-CAPITULO 39-

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-¿Qué hace aquí?, No se supone que debería de estar terminando los preparativos de la boda de su hija- le pregunte al momento que la mesera nos servía un café a ambos. Ella preparaba su café pero yo no apartaba mi mirada de ella. No sabía que es lo que realmente hacía aquí. 

-Lo tengo todo controlado-

-¿Como fue que me encontró?- 

Ella conecto sus ojos junto con los míos, tenía una mirada tan fuerte como la de su hija. 

-No eres el único que tiene contactos Nicolás, no me subestimes- 

-Nunca lo hice-

-Bien- 

-¿Qué hace aquí?- volví a preguntar. 

-Ya te lo dije, necesitamos hablar- 

-Si eso lo escuche, pero hablar ¿Sobre que?- me recargue en la silla y cruce mis brazos frente a mi

Ella tomo aire y lo saco lentamente mientras elevaba su mirada hacia mi. 

-Sobre Daniela- 

Ladee la cabeza sin entender muy bien porque querría hablar conmigo, porque si de una cosa estaba seguro, era de que ella no me quería en la vida de su hija.

Me quede callado esperando a que siguiera hablando. 

-Ella no es feliz- lo dijo sin más y yo eleve las comisuras de mis labios en una pequeña y arrogante sonrisa. 

-No quiero ser descortés, pero, dígame algo que no sepa- ella puso los ojos en blanco 

-Desde el secuestro Daniela no es la misma, le han costado muchísimo las cosas y más ahora que no estas- 

Un nudo se hizo en mi estomago, ella me necesitaba tanto como yo a ella. Pero esto era lo mejor, debía de alejarla de todos mis malos problemas así eso implicara rompernos el corazón a ambos. 

-Ella lo superará, tendrá una buena vida con Oscar- conteste entre dientes. 

-No lo creo, creí que todo eso la haría feliz, el tener un gran esposo, estar rodeada de gente importante y estar en el negocio de la familia- 

-Eso muestra el poco interés que tiene sobre su hija, no sabe ni siquiera que es lo que ella quiere en realidad- 

-¿Y tu si?- ella cruzo sus brazos y yo me apoye en la mesa sobre mis codos para acercarme a ella sonriéndole.

-Por supuesto que lo se- ella elevó sus cejas haciéndome un gesto que me incitó a hablar 

-A ella nunca le importaron las mierdas del dinero, ella no es como usted de interesada, ella no quiere estar casada con alguien a quien no ama, no quiere detenerse a estudiar lo que ustedes planean, quiere estar rodeada de arte y seguir su amor por crear tan buenas obras, ponerlas en un puto museo y que sea reconocida por su gran habilidad, tiene un gran corazón y no le importa de donde sea la gente, mientras le demuestran sinceridad y lealtad ella estará ahí- 

La madre de Dani bajo la mirada hacia su café mientras sonreía. 

-Al parecer nunca me equivoque sobre todas las cosas que pensé sobre ti Nicolás- 

-¿Que soy alguien de muy mal augurio para su hija?- ella negó con la cabeza 

-Que nadie amaría a mi hija como tu lo haces- 

Su comentario me tomo por sorpresa y me quedé sin palabras 

-Yo también tuve su edad, recuerdo lo que es enamorarse a la perfección, lo que es volverte loco por querer ver a esa persona, ver su deslumbrante sonrisa todos los días y querer que sus brazos te rodeen todos los días, y lo se porque aún estoy perdidamente enamorada de mi esposo- 

Bajo tus redesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora