Ambas deseaban tanto volver a reunirse, que ese día llegó en un abrir y cerrar de ojos.
Samantha estaba ansiosa, preguntándole constantemente a Matthew si lograba ver a su amiga.
- ¡Ahí viene! -dijo él, levantando la mano en dirección hacia Annie.
Fue cuestión de segundos antes que Samantha desapareciera de su lado. Ni una de las dos pudo contener la emoción al verse, corrieron para abrazarse, empujando a todos los que se encontraban en su camino, daban saltos de alegría en medio de las personas, causando molestias en algunos pasajeros y familiares que caminaban a su alrededor, a la vez que otros sonreían conmovidos por la escena de este par de amigas.
Mientras tanto, Matthew amablemente se disculpaba con las personas a las que Samantha en su sobresalto les había derribado las maletas.
- ¿Dónde está Matt? -preguntó Annie deseosa de saludarlo.
Cuando ella salió de viaje, no conocía tanto de él y su futuro con Sam era incierto.
- ¡Necesito abrazar al chico que cuidó de mi hermana durante este tiempo! -dijo abriendo los brazos hacia él, cuando se acercaba divertido por todo el alboroto que habían hecho.
- ¡Hola! -saludó Matthew, seguido de recibir un cálido abrazo de parte de Annie-. A mí también me da mucho gusto verte -dijo asombrado, él no esperaba que ella lo saludara con tanta confianza- ¿Cómo estuvo el viaje? -preguntó.
Annie se apartó de él.
- Pues... ¡Excelente! ya que... vine bien acompañada -respondió, dejando a sus amigos en silencio y confundidos.
Sam y Matthew se miraron desconcertados, Annie dio media vuelta, estiró una de sus manos y le hizo señas a un chico mucho más alto que Matthew para que se acercara.
- Él es Adler Kahn, lo conocí en Berlín, su madre es latina, fue... muy hospitalario mientras estuve en Alemania.
- Hola. -saludo Adler mostrando una simpática sonrisa.
Matthew, estiró su mano haciendo que Adler reaccionara del mismo modo.
- Bien venido. -dijo mientras estrechaba su mano.
Sam estaba en una posición en la que podía ver a ambos de perfil, parados frente a frente. En ese momento, notó claramente que el visitante, podía llevarle unos siete centímetros más de altura a Matthew. Su cabello y ojos eran de color marrón. Además, desde su posición, había podido notar el perfil de Adler lo hacía muy atractivo. Seguido, miró hacia a Matthew. Él parecía tener todo proporcionalmente adecuado a su rostro. En ese mismo instante lo vio sonreír, sus ojos graciosamente se entrecerraban al reír.
<<No es más lindo que Matthew>> pensó luego de haberlos comparado.
- ¡Gracias! Annie me ha hablado mucho de ustedes -dijo Adler con acento alemán.
Samantha acotó.
- ¡Qué bien! Ya que nosotros, no sabíamos de ti hasta el día de hoy -respondió juzgando a su amiga con la mirada.
Jamás pensó que la sorpresa de la que Annie había hecho mención, tendría que ver con un hombre.
- Sor...presa -exclamó Annie con un tono de voz suave y una ligera sonrisa.
- Aunque [...] sí es un gusto conocerte, bienvenido. -continúo diciendo Samantha dirigiéndose a Adler con una amable sonrisa.
- ¿Tienen hambre? O... ¿Prefieren ir a descansar? -preguntó Matthew queriendo alivianar el momento.
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De una u otra forma
RomanceSamantha García es una joven a la que le ha tocado vivir algunas situaciones difíciles en su vida; su mejor amiga, Annie, es su único confort. Un día ella debe marcharse de su lado y Samantha siente que su único soporte restante se derrumba, sin emb...