Capítulo 9

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Un nuevo día llegó y con él, la despedida en casa de los Goodman para volver a la ciudad.

- No tardes tanto en volver otra vez. -le dijo Meryl a Matthew en medio de un abrazo- Y cuida bien de Samantha, me gustaría volver a verla la próxima vez que nos visites.

Sam sonrió y apenada abrazó a Meryl.

- Gracias. -le dijo e iniciaron su viaje de vuelta a la ciudad.

Mientras Matthew conducía el auto que su abuelo le había dejado antes de morir, Sam veía los hermosos paisajes que ofrecía el camino, pensaba en todas las veces que había dicho que odiaba el campo y que bajo ni una circunstancia ella podía vivir lejos de la ciudad. Sin duda muchas cosas estaban cambiando dentro de ella.

- Vienes muy callada ¿Estás Bien? -preguntó Matthew tomando su mano.

- Sí, estoy bien -respondió Sam alegremente.

Matthew supo de inmediato que, a diferencia de otras ocasiones, esta vez era una respuesta sincera.

- ¡Me da mucho gusto! -contestó luego de besar su mano.

- Matthew. -dijo Sam- Todo este tiempo has sido un caballero conmigo, luego de visitar a tus padres entiendo el porqué. Al principio no creí que esto funcionaría, pero no puedo evitar quedarme perdida en tus ojos ¡Y lo más increíble! Ha sido que he podido abrirme contigo y hablar sobre temas que pensé que no superaría. Has llegado a mi vida para limpiarme y solo quería darte las gracias por ser paciente y esperarme. Gracias por no rendirte. -le dijo emocionada.

Matthew seguía conduciendo sin quitar la vista del camino, estaba halagado sin saber que decir, pensó durante unos segundos en los momentos junto a Sam y dejándola ver su tierna sonrisa respondió:

- Yo también estoy agradecido contigo, me has dado la oportunidad de explorar nuevos sentimientos, pero estoy más agradecido por todas las veces que me has dejado ver esa sonrisa, todas y cada una de las maneras en que la muestras... para mí, es fascinante.

- No sé cómo le haces, -dijo Sam sonriendo-, pero eres increíble -se recostó de su hombro y cerró los ojos.


Al llegar a la ciudad y estacionar frente al apartamento de Annie el auto, Sam y Matthew se quedaron en silencio por un par de minutos, como era de esperarse, las despedidas ahora serían más difíciles. Sam invitó a Matthew a subir al apartamento para compartir con él un poco más, a lo que él, por supuesto, estuvo de acuerdo. Bajó la maleta de Sam del auto y entrando en el apartamento metieron una bolsa de popcorn al microondas con el fin de sentarse a ver una película juntos. Al terminar la película, colocaron otra y siendo cómplices en que la noche no terminara, se dispusieron a ver una tercera que, tras llegar a la mitad, ambos se quedaron dormidos en el sofá.

Esa mañana, Sam despertó cómodamente sobre el pecho de Matthew cuando al ver el reloj, notó que se les había hecho tarde.

- ¡Oh, rayos! -dijo Samantha exasperada-¡Matthew! ¡Matthew! Mira la hora que es. -lo sacudía por el hombro intentando despertarlo.

- Buenos días -dijo él calmadamente mientras pasaba sobre su cabeza los brazos para estirarse.

- ¡Es tarde! -repitió Sam una vez más.

- ¡Se nos hizo tarde! -exclamó Matthew reaccionando esta vez.

- Sí ¿Tienes ropa limpia en la maleta? ¡Súbela y cámbiate! Estaré en la ducha. -dijo Sam.

Matthew bajó por su maleta al auto y volvió lo más rápido que pudo al apartamento, le había parecido que el ascensor había tomado horas en recorrer cada piso.

De una u otra formaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora