Desayuno, un beso y un vuelo.

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Llego el momento (redoble de tambores) la nueva portada y un cap especial dedicado a la ganadora del concurso.

Felicidades @NitaGode ganaste el concurso; de ahora en adelante todos veran tu portada de la historia.

Por ser un capitulo especial y por estar estrenando portada nueva, esta vez va a narrar CHIMUELO aunque sea un poco extraño así va a ser.
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Chimuelo

Al fin puedo viajar un poco la guardia, Hipo confía en Dalla y me convenció de darle una oportunidad, si mi mejor amigo cree que alguien es de fiar debo darle una oportunidad, con Dalla no se equivocó, ella si que es de fiar.

Ayer en la tarde me emocione mucho cuando tragimos la cama en la que ella dormiría, Diente Púa y Tormenta la tragieron mientras yo volaba con Hipo. Cuando Hipo me dijo que la buscara me puse a saltar y salí por la ventana, la encontré y la traje aquí. Después de que le dijeron que se quedaría todos nos fuimos a dormir.

A la mañana siguiente

Huele delicioso, que sera, termine de despertarme y me fige en las camas, Hipo estaba dormido pero Dalla no estaba, a donde se habrá ido. Termine levantandome y bajando a buscarla, la encontré en la cocina frente a un caldero con algo burbujeante que holia de lo mas delicioso que había olido en toda mi vida.

-Buenos días, Chimuelo-me dijo en cuanto me vio y sirvió un plato grande de lo que fuera que estaba cocinando-buen provecho.

Me acerque a el plato y lo prove, era lo mas delicioso que pudieran imaginarse, la comida de los dioses. Ni siquiera termine de comer cuando Dalla me quito el plato y se dirigió a la cocina de nuevo, nadie le quita la comida a un Furia Nocturna, le gruñi pero cuando me di vuelta ella me estaba sirviendo el plato de nuevo.

-Toma, Chimuelo-dijo poniendo el plato frente a mi de nuevo-veo que te gusto.

Seguí comiendo hasta que ya no pude mas, debí comer al menos 3 platos antes de rechazar la comida, era delicioso pero llegabas a un punto en el que ya no podías moverte.

Me acosté al lado de las escaleras y me quede hay mientras Dalla terminaba su plato. Pasamos un rato a solas mientras comía hasta que Estoico entro a la cocina.

-Huele delicioso-fue lo primero que dijo, antes de saludar-que fue lo que preparaste, Dalla.

-Un estofado de yack-le respondido poniendo un plato grande frente a el-disfrutalo.

Estoico comió y comió, temí que no dejara nada para Hipo, que raro que no se alla levantado, supongo que no fui el único que lo penso, por que Dalla sirvió un plato mediano y camino a las escaleras, ella subio la mitad de las escaleras con la cabeza gacha, esos son los momentos en los que quiciera que los humanos me entendieran, podria haberle dicho que Hipo estaba bajando a toda velocidad y que podrían chocar.

Cuando chocaron Dalla soltó el plato que le llevaba que termino rompiendoce en el piso, ella podría haber caido de no ser por que Hipo la sujeto por la cintura y el se sostuvo de la biga que había a un lado. Lo vi ponerce rojo como nunca cuando ella se sostuvo de su cuello para no caerse, ni siquiera con Astrid se había puesto rojo, hay algo entre ellos, yo lo se.

-Buenos reflejos, Hipo-le dijo ella al oído-pero me gustaría bajar.

El se impulso con la mano que tenia en la biga y la soltó cuando ya ambos estaban bien parados, Hipo parecía un tomate, a mi amigo le gusta la raquidia y creó que a ella le gusta el, se les nota por la forma en que se miran el uno al otro.

Cuando Hipo recupero su color natural se sentó en la mesa frente a su padre, que ella había terminado de comer y estaba por salir, era obio que no se dio cuenta de lo que había pasado en las escaleras, en fin salio de la casa y se fue a atender algunos asuntos de jefe.

Dalla regreso con otro plato y se lo dio a Hipo, lo abrazo por la espalda y le dijo algo al oído, que de no tener el increíble oído de un dragón no podrías oír.

-Disfrutalo-le dijo al oido-mi HEROE VIKINGO- y le dio un beso en la mejilla.

Regreso el color rojo, Hipo era un tomate otra vez, pero Dalla no le presto atención y se puso a recojer los pedazos del plato roto. No pude evitar reírme al verlo tan rojo, era un tomate con ojos verdes.

-Muy gracioso, lagartija voladora-dijo el tomate.

-No le creas, Chimuelo-me dijo Dalla dejando a un lado el trapo con los pedazos rotos-solo esta celoso de que tu puedes volar, aunque ahora lo necesites a el para hacerlo-después de eso me dio un beso en la frente y se fue a la cocina. Salio de la cocina y subio a la habitación.

-Hey, Dalla-grito Hipo llevando su plato a la cocina-vamos a ir a la academia a una lección de vuelo, quieres venir o prefieres quedarte en el pueblo.

-Me encantaría ir-grito de regreso-aunque no se como ayudaría si no puedo volar.

-Has volado toda tu vida, sabes mas de vuelo que cualquier jinete de dragon-dijo Hipo haciéndome una señalara que saliera-te esperamos afuera.

Salimos de la casa e Hipo subió a mi espalda, solo esperábamos a Dalla para irnos, no veía a ningún dragón, todos deben estar esperándonos en la academia. Ya se nos había echo tarde cuando Dalla salió de la casa con el cabello recogido en una trenza de lado, se veía muy linda y a juzgar por la sonrisa de tonto en Hipo el tambien lo pensó.

Ella subió a mi espalda, detrás de Hipo y salimos volando, Hipo quería mostrarle Berk, volamos haciendo algunas piruetas en el aire hasta que llegamos a la academia. Cuando entramos lo primero que note fue que Astrid estaba furiosa, Dala le caía mal y no lo ocultaba, también que todos la miraban embobados, era linda y todos lo sabían.

Media sangre de dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora