Alas rasgadas (Pesadilla de la abuela I)

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Dalla Valencico I

Estaba sentada en mi casa bebiendo una taza de té cuando alguien entró sin avisar.

-Dalla-dijo agitado-la hija de los Henffires esta por dar a luz.

Me levante de un salto y salí de casa, corrí a toda velocidad hasta la casa de los Henffires, el jefe de la aldea, fue una gran coincidencia que ella diera a luz hoy, según la adivina, mi hija Kaysa dará a luz a su tercer hijo, ella dice que será una niña garraveneno, me preocupa un poco que ella sufra lo mismo que yo por el simple hecho de ser una garraveneno.

Todos en la aldea volaban sobre mi cabeza mientras yo sólo seguía corriendo, maldije por lo bajo, pero luego una sonrisa apareció en mis labios, como me alegra haber tomado la desición de rasgar mis alas años atrás.

Flashback

-Papa-grito Dala Valencico llegando a casa-he traído la harina y Gilles me ayudo con la leña.

-Gracias chicos-respondio el padre sin despegarse de los hornos de pan-dejen todo en la mesa y pueden irse.

Al salir de nuevo de casa de la señorita, caminaron por el pueblo, Dalla era la única garraveneno y todos estaban a la expectativa de quien elegiría como esposo, a pesar de haber recibido múltiples propuestas, su familia decreto que ella elegiría.

Se acercaba el atardecer cuando un guerrero llegó al pueblo, su armadura era atemorizante y su complexión aún más, sin más el guerrero camino hacia la casa del jefe y casi tiro la puerta. Todos estaban a la espera de lo que pudiera pasar.

De la nada, la puerta cayó, el guerrero había lanzado al jefe de la aldea contra la puerta y salió buscando alguien con la mirada, paso por encima del jefe y grito a todo pulmón haciendo retumbar la tierra.

-Buscó a la garraveneno entre ustedes-grito haciendo que el silencio se esparciera-entregate o mataré a uno por uno hasta que salgas por ti misma.

Dalla contuvo el aliento, en sus manos estaba la vida de muchos, estaba por dar un paso al frente cuando Gilles tomó su mano indicándole que no lo hiciera. El guerrero se comenzaba a impacientar, tomó a una chica del brazo y puso su afilada hacha a su cuello, Dalla se soltó de su agarre y corrió al frente de la multitud, se paro frente a todos y se lleno de valor.

-Yo soy la garraveneno que buscas-grito controlando su temblorosa voz.

El guerrero soltó a la chica y camino hacia ella, tomó su mano y comprobó lo que decía. Tomó una soga y ató sus manos para llevarla como su prisionera.

Todo el pueblo miraba con impotencia como se la llevaban, hasta que Gilles se armó de una combinación de odio y furia y salió volando a su encuentro, a pesar de tener escamas y garras en una mano, no tenía oportunidad contra el fiero guerrero, almenos hasta que los guerreros de la tribu se unieron rescatando a Dalla del enemigo, de la nada, aparecieron más y mas, hasta que los guerreros Yancare no se dieron abasto. Los protegían a la garraveneno y a los niños y su aldea, la batalla que se libro fue formidable, hasta que lograron capturar a la garraveneno. La llevaban arrastrando por los aires, forzándola a aletear de una forma extraña que evitaba que escapara.

Pero sus manos volvían a estar libres, de un movimiento había paralizado a sus apresores, más no sirvió de mucho, ya que habían capturado a Gilles y amenazaban con cortarle en cuello con un hacha.

Dalla se parlizo al instante. Sintió que su corazón se salía de su pecho al lograr ver una gota de sangre resbalar por su cuello, fue entonces que se dio cuenta de que prefería sufrir ella a verlo sufrir, amaba a Gilles; debía tomar una decisión importante, si se entregaba sabía que no volveria, causándole dolor a todos los que amaba y la amaban, pero si peleaba, posiblemente todos morirían. Entonces una idea paso por su mente, una frase común entre los raquiras sin importar su aldea "Un raquira necesita sus alas para considerarse como tal" al pensar estas palabras, su piel se erizo, en verdad estaba dispuesta a rasgar sus alas, el orgullo de todo raquira por su pueblo, por Gilles...si...en un sólo movimiento había cerrado sus alas y clabado sus garras en ellas para después bajarlas dejando la membrana hecha girones, el dolor y la sangre no se hicieron esperar mientras todos intentaban evitar su caída en el mar, pero el más rápido fue Gilles, quien había sido liberado al ver que no tenían nada ma que hacer en ese lugar, una raquira que no puede volar no les sirve de nada.

Gilles había llegado justo a tiempo a atraparla antes de que chocará contra la fría agua de la isla, voló tan rápido como podía hasta llegar con el médico de la tribu, quien atendió a Dalla tan rápido como era posible, había detenido la hemorragia y hecho algunos cortes y bendado sus alas para darles oportunidad a las heridas de cicatrizar bien, pero Dalla no volvería a volar otra vez, ni el poder combinado de Odin, Thor, ni de nadie mas podría regresarle sus alas.

Habían pasado ya 3 días de que Dalla estaba inconsciente y Gilles no se había separado de ella en ningún momento, hasta que salto de alegría al verla abrir sus ojos. La noticia de que Dalla había despertado se esparció por todo el pueblo, al igual que su desafortunada situación, ella no volvería a volar nunca más.

Días después todos sabían la buena nueva, Dalla Valencico y Gilles Hunturme se casarían en una semana.

Fin flashback

Llegue a la casa del jefe y subí al segundo piso, recostada en la cama estaba la hija del jefe, corrí hacia ella y hice traer algunas cosas, las labores de parto duraron casi 2 horas, el llanto de un bebé les dijo a todos que el pequeño había nacido, los abuelos y el padre de éste entraron a verlo.

-Es un sano y hermoso varón-dije entregándoselo a su madre.

Después de eso regrese a casa a lavarme, había sido una larga tarde y aún tenía que atender a algunos enfermos.

Al terminar el día fui directo a casa de Kaysa y Aren, quería asegurarme de que el bebé estuviera bien, después de todo nacerá pronto. Al llegar, Aren me abrió la puerta y me invitó a sentarme en el comedor con Kaysa y mi esposo, no me sorprendió verlo, siendo Kaysa nuestra única hija y que ya nos dio 2 hermosos nietos sabía que el no se alejaría de ella ni un momento.

-Como te has sentido últimamente, cariño.

-Buen-respondió-incluso mejor que las otras ocasiones.

Después de revisar su salud regresamos a casa.

2 semanas después

-Tranquila cariño-dije a Kaysa-sigue pujando.

Un momento se escuchó un llanto, la adivina tenía razón, era una niña preciosa, la envolví en una manta y revise sus manitas, tenía garras y escamas cubiertas de una delgada membrana, mis temores se realizaron, era una garraveneno, sacudí ka cabeza y se la entregue a Kaysa, su sonrisa era radiante, pero triste, los garraveneno siempre estaremos en peligro de que los Recarders vengan a buscarnos.

Media sangre de dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora