Tres meses después, Samantha y Matthew eran oficialmente novios se habían enamorado perdidamente el uno del otro, sus personalidades compaginaban y todo era como en el sueño de Sam. Annie se había sorprendido cuando se enteró que el nombre de aquel chico era en realidad Matthew y que su amigo Dash lo llamaba Matt; Matthew nunca la corrigió, pues no le incomodaba que lo llamara de este modo, aquellas cartas que Sam recordaba estaban guardadas en el cajón de la mesa, sobre la cual estaba el florero con los tulipanes, Matthew había escrito cada una de ellas y se las leía cuando la visitaba, Sam juró que las atesoraría por siempre.
En esos días, Matthew viajó con Sam a casa de sus padres. Ella había insistido para asombro de Annie en visitarlos fuera de la ciudad y conocerlos, ya que durante el tiempo que estuvo en coma, se habían tomado el tiempo de ir a visitarla al hospital, conocerla y orar por su pronta recuperación. Pasaron el día con ellos, conversando sin parar con alegría y cuando hubo llegado la noche, Matthew llevó a Sam a la casa de la montaña, la cual su abuelo le había heredado al morir y de la cual, Matthew le había hablado mientras Sam estuvo en coma, la casa era mucho más hermosa de lo que Sam imaginaba y la realidad, iba remplazando los recuerdos de aquel sueño por el que ella tanto luchaba para no olvidar.
Esa noche hicieron el amor por primera vez, al inicio Sam estaba apenada, pues ella creía que aún estaba muy delgada por el tiempo en el hospital y no se sentía cómoda.
Matthew, no pretendía forzar nada, en vez de eso, la llevó frente a la enorme ventana de la habitación y corrió las cortinas, la vista era hermosa, la luz de la luna iluminaba el valle y la habitación. Desde allí, sólo se veían las montañas azules sobre las que brillaba la luna, Matthew y Sam se habían tomado unos instantes para ver aquella maravilla. Él volvió su mirada hacia ella, siempre le parecía tan bonita, tan frágil y tan valiente.
– ¿Sabes? –dijo Matthew– Todo esto, –señaló hacia la ventana y el paisaje exterior–, esta vista, no se compara con lo hermosa que eres.
Sam sonrió apenada, mordió su labio mientras sentía como se agitaba su respiración, ella lo tomó de las manos y dando pasos hacia atrás, caminó hacia a la cama, donde se sentó al borde con él en frente, lo miró a los ojos y levantó ambos brazos con una tierna y sensual sonrisa.
Él sonrió y le sacó el vestido con facilidad sobre la cabeza, los senos de Sam son pequeños, por lo que rara vez sentía la necesidad de usar sostén, Matthew parecía haber visto lo más hermoso que podía existir, colocó su mano sobre el cuello de Sam y se acomodaron sobre la cama quedando sobre ella, él besó sus labios, su cuello y sus delgados hombros hasta llegar a sus pezones, haciéndola reír excitada; continuó besando su abdomen, siguiendo el camino de finos vellos que hacían una delgada línea recta bajo su ombligo, colocó sus pulgares sobre las caderas de Sam y deslizó sus bragas.
Ella no esperó más para desnudarlo, hundiendo suavemente las uñas en sus hombros, espalda y brazos; recorría el cuerpo de Matthew con sus manos y apretó con fuerza sus nalgas, él dio un pequeño salto haciéndola reír. Sam lo miró fijamente y colocando sus pies debajo de las nalgas de Matthew, lo empujó hacia ella.
Él ejerció un poco de presión con delicadeza, viendo como Sam cerraba con placer sus ojos, al mismo tiempo que mordía su labio y arqueaba con suavidad su espalda, una y otra vez hasta las siguientes posiciones.
Un poco antes del amanecer, Sam salió a la terraza trasera, dejando a Matthew en la cama. Salió cubierta con una frazada y se sentó en el segundo escalón que daba al patio, vio maravillada salir el sol, en un rojizo amanecer.
Cuando este se tornó naranja, sintió que Matthew se sentaba sobre el escalón tras ella, traía puesto únicamente un pantalón buzo negro de algodón.
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De una u otra forma
RomansaSamantha García es una joven a la que le ha tocado vivir algunas situaciones difíciles en su vida; su mejor amiga, Annie, es su único confort. Un día ella debe marcharse de su lado y Samantha siente que su único soporte restante se derrumba, sin emb...