el regalo

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Narró yo

A la mañana siguiente Tanjiro e Iguro fueron los primeros en levantarse, bajaron a la cocina y prepararon el desayuno, se sentaron a comer y tiempo después los padres de Tanjiro bajaron a comer, terminada la comida todos fueron a la sala para intercambiar regalos, primero fue la madre de Tanjiro, le dio a su esposo un nuevo traje, a Iguro le dio una bufanda de rayas negras y blancas y a Tanjiro le dio un suéter de color rojo con mangas verdes, luego fue el padre de Tanjiro, le dio a su esposa un vestido de color Blanco, a Iguro le dio unas botas negras y a Tanjiro le dio un kit de cocina, Tanjiro era el siguiente, a su madre le dio un suéter de algodón blanco, a su padre le dio una chaqueta de color naranja y a Iguro le dio una serpiente de color blanco.
Narra Iguro
No podía creerlo Tanjiro recordó lo mucho que me gustaban las serpientes, la pequeña serpiente se enroyo en mi cuello y se quedó dormida, esto era visto por todos con ojos de ternura, era mi turno para darles los regalos.
- señora kamado esto es para usted- dije para entregarle una cajita.
-gracias Iguro- la señora tomo la caja y la abrió lentamente,- oh Iguro no debiste molestarte... Esta precioso- dijo para ponerse el collar de perlas.
-señor kamado esto es para usted-
-gracias Iguro no debiste- dijo para abrir la caja, -esta increíble, muchas gracias Iguro, te prometo que siempre lo usare- dijo para observar detenidamente el reloj.
-tanjiro esto es para ti- dije para entregarle la enorme caja que tenía.
Tanjiro abrió lentamente la caja y se asomó al interior, su mirada mostraba sorpresa, metió las manos a la caja y saco al pequeño cachorro de panda rojo que encontraba medio adormilado, el pequeño animal se acomodo en los brazos de Tanjiro para poder dormir, me acerque a Tanjiro para acariciar al pequeño cachorro que dormía en sus brazos, Tanjiro estaba súper feliz por el obsequio que giro su cabeza a mi dirección y me dio un beso en la mejilla, los padres de Tanjiro se encontraban viéndonos con ojos de ternura, estaban felices por nosotros, se levantaron y nos dejaron solos.
-te gustó tu regalo Tanjiro?- le pregunté al pelirojo que se encontraba admirando al pequeño cachorro.
- me encanta, muchas gracias Iguro- dijo mientras acariciaba al pequeño.
-a mi también me gusto tu regalo, ya incluso pensé en su nombre-
-cual es?-
-kabumaru, ese nombre me gustó mucho para está serpiente-
-es nombre es lindo... Yo también decidí el nombre de este cachorro-
-ya quiero oírlo-
-se llamará Riu-
-es nombre está perfecto-
-que bueno que dejan tener mascotas en la universidad, si no hubiera sido una pena dejarlos aquí-
-tienes razón, además creo que a kabumaru le gusta estar en mi cuello-
-es como si tuviéramos hijos, ya que no podemos tenerlos al ser ambos hombres-
-si tienes razón, ellos serán como nuestros hijos-
-ya se lo quiero enseñar a mi hermana-
-se lo enseñarás pronto, por ahora hay que cambiarnos de ropa y hacer las maletas ya que hoy es nuestro último día de vacaciones-
-esta bien, vamos a cambiarnos para preparar las maletas-
Narró yo
Tanjiro e Iguro subieron al cuarto de Tanjiro dejaron a kabumaru y a Riu en la cama para que pudieran vestirse, terminó de vestirse Tanjiro tomo a Riu que ya había despertado y se encontraba jugando con kabumaru, Iguro coloco a kabumaru en su cuello y salieron de la habitación, Tanjiro le puso un pequeño suéter a Riu para que no tuviera frío, Iguro envolvió la bufanda en su cuello para que kabumaru no sintiera el frío, salieron de la casa rumbo al parque, se sentaron en una banca y empezaron a ver a los niños que jugaban en la nieve, sus corazones se iluminaron al ver a todos esos niños jugar, pero por alguna razón se empezaron a sentir mal por qué nunca tendrían hijos, Iguro sabía que no decía estar triste así que bajo su cubrebocas y beso a Tanjiro con ternura, este correspondió el beso y una sonrisa se formó en sus labios, se separaron y empezaron a hablar de cosas diferentes y a planear como decirle a sus amigos que se volvieron pareja, regresaron por la tarde a casa, empezaron a guardar sus cosas y en dos mochilas metieron las cosas que necesitarían para sus mascotas.

Aquí se acabó este capítulo, espero les guste y que estén disfrutando de la lectura.
Aquí se despide su servidor el ciervo de Nara

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