MATHS. [ITADEI] (EDITANDO)

8

Pov Itachi:

Luego de desearle buenas noches a Deidara se quedó mirando al techo sin poder dormirse, el joven de ojos claros era alguien que le interesaba, sobre todo lo que opinaba del arte y como dibujaba, iría a pedirle que le enseñe uno de sus dibujos más tarde.

Daba vueltas en su cama, se le hacía imposible dormirse, pero lo logró. Luego de un par de horas el despertador sonó a las siete de la mañana horario en que debía llevar a sasuke a la escuela, por suerte entraba a las siete y media, por lo que tenía diez minutos para vestirse. Al sentarse en su cama y tallar sus ojos con sus dedos se levantó yendo hasta el baño para lavarse la cara para despertarse, hoy no debía ir a clases por lo que sería un día libre. No tenía ninguna responsabilidad hoy quitando la de llevar y buscar a su hermano.

Quitando que su hermano es su única responsabilidad también tenía la necesidad de ver aunque sea desde el auto al joven Deidara ya que sabía donde vivía, pero negó ante tal idea mirándose al espejo.

- "Es tu alumno. No puedes."

Dijo para sí mismo aunque por mucho que las ganas de verlo le ganen no podía ir a su casa porque si. Al estar ya despierto se vistió y salió hacia el comedor donde estaba su mamá, su papá y su hermano quien desayunaba.

- Buenos días.

Saludó a todos. Sasuke lo observó dejando la taza sobre la mesa ya vacía observando a nuestra madre para pararse, ya estaba listo.

- Gracias por el desayuno mamá. Estoy listo para que me lleves, nii-san.

- Vamos entonces.

Observe a mis padres y ellos se despidieron de Sasuke quien se subió al auto y yo hice lo mismo, jamás entendería como se despierta con tanta energía, o sea es un niño de diez años, todos tienen esa misma energía cuando son chicos.

- Nii-san. Quiero contarte algo antes de llegar.

- Sabes que podes contarme lo que sea. Te escucho.

No desvíe la vista dejándola enfrente. Sasuke asintió y sonrió antes de comentarle.

- Hay una niña en mi salón que según lo que me comentó Sai, gusta de mi.

Itachi lo observo desde el espejo retrovisor, viendo las muecas que hacía, definitivamente iba a matarle le ternura en algún momento.

- Se llama Sakura, y tiene el cabello rosa con tremenda frente. Una niña llamada Ino la molesta con eso. Es gracioso.

Sasuke se rió cuando recordó el apodo que Ino le dio a Sakura. El viaje fue entretenido tanto que ya habían llegado. Al estacionar y bajarse junto con su hermano, arreglándole parte del uniforme, lo acompañó hasta la entrada donde otro niño de cabello rubio y ojos azules entró antes que Sasuke.

- Ten un buen día en el colegio, Naruto.

Pronunció su padre, quien estaba acompañado de una mujer de cabello pelirrojo demasiado largo quien permanecía enojada, o más bien, tiene carácter. Seguramente estaba enojada porque llegaban tarde.

Sasuke me miro, y yo simplemente lo observé también para despedirme, el joven adulto seguía viendo a Naruto, compartieron un pequeño contacto visual, son idénticos por el color de los ojos. Se agachó para despedirse de su hermano.

- Te veré en la salida, Sasuke. Presta atención y pórtate bien. ¿Si? Vendré a recogerte.

Sasuke asintió y fue hasta la puerta entrando al colegio sonriendo. Quisiera que esa sonrisa estuviese siempre en su rostro por mucho tiempo odiaba verlo triste y mas si era por tema de nuestros padres. Antes de irme, esa pareja me detuvo.

- Tu eres el hermano de Sasuke?

Se quedó observándolos. Había algún problema con Sasuke, o más bien ¿Sasuke había hecho algo para que los padres del niño ojiazul me hablasen?

- Si, soy yo. ¿Porque, se les ofrece algo?

- Naruto nos comentó sobre ti. Parece que Sasuke y él no se llevan del todo bien. Por cierto, soy Minato y ella es Kushina.

Les dio una pequeña mirada rápida a ambos, parecían ser buenos padres.

- Puede ser. Sasuke no es de muchas palabras y eso puede ofender a cualquiera.

Afirmó pero no era el problema. ¿Cuál era entonces?

- Naruto también quiere a un hermano mayor como vos sos con Sasuke. Nos comenta que son muy unidos y casi siempre Sasuke habla de ti como si fueses su héroe.

- O al menos eso comenta, dice que eres bastante bueno también.

Pronunció la mujer luego de permanecer callada por bastante tiempo, parecía que su enojo se había ido por completo.

Que los papás de Naruto le digan lo que Sasuke pensaba de él se sentía cada vez más afortunado de ser su hermano mayor. Sonrió inconscientemente sobre eso, tanto que observo a la escuela un momento antes de volver a mirar a la joven pareja.

- Gracias por comentármelo.

- Estaría genial que algún día le dieras.. ayuda a Naruto. Te lo agradeceríamos, de veras.

Kushina me observaba algo avergonzada quizás ese era el motivo por el cual no hablaba. ¿Sasuke les contó a sus compañeros que soy profesor? Probablemente.

- Pues los días martes y jueves estoy ocupado con un alumno pero puede ser cualquier día. El viernes puedo estar con Naruto.

Comentó haciendo que ambos padres asintieran. Minato me observaba.

- Cobras por enseñar? Bueno, naruto sabe lo básico pero a veces le cuesta.

- Por el momento no estoy cobrando. Puedo ayudarle ya que parece que es amigo de mi hermano.

O eso suponía. Luego de charlar más o menos diez minutos más con la joven pareja pudo irse, les dijo que le enseñaría. Esto le servía bastante para su experiencia como profesor.

Al alejarse de la escuela y pasar por el colegio donde daba clases se preguntaba si el de ojos claros había asistido, por lo que decidió escribirle para sacarse la duda.

- "Hola, buenos días. ¿Fuiste a la escuela?"

Automáticamente tuvo respuesta.

- "No. Le di la excusa a mi mamá de que me sentía descompuesto para ir."

Conocía esa mentira. Seguramente se desveló toda la noche y no durmió casi nada. Quería ir a verlo.

- "Podrá parecerte raro. Pero quiero verte. ¿Que dices?"

- "En mi casa no hay nadie. Igual te recomiendo estacionarte lejos, podrían reconocer tu auto o algo. Y nos daría problemas."

- "Genial, estaré por ahí en diez minutos."

Su corazón latía a mil por hora. Vería al de ojos claros aunque sea por diez minutos y sin dudarlo se dirigió hasta la casa de Deidara rápidamente, dejando el auto esta vez a una cuadra por si acaso bajándose y caminando hacia esa casita humilde tocando el timbre una sola vez esperando a que le abriera.