Soy Charlotte Mikaelson. Si ese tipo de Mikaelson... soy el hereje original. Mi madre era una bruja, lo que me convertiría en una, pero yo soy un tipo de bruja especial era una bruja sifón, y mi madre al querer protegernos a mí y a mis hermanos, ter...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Charlotte estaba entrando a su casa en Mystic Falls. Llego sola ya que Arturo se fue a España a ver que su hermana no estuviera abandonada en un bar de mala muerte. Pensaba quedarse en su casa ya que quedarse en la casa Salvatore era una pésima idea.
Ese día en Mystic Falls era el día de la Memoria y el cementerio estaba infestado de personas. Ella se encontraba ahí porque sabía que lo más probable era encontrar a Stefan en un lugar de ese tipo.
Estaba en la cripta de los Salvatore viendo el nombre de Giuseppe Salvatore, el padre de los hermanos Salvatore. Ella lo odiaba de tan solo recordar el daño que les hizo a sus hijos. Ella tenía un gran aprecio a su cuñado Damon. Y cada vez que lo veía sentía que eran muy parecidos, al parecer ser maltratado por tus padre es algo que los Salvatore y los Mikaelson comparten.
Ella estaba escribiendo una carta cuando escucho un ruido. Salió de la cripta encontrándose con Stefan. Su corazón empezó a latir más fuerte y sentía que se desmallaba. No sabía si quería gritar, llorar, abrazarlo o atacarlo. Tenía un licuado de emociones.
- ¿Stefan?- Pregunto cada vez acercándose más, él se dio la vuelta y la escaneo de pies a cabeza
- Charlotte Mikaelson, mi esposa, ¿no?- Pregunto Stefan al ver a la rubia.
- ¿Qué? ¿Me reconoces?- Pregunto extrañada
- Estudie fotos. Eres más sexy en persona.- Explico y adulo el vampiro mientras bebía una botella de alcohol como si lo que dijo fue de lo más normal.
- Ok, gracias.- Dijo incomoda
- Perdón, yo estoy ebrio.- Se excuso el destripador
- Si. Si, se te nota. ¿Estás bien?
- Pues, si por bien te refieres a en camino a volver a ser el Destripador pues sí, perfecto
Un chico se acercó con vasos y llego Caroline quien se lo llevo.
- ¿Estás bien?
- La verdad no. Tengo tantas ganas de alimentarme.- Comento Stefan y salió con velocidad vampírica corriendo.
Charlotte lo siguió para asegurarse de que no se comiera a alguien. Cuando llego vio como Stefan casi mata a un hombre a quien Caroline ayudo y reconoció. Las rubias le explicaron a Stefan que era un buen hombre. Después de un pequeño sermón Stefan salió y Charlotte lo siguió para ver que no se comiera a alguien mas
- Stefan, sé que no me conoces, pero debes saber que yo jamás deje que esta parte de ti que no siente y destripa a quien sea te consumiera. Yo te amaba, amo y jamás lo deje porque sabía que tu volverías y no te gustaría ver lo que habías hecho.
- ¿Así que me seguías?
- No. Yo siempre estuve cuidándote, pero jamás te seguí. Deje que tu solo te dieras cuenta de que esa persona no eras tu. Porque para mí lo más importante es saber que puedo vivir conmigo misma y siempre admiraste eso de mí y por eso jamás me rendí contigo.
