Llegar a ella

5 Feliz funesto cumpleaños

Tal vez hoy sería un buen día, de no haber sido por los acontecimientos de las últimas semanas, pensaba que este día festejaría con papá y Joel, como cada año obligaría a papá a comer una rebanada de pastel a la fuerza y Joel se reiría de las caras raras que haría padre. Pero las cosas a veces no salen como las planeas.

Son las 7 de la mañana, me levanto y alisto para salir a correr. El aire golpea mi cara que juraría esta roja, veo pasar cada casa de este lugar, varias personas salen de su casas para ir al trabajo, y otras para ir a la escuela.

Al regresar el olor a comida golpea a mi nariz, al escuchar la puerta Carla viene hacia mí.

— ¡Pero miren quien está aquí, la cumpleañera!

Se acerca aún más y unos brazos me envuelven mientras mi cuerpo se tensa. Después me suelta y vamos a la mesa para desayunar, Mark ya no está, eso es un alivio.

La fiesta que tienen organizada será a las 4 pm, y vendrán varias personas del lugar, lo peor es que ni siquiera pude elegir la comida.

Me he duchado, tengo puesta mi ropa más linda según ordenes de Carla, son las dos solo falta una hora para la fiesta, en la cocina hay varias señoras del lugar ayudando, pero nada de eso interesa, el celular esta entre mis manos. Por fin suena y contesto.

—¡Hola pequeñuela!

Al otro lado de la línea se escucha una voy alegre y calmada.

—Hola Joelito, sí que te tomaste tu tiempo

Reclamo por el retraso de su llamada.

—Lo sé, una disculpa estaba arreglando algo, ¡pero ya estoy aquí! y eso es lo que importa... ¡Feliz cumpleaños Karen!

Me la paso hablando con Joel, en la habitación se escuchan risas después de todo hoy debería de ser un día feliz. Son las cuatro, la llamada termino hace unos minutos y ahora soy arrastrada al patio donde se lleva a cabo la celebración.

Están casi todas las personas de pueblo, bueno tampoco es que sean muchas pues solo son 55 personas en todo el lugar. Me presentan persona por persona, algunos son agradables y otros  no valen la pena ni voltearlos a mirar.

Hay una chica tiene 15 años se llama Miriam, es agradable así que me quedo la mayor parte del tiempo platicando con ella, me cuenta que va a la escuela secundaria de Forks el pueblo de a lado, está por contarme de las súper estrellas de la escuela pero se ve interrumpida por Carla que anuncia la hora de cortar el pastel.

Más obligada que por gusto paso a soplar las velas del pastel de dos pisos frente a mí, me toman fotos y cantan mientras lo hago, les soplo con un deseo en mente, ahora corto el pastel y me ayudan a servirlo en platos.

Me aseguro que todos tengan una rebanada de ese pastel que se ve delicioso, realmente quiero una rebanada, como si el pastel me susurrara cosas dulces al oído voy hacia él.

Estoy tan cerca, doy un paso más, todo sucede tan rápido, la mesa con el pastel siendo empujada hacia mí, el pastel cayéndome encima y todas las personas mirando con sorpresa tanto a mí como al niño que "accidentalmente" había chocado con la mesa.

Estoy furiosa, aprieto los puños y tengo cerrados los ojos, trato de contener mis malas palabras, cuando siento que ya no puedo más me encamino dentro de la casa, llego a mi habitación. Joder ni una probada del pastel pude tener, era lo único bueno de esta fiesta y termino embarrado en mi blusa gracias a que Tomas empujo la mesa.

Me cambie de blusa y limpie un poco de merengue que estaba en mi pantalón, estoy mejor, sigo enojada pero está bien, después de todo solo fue un accidente o eso quiero creer, tocan la puerta seguramente es Carla.