Matt
Trece años atrás
No me sentía mal por lo que acababa de hacer, al contrario, me sentía demasiado satisfecho.
Mientras enterraba al tío Lu lo más disimulado posible caí en la cuenta que traía una pistola con él. El muy cabron tenía pensado matarme, le salió el tiro por la culata, nunca mejor dicho.
Al terminar me eché un vistazo en el reflejo de una de las ventanas de la cabaña, realmente estaba hecho un asco, tanto por dentro, como por fuera.
Volví a casa con total normalidad, como si acabase de jugar al balón un día tranquilo. No se escuchaba nada y a pesar de que normalmente el silencio me tranquiliza esta vez no podía suceder eso, pues si hay silencio significa que el final de madre ya había llegado.
Pasé habitación por habitación, pero nada, no había rastro ni de tía Margaret ni de madre. Padre no llegaría hasta más tarde, pues él solía llegar a la tarde noche después de una gran jornada de responsabilidades. Quizás podrían estar en el despacho de padre, ya que es la única sala insonorizada de toda la casa, para que no entre y ni salga ningún sonido.
Al llegar a la entrada del despacho se oye la puerta principal, me dirijo hacia ella rápidamente pero nada, las esperanzas de encontrar a madre se habían esfumado. Voy hacia la biblioteca y empiezo a ojear los libros favoritos de ella, es o era adicta a la lectura, de manera que padre como regalo de bodas le construyó la biblioteca. Casi todos los lomos de los libros de mi alrededor entornan los colores fríos, sobretodo en tonos azules, mayoritariamente de tono pastel. Hay uno en particular que me llama la atención. En el lomo de este yace la palabra "secreto", escrito en vertical, en mayúsculas y en dorado. El color que tiene este se destaca más por un azul añil, muy diferente a los tonos azules pastel que hay a su alrededor. Me acerco hacia él y lo cojo. Un sonido de madera vieja crujiendo se escucha, el suelo tiembla y un agujero a mi derecha se forma en el suelo, formando así una especie de túnel. Me arrodillo y miro en su interior, todo se ve oscuro y la temperatura de este es bastante elevada a comparación de la temperatura ambiental. Mientras estoy arrodillado estiro una de mis piernas hacia el agujero, con la mala suerte de que pierdo el equilibrio y caigo en él. Una caída libre es lo que estoy viviendo, cuento los segundos hasta que mi espalda choca con lo que se supone que es un suelo. Cuatro segundos llego a contar, lo que se trata de unos ocho o nueve metros. Me reincorporo, poniéndome de pie. Se escuchan insultos desde la lejanía, hay uno que me llama bastante la atención: bastarda. Solo tía Margaret utiliza ese sobrenombre. Salgo corriendo a la izquierda. Las paredes están hechas de piedra, de piedra demasiado mugrosa. ¿Cuanto llevaba esto aquí? A lo lejos visualizo la esbelta silueta de tía Margaret y más abajo, como si estuviera siendo arrastrada, una sombra fina, de cuerpo estrecho. Me acerco con rapidez al pensar que era madre pero al llegar ahí el cuerpo que está siendo arrastrado no es el de mi madre, si no el de Katrina Wirrow, la esposa del tío Lu. Le tenia mucho afectó a Katrina, sobretodo a sus sonrientes hijos, la niña siempre iba con una cabellera rubia suelta, mostrando sus suaves ondas. Era muy callada, padece de ansiedad social según me dijieron mis padres, es por eso que no jugaba normalmente con nosotros. Él hermano mellizo de ella, Crhistopher, es como mi mejor amigo, nos contábamos de todo a todas horas. A quien más adoraba era a abu Constanse, así como ella quería que la llamásemos. Una triste melancolía recorre mi cuerpo al pensar que toda relación que tenía con los únicos niños a los cuales he conocido se iba acabar.
-Mira si ya estamos todos. Querida Eleonor, mira a tu hijito, se la paso demasiado bien.
Giré mi cabeza hacia la derecha en busca de la mirada de mi madre, obtuve una imagen de ella amarrada a una silla y con la cabeza cabizbaja. Tenía una pequeña brecha en la frente, parecía recién hecha, por el simple hecho de que sangre abundante caía por su rostro.
