Lo extraño se vuelve oscuro

Lo extraño se vuelve oscuro - Tras la seda roja y las amatistas

Capitulo 12

Tras la seda roja y las amatistas

No se realmente cuanto tiempo paso desde el momento que decidí hacer aquella promesa con Olen Paha, tal vez me había tomado días o simplemente varios meses, no se decirlo con certeza y hablando con sinceridad, no me importaba en lo mas mínimo. Mi energías se iban recuperando lentamente, cada herida física habían desaparecido casi a su totalidad, pero así mismo se sanaban las heridas mentales. El recuerdo de mis queridos amigos muriendo a manos del "Falso" simplemente se convertía en un mal sueño. El tiempo que estuvimos en aquel mundo paralelo se había convertido en una extraña experiencia para ambos. El cazador y la presa "jugando" a sobrevivir eran como contar un mal chiste.

Nuestras apariencias habían cambiado cierto grado, en el caso del "Malvado" sus cabellos se habían hecho bastante largos, llegaban hasta la parte baja de su espalda, se habían hecho realmente rojizos y brillantes. De las heridas causadas al hermoso rostro del hombre solo quedaba el recuerdo de estas, sus ojos violetas eran ahora mas brillantes que en el pasado, pero seguían conservando aquella maldad que los hacia aterradores pero atrayentes. Su cuerpo había sanado casi por completo, pero conservaban en el las cicatrices de la herida que pudo haber sido mortal.

En mi caso las cosas habían cambiado levemente a parte de mis cabellos que se habían hecho realmente largos, a lo igual que los de Olen, podían cubrir totalmente mi espalda. Mi tez de piel se había aclarado levemente, tal vez era por no sentir el sol verdadero. De allí no manifesté otro cambio físico, pero mentalmente sabia que había cambiado. La muerte de Marshall y Älykkyys se borraba lentamente de mí, sabia que estar bajo la influencia de Olen me había afectado de cierta manera. Mi preocupación se había convertido en la necesidad de volverme aun más fuerte, tratar de recuperar las fuerzas y la confianza que había perdido esa noche. Pero mi mente estaba centrada a la idea que tenia algo más que recuperar.

-¿De nuevo estas pensando en el "Viejo" Ira?-. Le escuche preguntar a Olen de manera asqueada. - ¿Crees que puedes recuperarle?-.

-Tal vez no pueda Olen, pero no pierdo las esperanzas-. Le dije cortante.

-Has pasado varios días y creo que meses a mi lado y ¿aun así me consideras el enemigo? Eres ligeramente desagradecida-. Sus palabras eran una especie de queja que preferí ignorar.

Aquel silencio parecía torturarle mas a el que a mi, su rostro mostraba la frustración que le provocaba ser ignorado y peor aun en un mundo donde simplemente estábamos dos personas. Calladamente decidió sentarse a mi lado, su mirada se encontraba perdida en aquel hermoso paisaje, sus cabellos rojizos danzaban delicadamente al vaivén del viento. Note que intentaba gesticular algo pero se detenía cuando fijaba su mirada en mí. Hasta que por fin decidió romper el silencio.

-Cristi, ¿Recuerdas lo ocurrido en el bosque rojo?-. Pregunto.

-No-. Le respondí inmediatamente.

-Noches anteriores habías dicho que si, recordabas la matanza de esas asquerosas bestias y la lucha contra Mies Väärä. ¿Por qué quieres olvidar?-. Nuevamente insistió.

-¿Por qué tienes tantas ganas que recuerde esa noche?-. Le pregunte fijando mi mirada en sus ojos violetas. -¿Hay algo que deba agradecerte?-.

-No se si debería responder tu pregunta, pero de todas formas lo haré-. Respondió fijando sus violetas ojos en mí. -Esa noche quiero que la recuerdes completamente-.

-¿Hay alguna razón en especial, Olen? Detesto que te andes con rodeos-. Sinceramente no quería tener estas conversaciones con el, sabia que perdería algo mas que paciencia.

-Aquella noche cuando el árbol te abandono en la oscuridad de la noche, te encontré completamente desnuda y casi moribunda. Te cuide esas escasas horas y...-. En esos momentos me percate que le dificultaba gesticular las siguientes palabras.