Llegar a ella

14 Mamihlapinatapai

Seguía aun en ese frio lugar, las hojas crujían debajo de mi, mis sollozos inundaban el basto bosque y mis lagrimas resbalaban hasta la fría tierra que me acogía. Tan perdida en mi misma, con tanto dolor dentro el cual hacia crujir los arboles.

—Karen— Se escuchó como un doloroso y leve suspiro —Realmente eres tu...

Aquella afirmación se había escuchado mas como una pregunta llena de esperanza e ilusión.

—Que mas da que sea yo—Conteste amargamente mientras alzaba mi cabeza en su dirección— Da igual Alice...  Que mas da que sea yo, si tu no eres real—Mientras lagrimas aun salían mire directamente a los ojos a mi alucinación

—Pero...—Comenzó la pelinegra de cabello corto.

—¿Pero que?, esto siempre es igual, por mas real por mas solido que sea vea, al final nunca eres tu—Tome un momento para respirar pues el oxigeno me faltaba— Quizá sea verdad, después de todo quien seguiría recordándome, es una estupidez pensar que Alice seguía queriéndome  

Apretaba mis manos fuertemente, las hojas y el pasto crujían entre ellas, mis piernas aun sentían el frio suelo, el ceño de Alice se había fruncido al igual que sus labios.

—¡Que yo no soy real! ¡Que te he olvidado dices! Por fin te tengo frente a mi, cuando pensé que te había perdido para siempre y dices esta clase de cosas— La voz de Alice sonaba muy fuerte y rota, algo de enojo salía con ella— ¡Pensé que habías muerto maldita sea! ¡Creí que no había podido salvarte!

Sus palabras se sentían tan sinceras, acaso era verdad, era mas que mi estúpido cerebro dejando de funcionar.

¿Perderme?

¿Salvarme?

—Cada día de mi miserable día te he recordado y con ello el dolor de tu perdida, pero ahora estas aquí no has muerto, y yo estoy aquí en verdad —Ahora la voz de Alice era mas gentil y baja, caminaba lentamente hacia mi, podía escuchar el crujir de sus pasos.

—No se que es lo que te sucedió, no se porque piensas que no soy real—Alice se agacho hasta quedar arrodillada envolviéndome en un fuerte abrazo— Pero te por seguro que nunca mas te dejare ir Karen 

Su olor se colaba por mis fosas nasales, era el mismo que recordaba, la sensación de su cabello contra mi mejilla, su fría temperatura contra mi cálida presencia. Pase mis brazos por su cintura y la abrace de vuelta mientras un sollozo liberador salía de mi.

—Alice —Le dije mientras lloraba— Te extrañe tanto, he pasado por tanto y todo lo que quería era verte 

Si el fin del mundo fuera en ese momento no me importaría pues moriría feliz.

Había perdido la noción del tiempo, mis brazos aun apretaban con fuerza a su alrededor, por un momento tuve miedo de nuevo, de verla desaparecer. Lentamente me solté, estábamos cara a cara, mis manos viajaron a su rostro sintiendo sus mejillas, toque su cabello, ella me devolvía una sonrisa gentil.

—Aun es difícil para mi—Hable temblorosamente—Es tan raro después de tanto tiempo que este frente a mi y luces igual que hace años—Le dije mientras la examinaba por completo.

Ella tomo mi mano y la apretó suavemente.

 —Ten por seguro que realmente soy yo, aun tengo que darte muchas explicaciones del porque de tantas cosas— Me miro a los ojos para después apartar la mirada— Pero tengo miedo de hacerlo