-Aish mattie, te preguntarás que hiciste para merecer esto, que hizo tu madre también o incluso la bella Katrina. Verás, empecemos por Katrina: ella me quitó al hombre que amaba, su familia debía de ser mía. Ludwid no debió de engendrar a dos niños con ella, si no conmigo, yo le amo por eso alquilé tu cuerpo, para que me amase también, mattie yo te quiero, eres mi sobrino, pero necesito de su amor, perdón por maltratarte, sé que no estuvo bien pero envidiaba todo aquello que tú tenías, todo lo que Katrina tenía y sobretodo todo lo que tú madre tenía. No tengo nada en contra de ti, en cambio de tu madre si. Es una promiscua seductora que lo único que quiere es quedarse con la fortuna de mi hermano. Y esa fortuna me pertenece solo a mi, ¡¿entiendes?!
-Tia Margaret, has asesinado a una persona, Katrina no tiene la culpa de que tío Ludwid no te eligiera a ti. Era una buena mujer por el amor De Dios. Eres una loca desquiciada. Maltratar a un niño, desde que nació, a tan temprana edad. ¿Sabes como me sentí por cada insulto tía Margaret? Claro que no sabes. Mi madre es una buena mujer, que a pesar de sus dificultades en la vida engendró a un heredero varón, es decir, yo. ¿Que esperabas de la vida cuando eres una persona que solo corree envidia y odio por sus venas? El karma te pago tus malos tratos hacia mi madre mucho antes de que yo naciera, impidiéndote casarte con el hombre que amas, pues él eligió a otra y tú en vez de ser una persona equilibrada y correcta haces atrocidades es allá donde vayas. Pienso decirle a padre todo lo que has hecho, no pienso esconderme más, debes de pagar.
-Mattie, no, a tu padre no porfavor. Es lo único que me queda, te lo suplico.
-¿Sabes cuantas veces yo supliqué que el asqueroso de Ludwid dejara de forzarme? ¿Sabes cuantas noches me pasé pidiéndole a Dios que me llevara solo porque me creía tus sucias palabras? No lo sabes, arruinaste mi infancia, me arrebataste mi niñez y eso no se perdona. Tu maltrato psicológico hacia mí llego a su fin, pues no vas a manipularme más.
-No le dirás nada a tu padre o te mataré.
-No hace falta que me diga nada, ya lo he escuchado todo.- la silueta de mi padre apareció a la derecha, como si de un fantasma se tratase- ¿Como te atreves ha hacerle eso a mi familia y luego tener la poca vergüenza de seguir viviendo bajo mi techo como si fueses un ángel? Dios, confiaba en ti Margaret. Eras mi hermana.
-Y lo sigo siendo, porfavor perdóname.
-No tienes perdón hermana, no después de todo. ¿Sabes como se sentirán Izzy y Cristopher cuando se enteren que su madre a muerto?
-Padre, tío Lu está muerto... yo lo maté.
-¿Como que tú lo mataste? Vale que te forzara pero te has convertido en un monstruo al igual que él y peor, ya que tú llevarás el peso de un cadáver sobre tus hombros siempre. ¿Como se te ocurre? Por dios te crié bien.
-Lo siento padre, no veía otra solución, lo siento.
-Dios, y los hijos de ellos que. ¿No pensaste ni siquiera en Cristopher? ¿Aún siendo tu mejor amigo?
-No padre, no lo pensé. Lo único que pensaba era en madre, pues no sabía si estaba aún con vida. ¿Sabes que también pensaba? Que almenos cuando te enterases la pesadilla acabaría, pero no es cierto, solo me juzgas. ¿Que hubieras hecho tu eh, don perfección?
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Hey:(
Sinceramente no sé si seguiré con este intento de proyecto, pero almenos os muestro lo último que escribí y que no llegué a publicar.
Espero que os guste <3
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Mis últimas nubes
RomanceRecién empiezo esta historia, o sea que pido paciencia. Iré actualizando casi cada día, lo prometo. "Los capítulos son de extensión corta." ________________________________________ Lisa Mcblay, una adolescente reluciente y con las ideas muy claras. ...