Soy Charlotte Mikaelson. Si ese tipo de Mikaelson... soy el hereje original. Mi madre era una bruja, lo que me convertiría en una, pero yo soy un tipo de bruja especial era una bruja sifón, y mi madre al querer protegernos a mí y a mis hermanos, ter...
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Charlotte se encontraba en su antigua casa en Mystic Falls. La casa en la que creció y en la que se crio. Ella estaba recogiendo flores con Rebekah y su madre.
- Querida Rebekah entra la casa y comienza a poner la mesa. Tu hermana y yo nos encargaremos de llamar a tus hermanos.
- Claro madre.
Rebekah salió y Charlotte quedo sola con su madre.
- Sucede algo madre.- Pregunto Charlotte al ver la expresión de su madre.
- Si. Sucede que eres de lo peor y que no puedo pensar en algo peor que tenerte como hija. Eres una desgracia para la brujería y una vergüenza para nuestra familia.
- Madre yo...
- Basta. Por mi, al momento de darme cuenta de que no tenías magia te hubiera dejado en el bosque, pero como Mikael te "quiere" te has quedado. Solo recuerda que estas viva y aquí por la voluntad de él. Y porque le recuerdas a Freya.
- Pero madre, no es culpa mía.
- Si lo es Charlotte. Todo es tu culpa.
- Madre yo.
- No me hables.
Ester se dio la vuelta y se dirigió a su choza. Charlotte la siguió y al llegar no había nadie mas que ellas dos.
Ester tomo una navaja y se acerco a su hija. La menor de las rubias retrocedió y al ver que su madre no pararía hasta que su hija cayera muerta absorbió la magia de su madre hasta dejarla muerta.
- Mamá. Por favor vuelve. Yo no quise hacerlo. Yo te amo.- Lloro la joven.
Charlotte gritaba por ayuda. Ella no quería matarla solo quería que dejara de atacarla. A su hija. Su madre quería matar a su propia hija.
- Ay, mi pequeña.- Dijo una voz conocida muy cerca.
- ¿Padre?- Pregunto/ aseguro Charlotte con los ojos hinchados de tanto llorar.
- Mi pequeña y indefensa Charlotte. Has asesinado a tu madre.
- No. Yo no pretendía hacerlo.
- Pero lo has hecho. Has matado al amor de mi vida.
- Padre...
- Basta. Yo te defendí. Yo te cuide. Me debes la vida. Y a cambio has asesinado a tu madre. Al amor de mi vida
- Padre ella quiso matarme solo estaba defendiéndome.
- Ella jamás haría eso. Y al parecer tenía razón contigo. Eres mala. Eres una vergüenza. Debimos dejarte en el bosque hace tantos años. Abandonado. Ningún ser merece tener que convivir contigo, monstruo.
