Mis últimas nubes

Técnicas de memoria

Dibujar con lapiceros de carboncillo siempre me resultó la manera más fácil de expresar como me sentía, hacer tantas texturas diferentes con el mismo material es de las cosas más entretenidas que he hecho en mi vida.
Música clásica retumba los oídos y yo sólo visualizo mis recuerdos.
Aquel día deje de ser un niño, pues esa imágenes tan turbias quedaron como trauma.
Recuerdo una y otra vez esa escena tan traumática, hecho que hace que mi corazón se acelere y, así, causándome inconscientemente sensación de asfixamiento.
Ataques de ansiedad recorren mis días y me respaldo en un "ya pasó, es algo del pasado" pero quien tan solo se digne a prestar un poco de atención en mis facciones se dará cuenta de que, para mi, todavía no pasó.
Madre siempre fue alegre y bastante protectora conmigo y, sobretodo, con Abigail. Para cuando eso sucedió mi hermana tan solo tenía dos años, por lo cual no puede recordar nada de lo sucedido en aquellos días.
Visiones borrosas aparecen en mi cabeza, nunca he podido recordar del todo, normalmente mi mente me hace recordar a base de dejarme llevar por el dibujo y mi subconsciente hace el resto.
Día si y día también trato de buscar algún lugar igual como en el que sucedió aquellos acontecimientos. Me levanto de aquella roca inmensa la cual yacía sentado.
Me dirijo hacia una dirección sin sentido, sin rumbo. Sigo el camino de orquídeas, el único detalle que supe por mi mismo, sin técnicas y sin nada, es que ese día seguía un camino de orquídeas.
Veo varios conejos corretear al notar mi presencia, me parecen animales muy asustadizos, pero bastante tiernos.
A lo lejos veo un gran árbol, grueso de tronco, pero acabando siendo demasiado delgado, con muchas ramas finas y de no mucha longitud.
Procedo a dibujar dicho árbol con calma, sin dejarme detalle y poniendo algún que otro destello del paisaje que se ve atrás.
De pronto, mientras mi mano se desliza ligeramente creando la textura del árbol mi mente se nubla de recuerdos, flashbacks van y vienen causando grandes pinchazos en la frente.
Gracias a esa técnica de memoria logro recordar mi golpe en la cabeza, ese hombre colgado y por supuesto aquel disparo. Gracias a esto, a tanto esfuerzo, dibujando, siguiendo el mismo camino día tras día, como un destello de esperanza y luz consigo recordar todo.
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Sé que este capítulo es más corto de lo normal, pero creedme que los siguientes son bastante mejores.
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