Paseo por Berk

1.1K 87 11
                                    

Dalla

Después de salir del taller de Bocón, Estoico me llevo por todo el pueblo presentandome a algunas personas, entre ellos había un hombre gigantesco con una cubeta en la cabeza, según su amigo Abono, el se había roto la cabeza por culpa de los dragones y por eso usaba una cubeta en la cabeza, curiosamente se llamaba Cubeta.

-Ahhh-grito Cubeta-tiene un dragón en la espalda.

-No Cubeta-dijo Abono-ella es así, la acabas de conocer, acuerdate.

-Lo hice-respondio rascandoce la cabeza-no lo recuerdo.

Estoico decido que era mejor dejarlos discutir a solas y seguir con el recorrido por la aldea. Todos los que estaban en los alrededores se me quedaban viendo, a mis alas en especial; muchas veces había sido el centro de atención, mientras hacia mis tareas diarias muchos se me quedaban viendo como si fuera un bicho raro, aunque en realidad se podría decir que si lo era; todas las mañanas salia a recojer agua del poso y regresaba a casa, después iba por leña con los leñadores y no volvía a salir de casa hasta el día siguiente, eran raras las ocasiones en las que se me veía caminando por la aldea, ni siquiera era yo la que visitaba a mi hermana y mis sobrinos, siempre tenían que ser ellos los que iban a casa. Sólo una vez pude ir a verlos, mis padres me pidieron que fuera a su casa para que cuidara a mis sobrinos mientras ella y mi cuñado iban a una reunión del pueblo en el gran salón a la que yo no debía asistir.

Recorromos la aldea y fuimos al gran salón a comer algo, Estoico me pidió que me sentara en una mesa al centro del salón mientras el iba por algo de comer, todos me miraban extrañados, después de unos minutos regreso con un par de tarros con leche de yack y unos platos con pollo. Comimos muy bien, todo estaba delicioso, a diferencia de las viscosas algas que había tenido que comer en mi viaje. Después de comer salimos para terminar el recorrido.

Mientras caminábamos por la plaza vi como un anciano llevaba una carreta llena de coles y una oveja por el sendero, la carreta estaba muy cerca del borde del escalón y terminaría cayendo y regando las coles por todos lados, "Ayudar a un viejo, gran estrategia para agradarles a todos" al menos eso pensé, cuando una de las llantas delanteras estaba por caer me separe de Estoico y corrí para sujetar la carreta. Cuando se dio cuenta de que su cosecha iba a caer y que yo lo evite el anciano grito levemente y acomodo firmemente  la carreta en el piso.

-Gracias niña-dijo el viejo.

-No fue nada-reapondi cortésmente saliendo de detrás de las coles.

Obviamente fue una pésima idea, al ver mis alas el viejo grito como nunca antes he escuchado en mi vida y me golpeo con su bastón, suerte que Estoico se dio cuenta de todo y corrió a ayudarme, le quito el bastón y le grito al viejo.

-Mildew-grito amenazándolo-si vuelves a tocar a Dalla yo personalmente me encargare de tirarte al mar amarrado a un mastil.

-No puedo creerlo, Estoico-respondio el viejo-tu, nuestro líder, defendiendo a esta "cosa".

Yo estaba impactada, ese Mildew, a pesar de que lo ayude con su carreta, me insulto, estaba a punto de defenderme, o en otras palabras atacarlo cuando Estoico me detuvo.

-Mildew-volvio a gritar Estoico deteniendome-sera mejor que te largues si no quieres que te lance al mar.

No llevaba mas que una hora en el pueblo y ya había alguien que me odiaba, el viejo y poco amigable Mildew detestaba a los dragones y a mi. El refunfuño un poco y luego se fue llevándose sus coles y a su oveja, "Me alegra que se allá ido" suspire mas fuerte de lo que hubiera querido ya que Estoico me escucho y se comenzó a reír a carcajadas.

-Aqui entre nosotros-me susurro en voz baja-a mi también me alegra y sera mejor que lo evites, como muchos por aquí.

Seguimos el recorrido hasta el atardecer, Estoico me contó su version de lo que paso cuando Hipo conoció a Chimuelo, como padre y jefe tenia que hacer lo mejor para ambos, lo que era muy difícil.

Cuando atardecio estaba por irme a la academia a dormir cuando aparecio Chimuelo brincando de alegría.

-Creó que la sorpresa para ti esta lista-respondió Estoico-ven, quieres ver esto.

Termine siguiéndolos hasta su casa y cuando entre no había nada fuera de lo común, Hipo bajo las escaleras que había a mi izquierda corriendo y me tapó los ojos con sus manos.

-Tenemos una sorpresa para ti-dijo empujandome para que subiera las escaleras frente a el.

Llegue al ultimo escalón y abrí los ojos, habían un par de camas, una era algo grande, pero que significa.

-Como jefe de la academia de dragones, te felicito Dalla ya eres un miembro oficial de la academia de dragones. Y vivirás aquí.

No podía borrar la sonrisa de mis labios, estaba infinitamente feliz. Me di vuelta y los abrace a ambos, luego me separe de Estoico y abrace a Hipo para agradecerle por hacerme miembro de la academia.

Ya era tarde y estaba muy cansada, me dirigi a la cama grande, según Hipo era para que mis alas no me incomodaran, me recoste y me tape con la manta, no tarde en quedarme dormida.

Hipo y su padre habían echó mucho por mi, lo menos que podía hacer para agradecerles era prepararles una rica comida, decidido, mañana en la mañana me levantare temprano para prepararles el desayuno, para empezar.

________________________________________________________________________
Que les pareció, odian a Mildew tanto como yo. Jajajajaja.
Se que me atrace un poco con la historia pero ya esta este capítulo.

Sigan participando en el concurso, tal vez ganen. :-)

Media sangre de dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora