Capítulo 74

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Campo lleno de flores, era lo único que se veía en todo mi campo de visión y no me molestaba, era tranquilizador ver flores de diferentes colores, caminar y tocar cada una de esas flores hacia que la sensación sea satisfactoria. No había nada a kilómetros y aun no estaba segura de cómo había llegado, pero por alguna razón no me molestaba no saber qué iba a pasar después.

-creí que te gustaría esto-dijo detrás de mí, no me di vuelta ni me inmuté, solo seguí contemplando la vista mientras tocaba las flores-ignorarme no hará la diferencia-avisó y yo bufé.

-no me juzgues por intentarlo-me encogí de hombros pero aun así no lo miré.

-quería hablar contigo, pero tu noviecito no para de vigilarte-bufó y yo fruncí el ceño, eso me había tomado de sorpresa.

-¿hablas de Chris?-pregunté mirándolo a los ojos pero sin voltearme por completo.

-¿tienes otro novio del que yo no me he enterado?-soltó burlón y yo rodé los ojos.

-Chris y yo no nos hablamos, él me terminó después de nuestra charla-bufé mientras volvía a caminar.

Él se apresuró a colocarse a mi lado.

-pues avísale a él-se encogió de hombros-porque andar vigilándote, o más bien, acosándote-se corrigió soltando una risita-no es algo que una persona hace cuando corta con alguien se encogió de horas con indiferencia.

-¿me estás diciendo que me acosa?-pregunté.

-sí.

Me abracé a mí misma en un intento de pensar en lo que acaba de decirme Lucca ¿Christopher acosándome? Él me terminó ¿Por qué me vigilaría? Aunque no lo culpo, de seguro pensó que seguía en problemas–y era así–bufé.

-no lo hace-defendí-solo quiere mantenerme protegida-él rodó los ojos con diversión.

-¿protegida? ¡Adivino! ¿De mí?-se burló y yo rodé los ojos.

-no todo tiene que ver contigo-él sonrió divertido-ahora dime ¿Por qué me has traído aquí?-cambié de tema.

-quería pasar tiempo contigo-se encogió de hombros y me observó con una sonrisa.

-no tienes a nadie más a quien atormentar ¿verdad?-reí y él asintió.

-Victoria ya no me soporta.

-yo en breve tampoco voy a soportarte-le sonreí con ironía y él me sacó la lengua.

-es mejor que vuelvas, antes de que Vélez te tire un balde de agua fría-fruncí el ceño y él notó mi confusión-hace rato que intenta levantarte, pero como estás conmigo, él no puede hacerlo-abrí mis ojos de par en par.

-¡no puede ser!-exclamé y él soltó una carcajada.

-antes de que me regañes, te dejaré que te levantes-sus ojos brillaron.

Parecía que me había quedado sin aire, ya que me senté en la cama intentando recuperar el aire que por alguna razón había perdido, coloqué mis manos en mi pecho intentando calmarme, observé a un lado ya que noté movimiento y vi sus ojos color miel, en ellos pude notar preocupación y al mismo tiempo alivio.

-¿te encuentras bien?-me preguntó inspeccionando mi rostro mientras se acercaba y colocaba sus manos en mis mejillas.

-estoy bien-farfullé intentando tranquilizarlo.

-¿Qué ocurrió _______?-preguntó sentándose a un lado de la cama observándome detenidamente.

-fue una pesadilla.

Sabía que si le decía lo que realmente ocurría, iba a desesperarse y no iba a dejarme en paz por ninguna circunstancia.

-¿Por qué mientes _______?-preguntó frunciendo el entrecejo.

-¡yo no miento!-contesté ofendida, si lo hacía, pero no iba al caso.

-¿ah no?-soltó con una risa irónica-te rascas la mejilla cuando mientes-avisó señalando mi mano que claramente estaba rascando mi mejilla ¡maldición!

-si lo piensas, si fue una pesadilla-farfullé y él negó-era Lucca-solté rápidamente y él pareció colocarse en alerta.

-¿te dijo algo?-preguntó luego de unos segundos de silencio.

-solo hablamos, nada importante-contesté.

-dime de que hablaron-pidió demasiado tranquilo y eso me inquietó un poco.

-bueno él...-no sabía si decirlo o no-me dijo que me acosabas-dije rápidamente y él abrió sus ojos de par en par.

-¿Cómo es que...?-balbuceó pera rápidamente negó-digo ¿tú le creíste?-preguntó y yo reí.

-¿me acosabas?-pregunté incrédula y él miró hacia otro lado.

-yo no diría acosar-carraspeó-solo veo que estés bien-añadió con una sonrisa avergonzada.

-como digas-susurré entre risas.

-mejor me voy-sonrió y yo asentí.

-procura no acosarme.

-lo intentaré.

Abrió la ventana y saltó, yo me levanté y caminé hacia la ventana para cerrarla con seguro, observé unos segundos el bosque oscuro y por alguna razón esperaba que Chris apareciera y me dijera que quería que todo volviera a lo de antes, intenté no extrañarlo pero ya me había acostumbrado a él y por mucho que quisiera, no podía ir y decirle que se quedara y que nunca se fuera, pero los dos debíamos tomarnos un tiempo.

Volví a acostarme y miré el techo blanco de mi habitación, esperé unos minutos hasta que al fin pude dormirme y esta vez Lucca no se apareció en mis sueños.

||Al día siguiente||

-¡_______! ¡DESPIERTA!-gritó Madi y logró que saltara de la cama y cayera de culo.

-¡ESTAS LOCA!-grité furiosa y ella soltó una carcajada.

-ya es hora, levántate y alístate para la escuela-dijo con una sonrisa mientras salía de mi cuarto.

Bufé y me metí al baño para poder ducharme, lavarme los dientes y cambiarme, estaba cansada y no había podido dormir del todo y prácticamente los ojos se me cerraban mientras yo luchaba por mantenerme despierta, de seguro me caería de culo contra el piso en cualquier momento. Salí del baño ya lista para poder vestirme, me coloqué mi ropa interior y como hoy no hacia tanto frio, me pondría un vestido de color rosa palo de falta acampanada y mis botas de color negro con unas medias largas para no congelarme, me acerqué al espejo para peinarme mi cabello castaño y poder secarlo, cuando acabé me maquillé un poco y salí de mi habitación, lo extraño es que aún seguía con sueño y mis parpados intentaban cerrarse.

Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina para ver a mi hermano igual o peor que yo, tenía unas ojeras horrendas y gracias a que yo usaba maquillaje pude ocultarlas, y Madison se veía mucho mejor que nosotros–para no decir que no tenía ninguna ojera–pero ignorando eso me dirigí a beber un poco de café para despertarme.

-no te ves bien-se burló Nick y yo lo fulminé con la mirada mientras le colocaba azúcar a mi café.

-tú tampoco.

Me reí ya que él me enseñó el dedo de en medio mientras bebía de su taza.

-apresúrense que llegaremos tarde-comentó Madi mientras salía de la cocina.

Terminé mi café al igual que Nick y salimos de la cocina chocándonos como idiotas, agarré mi mochila y salí antes que mi hermano y divisé a Madi apoyada en el auto, caminé hacia ella y abrimos el auto en el momento que Nicholas llegó, esperé a que arrancara y me dormí todo el viaje, una pequeña siestita mañanera.








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El Amor Eterno||C.V Y Tú||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora