Mi padre se casó con una mujer a la que apenas conocí; ella tenía un hijo, un hijo del que me enamoré, un hijo al que mi padre amaba como si hubiese sido suyo, su hijo que una vez fue mis alas y quién luego me las cortó. Que ilusa fue aquella niña...
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-Bien niños quiero que para este trabajo dibujen a aquello o a aquellos que se le vienen a la mente cuando piensan en la palabra felicidad.-
Ya habíamos aclarado el talento de Elsa sobre el arte bueno el dibujo no era el fuerte mas grande de la platinada; pero desgraciadamente había decidido no bailar o tocar ningún instrumento por ahora, no hasta que dejara de llorar cada que interpretaba una pieza, esto porque todo eso le recordaba a su madre y hermana. Por ello tenia que buscar alguna actividad extracurricular como esgrima, equitación, pintura o alguna cosa científica y como en casi todos de esos le iba mal pues prefirió el único donde ella no saldría lastimada físicamente de llegar a equivocarse.
Así que ahí estaba al lado de la talentosa Rapunzel y de la obligada Mérida, a quien cuya madre la había metido ahí para que aprendiera de algo llamado paciencia y constancia, cosa con la que la pelirroja no contaba tanto.
-¿Que dibujas Mer?- Elsa volteo a ver a la pelirroja sentada en el taburete a su lado, la pelirroja apenas había empezado a pintar y ya tenia casi toda la mano manchada de pintura negra.
-¿Pues a quien mas? Sino a mi bebe Angus.- (Si eso no se parece para nada a Angus) Pensó para si la platinada girándose a Rapunzel, ella tenia entre sus manos una paleta llena de colores verdes.
-¿Y tu Punz?- La rubia dirigía el color verde en líneas muy precisas en el lienzo formando una base perfecta.
-A Pascal. Es mi mejor amigo.- El mejor amigo de la rubia Corona era un pequeño camaleon que sus padres le habían regalado para su cumpleaños numero 4 ahora ella lo adoraba con el alma. -¿Que harás tu Els?-
La platinada lo pensó mucho, casi siempre cuando le preguntaban que la hacia feliz no pensaba tanto y sin dudar dos veces contestaba que su familia pero ahora habían dos personas mas en su familia, dibujar a su mascota seria lo mas lógico para ella pero ya todos lo estaban haciendo, incluso Moana dibujaba a su cerdo.
(Gerda, Kai, Papá, Mamá, Anna, Jack, Nod, el tío Ronin, la Tía Tara, Maemi y...) Lo supo entonces, la única persona a quien aun no le había demostrado suficiente amor, nada mas y nada menos que su hermano.
Fue cómico ver como incluso en tata concentración sacaba la lengua tratando de trazar lo mas cercano posible a la realidad a ella misma y a su hermanastro.
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Del otro lado del colegio los amigos del recién llegado miembro al linaje Arendelle sufría pequeñas e infantiles burlas, estaba sentado en las gradas durante su clase de educación física y sus amigos y primo político se reían se su postura, pues tenia el rostro completamente sonrojado oculto entre sus rodillas mientras abrazaba sus piernas.
-Vamos Tad no es taaaan malo.- Le aseguro su amigo Aladdín quien había presenciado todo desde cerca.
-¡Si es malo!- El maduro Tadashi en su faceta mas infantil solo por algo que todos verían como algo normal, causaba gracia, Nod se había medio enojado con la otra persona implicada en el asunto pero cuando vio a su primo que siempre daba la impresión de ser un alma vieja atrapada en un cuerpo joven pues... le causo mas risa que enojo.
