Capítulo 1

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*Dos años y cinco meses de la muerte de Catriel*

*Capítulo con contenido +18*

24.03.2022

Canarias, España

Jessica Fernández 

Un rayo de sol entra por la puerta de cristal, esquivando la cortina blanca que es movida por el viento, e impacta en mis ojos cerrados.

Una corriente placentera recorre todo mi cuerpo, haciendo que suelte un jadeo involuntario. Abro los ojos mientras mi boca se abre y suelto un gemido. Bajo la mirada hacia mi entrepierna, donde puedo ver un bulto debajo de la fina sábana.

Quito la sábana blanca dejándome ver como el castaño está entre mis piernas, estimulando mi sexo con su lengua. Llevo mi mano izquierda a su cabeza enredando su pelo en mis dedos empujándolo contra mi coño para sentirlo más, él levanta la mirada haciendo que sus ojos encuentren los míos mientras otro jadeo sale de mí.

Sin haber terminado, planta un beso en mi clítoris y sube hasta que nuestros labios se rozan.

—No sé si te lo he dicho—comienza con su voz gruesa—, pero estás muy guapa durmiendo—me da un corto beso haciéndome probar mi sabor.

—Y tú estás muy guapo con mis jugos en tus labios—atrapo sus labios llevando mis manos a su cuello para pegarlo más contra mí.

Alex agarra mi cintura y da media vuelta colocándome encima de él, quedando su espalda apoyada en el cabecero de madera de la cama, sin romper el beso. Al colocarme a horcajadas sobre él, siento como su erección crece rozando mi vagina, la cual está húmeda por su culpa.

Paso las manos por su pecho, tocando así, con la mano izquierda, el tatuaje que hay en éste, el cual pone Diaboli, Demonio en latín, en letras cursivas. Alex pone sus manos en mi cintura apretándome contra su erección. Un jadeo es silenciado por su boca, como ya es costumbre. Pasa sus manos por mis costillas, acariciando con el pulgar la Luna que tengo ahí tatuada.

Levanto mi cadera, el castaño coge su gran polla con la mano derecha y mueve la punta de ésta en mi entrada, provocando que mi humedad aumente y tire ligeramente la cabeza hacia atrás.

Alex, con su otra mano, me empuja hacia su falo haciendo que éste entre en mi provocando que cierre los ojos y muerda mi labio inferior por el rico dolor. Me aferro a su cuello mientras su miembro termina de entrar en mí. Él apoya su frente en la mía mientras jadea.

Comienzo a mover mis caderas en movimientos circulares provocando que el castaño me coja de la nuca y pegue mucho más nuestras frentes para unir nuestros labios en un beso caótico y desesperado.

Separamos nuestros labios dejándolos a unos centímetros. Alex agarra mis caderas para coger el control de mis movimientos. Sube y baja mis caderas asiendo que más jadeos y gemidos salgan de ambos.

El castaño rodea mi cintura con sus dos brazos aferrándome a él y, sin salir de mí, se levanta de la cama y camina hasta quedar en los pies de ésta. Se inclina posando mi espalda en el colchón y se pone recto saliendo de mí. Agarra mis caderas y me da vuelta en la cama haciéndome quedar boca abajo. Levanta mi cadera dejándome completamente expuesta, lista para que me penetre.

Quita una mano de mi cadera y a los segundos siento la punta de su polla en mi entrada. Comienza a entrar en mi provocando que agarre fuertemente la sábana y sisee de dolor, el cual es algo placentero.

La reina del Infierno ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora