Es el primer día del verano en Bay City y se siente un ambiente festivo, muchas personas van de paseo a las playas junto a la ciudad, incluyendo a muchos turistas que son atraídos por el clima y la belleza del lugar. El ánimo de las personas se refleja en todas partes, excepto en Samantha García, para ella, este no es más que otro día en el calendario, o al menos, lo era cuando despertó esa mañana.
Las personas de Bay City se sienten muy animadas con la llegada de esta época, el resto del año, el clima es lluvioso, por lo que el verano es grato para la gran mayoría de sus habitantes y visitantes, incluyendo al chico nuevo en la ciudad, quien se había mudado, debido a una oportunidad laboral que no pudo rechazar. Llevaba seis meses viviendo en la "Gran Ciudad" como la llamaba ya que él venía de las afueras, de un hermoso pueblo llamado Santander, ubicado a cuatro horas de la ciudad. Desde que se mudó, no había tenido la oportunidad de hacer amigos, sus conocidos eran de P.G. Agency, la agencia publicitaria donde trabajaba como Creativo y en donde buscó integrarse rápidamente uniéndose al equipo de basketball, allí conoció a Dash, lo más cercano a un amigo que tenía en Bay City.
El día estaba a 32 °C después de las 10:00 a.m. y aunque muchos disfrutaban del caluroso día, Samantha por otra parte, odia el calor. Ella prefiere los días lluviosos en los que el clima suele ser más fresco, sin importar lo complicado que pueda tornarse un día lluvioso en la ciudad.
<<De todos los días, precisamente hoy debo atender una reunión y vestir formalmente con este calor infernal; juro que Annie me las pagará>> rezongaba en su interior mientras caminaba sobre la acera, deseando llegar pronto a su oficina, donde seguramente el aire acondicionado, le brindaría una sensación más agradable que la del sudor recorriendo su espalda.
Por otra parte, algunas personas se acercaban a las refresquerías o cafeterías por helado, gaseosas, jugos, agua o té frío, siendo uno de estos, el nuevo integrante de P.G. Agency, el cual al salir de la cafetería donde se encontraba, se propuso seguir su camino hacia su lugar de trabajo, había dado unos cuantos pasos cuando cruzó su mirada con la de Samantha, él no estaba seguro de cómo se sentía en ese momento. Al ver a esta chica acercándose, deseó hablarle, pero sólo pudo ver a Samantha pasar a su lado. Ella lo había notado y por unos instantes olvido el terrible calor que la sofocaba, le sonrió sin detener su caminar dejando a nuestro entusiasta amigo con una imagen de la sonrisa más hermosa, que estaba seguro, jamás había visto antes.
Esa mañana, aquel chico llegó a la agencia impaciente por contar a Dash la increíble experiencia que había vivido.
- Hermano, debo contarte algo. -dijo en cuanto lo vio.
- ¡Seguro! No tengo nada mejor que hacer. -respondió Dash sarcásticamente, dándole pie para él comenzara a divagar en el recuerdo de aquel episodio.
A simple vista, pudo haber sido sólo un encuentro común, no sucedió más que un cruce de miradas entre dos jóvenes, algo que ocurre usualmente al caminar entre muchas personas, pero para él, había sido mucho más que eso y lo dejaría claro empezando a relatar con gran ánimo lo ocurrido:
- Esta mañana fui a la cafetería a la que voy usualmente, todo estaba bien hasta que, [...] vi a esa chica caminando hacia mí, todo se desenfocó, dejé de escuchar la música en mis oídos, no sé si dejé de caminar ¡La verdad, creo que sí! Su cabello castaño terminaba con ondas en color dorado que el sol hacía resaltar ¡Era como ver un ángel! En el momento en que nos cruzamos, ella me miró y pude notar sus ojos cafés, luego me sonrió ¡Hermano, esa sonrisa! [...] No hay otra como aquella, cuando reaccioné, intenté buscarla entre la gente, pero ya no pude hallarla. Todo volvió a ir muy rápido y no sé si has sentido esa simpática nostalgia que se apodera de tu estómago y tu mente ¡Pensé! Una chica así no se vuelve a ver dos veces en la vida.
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De una u otra forma
RomanceSamantha García es una joven a la que le ha tocado vivir algunas situaciones difíciles en su vida; su mejor amiga, Annie, es su único confort. Un día ella debe marcharse de su lado y Samantha siente que su único soporte restante se derrumba, sin emb...