Capítulo 3

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Al empezar una nueva semana, las chicas estaban de vuelta en la oficina. La mañana avanzaba sin problemas y todo parecía estar bien, hasta que un cliente de nombre Matthew, hace que Sam se distraiga de la atención que esos momentos brindaba.

Samantha, terminó de hacer las diligencias de forma vaga, ya que al escuchar este nombre no pudo dejar de pensar en él y lo mucho que le intrigaba la seguridad con la que dijo aquellas últimas palabras la pasada tarde en el parque Central.

- ¡Sam! ¡Sam! ¡Tierra llamando a Samantha! -le hablaba Annie bromeando.

- ¡Ah! ¿Qué pasa? -reaccionó Sam, sorprendida.

- ¿Qué pasa contigo? Pareces una chica enamorada.

- ¡Por favor Annie! No empieces con eso. -contestó Sam malhumorada.

- Yo solo decía. Y por cierto ¿no te ha vuelto a llamar?

- Bueno no ha pasado un día aún.

- Claro [...] ¿Y por qué no lo llamas tú?

- ¡Yo! ¡Jamás! -respondió Samantha, con aires de grandeza, aunque dentro de sí, sentía deseos de hacerlo. Matthew, había logrado atraer su atención, su interés y ahora perturbaba sus pensamientos.


Durante el almuerzo, Sam no podía dejar de pensar en él. Inconscientemente recordaba lo bien que había pasado aquella tarde en el parque, masticaba despacio la comida y en un segundo dejó el cubierto que sostenía, tomó su celular que estaba justo a su mano derecha y de forma impulsiva, comenzó a escribirle un mensaje de texto, no había redactado más que el común saludo de cortesía antes de iniciar una conversación, cuando su orgullo activó las alertas en su razón y haciendo una pausa, decidió borrar las cortas líneas, volvió a colocar el celular en su lugar y continuó comiendo, tratando de no volver a pensar en él.

Mientras tanto, Matthew se encontraba en una reunión importante, por esta razón también se había abstenido de enviarle un texto a Sam, sabía que no podría mantener la conversación como desearía si estaba en medio de aquella negociación, pero sus pensamientos estaban con Samantha y no en la junta que sostenía en esos momentos.

- ¡Matthew! ¿Estás bien amigo? Te necesitamos en este momento, el cliente nos está avasallando. -dijo Dash tratando de que participara de la reunión.

Matthew reaccionó sorprendido asintiendo con la cabeza y se reincorporó mentalmente a su equipo de trabajo.

Al terminar la junta y volver a sus puestos de trabajo, Matthew contemplaba la pequeña pantalla de su celular, escogiendo las palabras que deseaba escribir a Sam, pero nuevamente fue interrumpido por James, quien estresado le pedía que fuera con él para atender otro asunto.

<< Que día más complicado >>, pensó para sí mismo, dejando su celular sobre el escritorio para atender la urgencia.

En tanto que Sam continuaba comiendo, no dejaba de ver su móvil.

<<Creo que no estaría mal si le escribo yo después de todo>>, pensó queriendo de alguna forma sacar a Matthew de su cabeza, así que hizo lo que su corazón le indicaba. Tomó su celular y escribió un simple << Hola >> que envió de forma rápida, como si alguien fuera a detenerla en ese instante, volvió a dejar el celular y se dispuso a terminar su almuerzo con tranquilidad.

Ya que Matthew no tenía consigo su celular y le tomó casi una hora terminar lo que hacía, no pudo responder inmediatamente.

- ¡Rayos! -exclamó al ver el mensaje de Sam. Siendo esta palabra la más cercana a una grosería que él diría.

De una u otra formaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora