Capítulo 13

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     Pasaron dos días, el fin de semana entero. Halcón había intentado contactar a (T/N) por todos los medios posibles, incluso había ido a su casa más de tres veces, pero solo era necesario que Dylan lo viera para que le cerrara la puerta en la cara más rápido de la que se la había abierto. Era más que obvio que él estaba enterado de todo, así que luego de la cuarta vez que le cerraron la puerta, sin oportunidad alguna de hablar, decidió que intentaría hablarle en la escuela, allí su hermano no podría impedírselo. 

     Esa mañana (T/N) se despertó más temprano de lo usual, desde que había recibido la llamada de Blake dormía poco o prácticamente nada, para aprovechar el tiempo comenzó a seleccionar su ropa, por primera vez se daba cuenta de que en su closet había demasiado negro, por no decir que, a simple vista, era su totalidad. 

     Para cuando estuvo lista escuchó a Dylan salir de su cuarto, arrastrando lentamente los pies, eso le indicó que acababa de despertarse, así que se recostó a esperar que él fuera a "despertarla" estando en sus cinco sentidos. 

***

-(T/N) ya leva-

-Buenos días, ¿qué hiciste para desayunar?

-¿Otra vez no pudiste dormir? 

-Más o menos si, pero ahora solo quiero comer algo e irme a la escuela. 

-Bien, bajemos. 


     Ambos hermanos desayunaron con tranquilidad, sobre lo ocurrido en los últimos días Dylan no quería preguntar y (T/N) no quería hablar, así que también estaban muy callados. Por lo menos así fue hasta que ella se levantó. 


-¿Llevas todo?

-Si, todo. 

-Más te vale, tengo que ir a la oficina hoy así que no estaré para llevarte un libro si es que se te queda. - ... - ¿No iba a venir por ti ese flacucho hoy?

-Le dije que no viniera, con Blake suelto no sé en que momento se presentará ante mi y no quiero que nadie corra un riesgo innecesario. - ... - Ya me voy, suerte en la prisión corporativa. 

-Suerte en la prisión educativa, ¡y no te metas en problemas!

-¡No lo haré!... ¡tal vez!


     (T/N) cerró la puerta tras de si y comenzó a caminar a  la escuela, sin darse cuenta del auto conocido que estaba estacionado frente a su casa y que comenzó a seguirla cuando salió. 


-(T/N). - Era Halcón, la seguía con lentitud y con la cabeza asomada por la ventana. 

-Ay no puede ser. - Susurró para si misma fingiendo que no lo escuchaba. 

-(T/N) no me ignores, he intentado hablarte por más de tres días. 

-O, tres días, acaso Kreese te permitió hacerlo o solo no tuvieron entrenamiento y no sabías en que demonios ocupar tu tiempo.

-Vamos (T/N), nos conocimos en el dojo, tú sabes como es eso. 

-Al parecer "eso" es no tener tiempo para tu novia y solo prestarle atención cuando no tienes que golpear personas. 

-Es un deporte y tú bien lo sabes. 

-¿Romperle el brazo a tu mejor amigo es un deporte?

-No metas al nerdo en esto. 

-No, si lo hago porque por él me di cuenta de en lo que te convertiste con el sensei Kreese Halcón, y hasta que tú no rectifiques tu comportamiento, yo no estaré contigo, ni como novia ni como amiga. - Con eso pasó de estar caminando a correr a la escuela, Halcón freno el auto ante aquello, pero en lugar de pensar en lo que le había dicho se enojó y golpeó el volante haciendo que la bocina sonara. 

La cobraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora