No es lo que parece

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Hipo

Ayer tuve un extraño presentimiento sobre Dalla y que ella estuviera sola en la academia, desperté a Chimuelo a las 3 de la madrugada y lo obligue a llevarme a la academia. Supongo que ya no creerá que Dalla es mala, después de todo la hizo que comiera pescado regurgitado.

Chimuelo y yo pasamos la noche con ella en su jaula y cuando amaneció fui el primero en despertar, no era nada nuevo con Chimuelo, el siempre despierta tarde, pero con Dalla debería tener algo que ver con que no podía dormir. Abrí los ojos y la vi acostada sobre Chimuelo, aun la tenia abrazada y se veía muy hermosa, me sentí mas extraño que antes, quería besarla pero no debía, que pasaría con Astrid, la tentación me domino y bese su mejilla aunque quería besar sus labios.

-Hipo-escuche fuera de la jaula-que haces aquí y por que la abrazas y la besas.

Voltee rápidamente y vi que era Patapez, que suerte, si hubiera sido Astrid o Patán estaría muerto.

-De que estas hablando-dije sacando mi brazo de debajo de la cabeza de Dalla, por poco despierta pero se volvió a dormir-Chimuelo y yo vinimos a acompañar a Dalla, eso es todo.

-Pues no lo parece-dijo cruzándose de brazos, estaba hablando de cuando le di un beso pero no quería enfrentarlo.

Trate de explicarle a Patapez que no era lo que parecía, pero el solo repetía una y otra vez lo que había visto, a mi dándole un beso a Dalla.

-Esta bien, Patapez-termine diciendo después de una larga discusión-tu ganas, si le di un beso a Dalla y si la estaba abrazando. Pero por favor no le digas a Astrid ni a Patán de esto.

-Esta bien- respondió-no les diré nada a los demás.

Me sentía aliviado cuando el prometió no decir nada, estaría muerto si Patán se enterara y seria aun peor con Astrid. Creí que no se sabría nada, después de todo era temprano pero alguien llego, era Patán.

-Decirnos que- grito entrando a la academia.

-Que deben guardar silencio para no despertar a Dalla-dije evitando el tema verdadero-paso una mala noche.

Patán fruncio un poco el ceño y después se dirigió a la jaula de ella, no quería que la despertara, pero tenia que hacer algunas cosas fuera de la academia antes de tener otra lección. Chimuelo estaba un poco indispuesto así que decidí caminar al pueblo para pedirle unas cosas a Bocón.

Era un largo camino hasta la aldea pero me haria bien caminar un poco, despejar mi mente de todo lo que había sucedido desde que Dalla llego a Berk y de lo extraño que me hacia sentir. Salí caminando tranquilamente y me dirigí a la aldea cuando Astrid paso volando sobre Tormenta y se ofreció a llevarme al taller de Bocón, le pedí que hiciera un arnés para sujetar las alas de Dalla en una sola pocicion para que les permitiera sanar y debía ir a recojerlo esa misma mañana, trabajo realmente rápido.

Media sangre de dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora