió un poco molesto Älykkyys. Su respuesta causo mucho desagrado en el "Viejo", Marshall y Rex.
-¿Cómo así que solo "creen"?-. Pregunte insistentemente.
-Es solo una suposición o una advertencia, pero al momento que te encontramos ya tenias puesta aquella prenda-. Respondió nuevamente el negro Inugami.
Por unos instantes observe a todos los presentes en busca de alguna pista de lo ocurrido. El desconcierto y la perturbación se habían apoderado de sus mentes. Älykkyys había perdido la tranquilidad que le caracterizaba, había algo que estaba fuera de sus conocimientos y eso parecía no agradarle en lo más mínimo. Por otro lado estaba Marshall, si furia y frustración había que se aferrara con fuerza del pelaje del negro animal, lo cual causaba esporádicas discusiones entre ellos.
A su vez, el "Viejo" se le notaba distraído en sus pensamientos, me recordó a nuestro primer encuentro en aquella sucia casa. Rex, por su lado, el cual nos llevaba sobre su lomo, se le notaba completamente asumido en tristeza. El no poder defenderme le estaba causando mucho dolor.
Las únicas que parecían un poco más tranquilas eran la joven Ei y su adorable Nekomatta Toiveita, en compañía de la "sabia" Lilium, las cuales iban a cuestas de Yüuli.
La mirada de la "Sabia" Lilium se fijo en mis ojos, trataban insistentemente en decirme algo, sus ojos azules se habían tornado ligeramente oscuros; si quería decirme algo, era urgente.
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Lo extraño se vuelve oscuro
FantasyLas sombras del pasado vuelven a remover el poco futuro que queda