Al llegar a casa, Samantha tomó su celular para llamar a Matthew, siente que escuchar su voz la hará sentir mejor.
- Hola Matthew ¿Cómo estás? -saludó, dejando escuchar su voz melancólica, luego de que él atendiera su llamada.
- Bien ¿Cómo les fue en la cena? No te escucho muy animada ¿Sucedió algo?
- La cena estuvo bien, es que... hay un asunto que me tiene un poco deprimida.
- ¿De qué se trata? ¿Hay algo que pueda hacer? -preguntó Matthew, siempre dispuesto a hacerla sentir mejor.
- Sucede que, Annie tendrá que salir de viaje por un tiempo y jamás nos habíamos separado, entonces... es algo nuevo para ambas.
Matthew recordó lo que Sam le había contado sobre su amistad con Annie la noche anterior, por lo tanto, pudo tener una idea de cómo se sentía.
- ¿Recuerdas la noche del accidente? Esa noche Annie me comentó, sobre la idea que tienen sus padres de enviarla a Berlín para emprender un nuevo negocio. Annie dice que será solo hasta que se gestione todo, ya que sus padres no podrán viajar en esa fecha. Siendo honesta... tengo miedo, pero no como aquella noche. A causa de este tema fue que salí con prisa del bar, no me fijé y el resto de la historia ya la conoces. No quiero ser un obstáculo para ella, quiero apoyarla en lo que necesite; sé que para Annie tampoco es fácil, pero ella es todo lo que tengo y no puedo evitar sentirme de este modo.
- Entiendo que te sientas entristecida, pero no es todo lo que tienes. -comentó Matthew- Ahora me tienes a mí también.
En ese instante él quiso preguntar por sus padres, pero creyó que tal vez no era el momento y se concentró en seguirla escuchando.
- Gracias, eres un buen chico. -dijo Sam-. Quizás eres la razón por la que esté tomando esto un poco mejor. -terminó diciendo, sintiéndose afortunada de haberlo conocido.
Así, sin poderlo evitar, llegó el día en que Annie debía viajar. Esa mañana no hubo las risas de costumbre en el apartamento, ambas estaban muy calladas, imaginando y pensando en lo que podría ser, en lo que podría resultar de todo esto. Matthew amablemente se ofreció a llevarlas al aeropuerto y traer de regreso a Samantha. El camino, fue aún más incómodo. Sam, no dejaba de ver por la ventana recordando todo lo que desde niñas habían pasado y como si estuvieran conectadas, Annie pensaba en lo mismo. Matthew seguía conduciendo sin saber que decir y su miedo a comentar algo incorrecto lo mantuvo en silencio.
Al momento de la despedida, la mayor expresión de lo que sentían, eran las lágrimas que no lograban contener. Matthew estaba fascinado con la amistad tan pura que tenían estas chicas. Cuando llegó el momento de cruzar la puerta, con pocas palabras y un largo abrazo se dijeron lo mucho que se querían y Annie partió.
- ¿Estás bien? -preguntó Matthew, luego que Annie abordara el avión. Él estaba consiente de cómo debía sentirse Samantha.
- Sólo llévame a casa. -respondió ella apesadumbrada.
La música de la radio del auto, fue lo único que se escuchó en el camino de regreso, Sam no sentía deseos de hablar y Matthew respetaba eso.
- ¿Te gustaría que me quedara un rato más contigo? puedo llamar a la Agencia y decir que llegaré un poco más tarde. -preguntó Matthew viéndola tan afectada.
- No, está bien, no te preocupes. Igual, yo debo ir a la galería, tomaré un café y estaré lista -dijo forzando una sonrisa.
Matthew sabía que Samantha no estaba bien, pero no quería incomodarla, así que decidió darle su espacio con la condición de que se verían más tarde.
ESTÁS LEYENDO
De una u otra forma
RomanceSamantha García es una joven a la que le ha tocado vivir algunas situaciones difíciles en su vida; su mejor amiga, Annie, es su único confort. Un día ella debe marcharse de su lado y Samantha siente que su único soporte restante se derrumba, sin emb...