La verdad

934 88 9
                                    

Hipo

Dalla me despertó en la madrugada para decirme algo muy importante, no tengo ni idea que que sea pero debe ser importante.

- Hipo, despierta-susurro, supongo que no quería despertar a Chimuelo-tengo que hablar contigo.

-Pasa algo malo, Dalla-le dije casi dormido-estas bien.

-Tengo que contarte algo muy importante-respondió dándome un tarro y un plato con pan-no puedo seguir mintiendo, después de todo lo que han echo por mi, y no he hecho mas que mentirles, mucho de lo que saben sobre mi es una mentira. Quería decirte todo esta tarde, pero cuando llego Patán no pude hacerlo.

Me preocupe un poco por lo que dijo, le había dado toda mi confianza a Dalla, que ella aceptara que había mentido le daba la razón a mi padre y a Astrid, pero quiero escuchar la verdad.

-Por que me dices esto-le pregunte dejando lo que me había dado a un lado.

-Es una tortura saber que te estaba mintiendo-dijo aun incada junto a mi cama-merecen saber la verdad. Y te lo diré todo, cuando ya lo sepas podras...yo...entendere si ya no quieres volver a verme.

Nunca me cruzo por la mente que Dalla se fuera de Berk, pero ella cree que la verdad me hará desearlo, que clase de verdad es esta, ahora mas que antes, debo saber.

Me levante de la cama y ayude a Dalla a ponerse de pie, no podría dejarla hay incada en el piso mientras me contaba la verdad. Tome su mano y la guíe hasta su cama, donde me senté a su lado y nos tapamos juntos con la manta, había olvidado el pan y el tarro haci que me levante, fui por ellos y volví a la cama.

-Estoy listo-le dije dándole un trago al tarro-cuantame tu historia, la verdad.

Ella sonrió alegremente, aunque se notaba que algo la molestaba.

-La verdad es que, mi nombre si es Dalla Valencico II y si llevo mas de dos meses de viaje-bromeo ella, era una buena forma de comenzar-pero no llegue aqui por un viaje tradicional en el que demuestras que ya eres mayor; escape de casa por que mis padres querían obligarme a casarme.

Pude haber esperado cualquier cosa, pero nunca se me ocurrió que ella hubiera escapado por que querían casarla; pero y si la marca en su espalda también tiene otro significado.

-No me esperaba eso-dije confundido-por que no me dices todo, desde el principio, desde tu nacimiento.

-Esta bien-respondió ella cabizbaja-cuando naci todo el pueblo se alegro por tener otra garraveneno, en ese tiempo mi abuela seguia viva, pero ella murio cuando yo tenia pocos meses, aunque en realidad no se nada sobre ella, nunca nadie me a querido decir algo sobre como era ella, solo me decian que debía hacer para seguir sus pasos. Desde que era niña me educaron para seguir todas las reglas de mi pueblo, todas y cada una....eso fue...hasta que encontré un terrible terror herido en la playa, lo cuide junto con mi hermana mayor, Lynae, esa fue la primera ofensa contra mi pueblo.

-Tienes un dragón y todos te rechazan-dije recordando como fue cuando descubrieron a Chimuelo-te entiendo, continua.

-Crei que mi hermana me ayudaría a esconderlo-dijo apretando los puños-pero ella me delato, les dijo a mis padres que yo tenia un dragón de mascota, todo el pueblo se volvió loco...me encerraron durante semanas después de eso. Cuando pude salir de casa de nuevo...digamos que solo podía salir para cumplir con mis tareas...pero mi abuelo y mi hermano me enseñaron mucho, incluso a sobrevivir fuera del pueblo, gracias a ellos los años que pase encerrada no fueron tan malos.

Dalla paso por muchas cosas en su infancia, es admirable.

-Después de eso-siguió ella-cometí otras ofensas menores...otras no tanto...hablar con alguien de alto rango como si no lo fuera, ir al bosque sola,-despues de que dijo eso, una sonrisa se dibujo en su cara-cosinar el pan que vendía mi padre cuando mi madre enfermo, todos los que habían comido ese día quedaron inmóviles, jajajajaja, pero el castigo fue el mas grande que había sufrido hasta entonces, 2 latigazos en la espalda...yo solo tenia 10 años y había querido ayudar. Después de eso fue cuando comenze a romper mas reglas, cada vez mas importantes y acarreando cada vez castigos peores. Mi abuelo insistía en que ese lugar no era para mi, tantas reglas encademaban mi espíritu de dragón, el quería que escapara, convenció a mi hermano mayor, Steit "El guerrero sin miedo", de que debía escapar y que necesitaba que el me ayudara, pero yo estaba aterrada, no me atrebia a escapar. Yo tenia 13 años cuando mi familia salio a pasear por el bosque, un Pesadilla monstruosa nos ataco. Mi abuelo ya no era tan ágil ni rápido, debí haber echo algo, pero yo no podia ir a ayudarlo, ese dragón lo mato, por eso le temia tanto a Diente Púa, después de eso me encerré en casa durante días.

Media sangre de dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora