Media sangre de dragon

Mejor largate

Dalla

Hipo me ofreció ayudarles en las practicas de vuelo, se que he volado casi toda mi vida y tengo mas practica que ellos, pero con un ala rota creo que seria mas una carga que otra cosa.

Volamos juntos sobre Chimuelo dando vueltas y tocando las nubes hasta que llegamos a la academia, al parecer todos estaban felices de verme, todos excepto la rubia de antes, ella me veía con furia, no sabría decir por que, no podría ser por mi gente ya que hace generaciones nos distanciamos y nunca la había visto antes por lo que no podría ser algo personal, por que me odia tanto.

-Llegas tarde, Hipo-refunfuño ella.

-Lo ciento-le dije intentando desviar su furia de Hipo-fue mi culpa, yo le pedí que me llevara a volar por Berk.

Pero ella estaba mas que furiosa, si la mirada pudiera matar, la que ella me dio lo habría hecho.

-Por que no nos presentamos formalmente-interrumpio Hipo intentando distraer a la chica-como ya sabes, me llamo Hipo Horrendo Abadejo III, y soy el jefe de la academia de dragones de Berk. Bien, quien sigue.

-Sigo yo-dijo Patapez antes que nadie-me llamo Patapez Ingerman, guardián del conocimiento de dragones.

El se veía tan alegre y regordete que no pude evitar sonreír, nunca había sonreído de esa manera, en mi aldea siempre lo hacia por compromiso, por que era alguien importante o por las relaciones de mis padres con el resto del pueblo.

-Es mi turno-grito Brutacio emocionado.

-Claro que no-dijo Bruthilda golpeándolo.

De nuevo estaban peleando por alguna tontería, al parecer es algo común entre ellos.

-Mientras estos idiotas pelean me presentare dijo Patán besando mi mano-Patan Mocoso, para servirle mi lady.

Por que el era así con migo, no lo soporto, nunca lo hice, que alguien fuera así con migo fue una de las razones para que escapara. En fin, decidí ingnorarlo y seguir con las presentaciones, ya conocía a los gemelos, aunque Hipo quería que todos nos presentaramos, solo faltaba la chica rubia.

-Chicos-dejo Hipo interrumpiendo la pelea de los gemelos-dejen de pelearse y presenten se.

-Esta bien-dijeron de mala gana-me llamo Brutacio Thorston y manejo la cabeza izquierda del cremallerus.

-Pues yo soy Bruthilda Thorston-respondió ella.

-Parece que solo falto yo-dijo la chica de mala gana-me llamo Astrid Hofferson y mi dragón es un Nader Mortal llamado Tormenta. Ya me presente, estas feliz Hipo.

-Por que estas tan molesta con migo-le grite mientras subía a su dragon-acaso te hice algo.

-A mi no-respondio a gritos-pero quien sabe que podrías hacer entre nosotros. Podrías ser una espía que enviaron para buscar nuestras debilidades.

Eso último me dolió enserio, esta bien que la mayor parte de lo que les e dicho a sido una mentira, pero no tiene por que pensar todo eso. Estaba a punto de explotar pero ella se me adelanto.

-Seria mejor para todos que te largaras de aqui-grito sobre su dragón.

-Creeme que me gustaría alejarme de personas como tu-le grite furiosa-de personas que juzgan sin conocer. Pero a menos de que me quieras llevar en tu dragón o darme un barco y proviciones para al menos una semana, me tendré que quedar aquí.

-No me importa-refuto ella alejándose en su dragón-has lo que quieras pero alejate de mi.

Astrid se fue furiosa y yo me quede hay, igual de furiosa con pequeñas llamas saliendo de mi boca.

-No le hagas caso-me dijo Hipo poniendo su mano sobre mi hombro, y de algún modo tranquilizandome-no se que le pasa, pero sera mejor que la evites.

-Lo entiendo-respondí sin animos-no me acercare a ella.

Me sentía dolida por todo lo que dijo, pero el orgullo no me doblegaría. Lamento lo que paso, Astrid y yo abríamos podido ser muy unidas, ahora no hay vuelta a atrás.

-Por que no empezamos con la lección de vuelo-dije con una sonrisa forzada.