MATHS. [ITADEI] (EDITANDO)

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Pov: Deidara.

Odiaba con todo su ser los lunes. Para ser específico detestaba únicamente una sola asignatura, ésta asignatura era Matemáticas.

No tenía ninguna manía con la profesora, simplemente no era que no podía entenderla, simplemente no lo intentaba. Siempre la culpa la tenía la profesora.

Ese día trato de despertarse con buen humor. El fin de semana acabo, y los lunes eran los peores días para él, si pudiese extender el fin de semana y si fuese el presidente, haría todos los lunes feriados sin importar que todos trabajen. Todo por el bien de los alumnos.

- Deidara, vas a llegar tarde.

Su madre gritó desde el pasillo. Son las siete de la mañana y ya empezaba a gritar como una loca, si no hacía caso, iría a reclamarle en su habitación cosa que no quería.

Con mucha pereza empezó a vestirse colocándose la camisa del colegio junto con la corbata, seguido de esto se colocó el pantalón de vestir y también, se colocó los zapatos que eran del colegio.

- Ahí está tu desayuno. Apúrate que se te hace tarde.

Volvió a remarcar su madre. Simplemente asintió para desayunar aunque sea un poco de cereal, lo justo y necesario para irse al baño a cepillar sus dientes e irse rápidamente de casa hacia la escuela, cuyo trayecto no era tan largo. Cuando caminaba se encontró con uno de sus amigos, lo distinguió debido a su cabello pelirrojo.

- Buen día, Sasori.

Lo saludó, el pelirrojo odiaba esperar a la gente y también hacer que lo hagan esperar. Se conocían perfectamente parecían hermanos de distintas familias. Cuando habían llegado, varios compañeros empezaron a hablarse entre sí.

- Me entere que la profesora de matemáticas tomó licencia.

En ese instante no sabía si estaba contento por la noticia y reírse, o preguntar que le había pasado para parecer preocupado pero por más que así fuese el solo fingía que le interesaba el tema.

- Al parecer tendremos un profesor. Y varias de nuestras compañeras ya lo vieron.

- Sea quien sea, me caerá mal. Odio con toda mi vida las matemáticas preferiría la materia Arte antes que esto.

Comento cuando fue a sentarse a su asiento ya que en nada empezaría la clase de matemáticas, una tortura para el profesor nuevo que entró al aula luego de que suene el timbre.

Todas las chicas quedaron boquiabiertas cuando lo habían visto, tal como Sasori había comentado.

El profesor se paró justo enfrente de los estudiantes haciendo que todos le presten atención, al lograrlo, aclaró un poco su voz.

- Buenos días, jóvenes. Soy Itachi Uchiha, el profesor suplente de la materia matemática.

Su voz estaba rasposa, como si recién se hubiese despertado. Todas las chicas quedaron embobadas con el, tanto que no podían dejar de decir "Itachi-sensei" o "Itachi-sama" para que el pelilargo les dé atención.

- Ahora cada uno tendrá un minuto para presentarse.

Pronunció dejando el pequeño maletín sobre la mesa, empezando de izquierda a derecha y cada alumna había dicho su nombre, algunas se trababan, otras no le prestaban atención y los chicos eran rápidos pero sencillos. Ninguno parecía mostrarle interés al profesor menos el rubio quien lo seguía con la mirada, definitivamente iría a caerle mal.

- Soy Deidara.

No dijo más nada, haciendo que las presentaciones terminasen rápido volviéndose a sentar en su lugar, al abrir la cartuchera y sacar un lápiz para empezar a escribir, el profesor explicaba sobre cómo evaluaría los exámenes, nada fuera de lo común.

Luego de aquello, empezó a escribir también dos ecuaciones bastantes sencillas para que pudiesen adaptarse a su manera de enseñar la materia, cosa que el rubio había empezado a escribir en su libreta. Intentaba hacer el primer ejercicio, hasta llegar al punto donde siempre se trababa. Su amigo, Sasori se sentaba demasiado lejos de él, y no podía preguntarle si le había dado lo mismo.

Sin darle importancia a lo que diría su profesor se paró, y se dirigió al escritorio donde su compañero Sasori estaba sentado. Al analizar y verificar si el ejercicio estaba bien, se había dado cuenta de que el profesor estaba observándolo. Era el único que estaba de pie en el aula.

- ¿Que está haciendo parado, joven?

"Lo que me faltaba."

Pensó para el mismo observando que no dejaría de mirarlo así. Al suspirar se decidió por hablar pero sin antes moderarse.

- Quitándome una duda sobre el resultado. Quería saber si daba cuarenta y tres, es todo.

- Es imposible que te dé cuarenta y tres.

"Nadie te pregunto, imbécil. Ya me estás cayendo para la mierda." nuevamente pensó el rubio volviéndose a sentar en su lugar luego de pasar un largo rato parado.

- Veni y mostrame lo que hiciste. Seguro algo está mal.

Nuevamente se paró, y camino hacia el escritorio donde el profesor tenía a un lado los resultados de los dos ejercicios pero sobre ellos estaba su calculadora, por lo que no podría averiguar el resultado aunque quisiera.

Al estar enfrente de él, le dio la libreta donde estaba el ejercicio resuelto, con los brazos cruzados espero a que el profesor terminara de ver en que se había equivocado, pero él no estaba escuchando, simplemente le había dado ligeramente la espalda.

"Dale flaco no tengo todo el día. ¿Tanto vas a analizar? Es un calculo nomas, apúrate." Nuevamente pensó teniendo unas ganas tremendas de decirle aquello pero seguramente irían a ponerle un castigo. O más bien, llamarle la atención como hacía con su profesora anterior.

- Sabes qué, ve a sentarte. Luego de la clase te quedas cinco segundos que te explico.

El pelilargo también había perdido la paciencia conmigo. Parece que con solo verme ya dedujo mi carácter, por lo que no gasto mucho más tiempo y corrigió los ejercicios con los demás estudiantes hasta el primer timbre del recreo, donde mi mejor amigo salió y yo me quedé a solas con el profesor.