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Elsa golpeteaba con el lapicero su pupitre pensando en como demonios disimularía el golpe en el brazo que tenia

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Elsa golpeteaba con el lapicero su pupitre pensando en como demonios disimularía el golpe en el brazo que tenia. 

Esa mañana al llegar al colegio Elsa fue al baño como comúnmente iba, solo que esta vez no se espero encontrar con Honey; la rubia quien llevaba toda la semana sin hacer acto ante su presencia, había entrado al baño de niñas, ella no le dio importancia alguna hasta que cuando ella misma salió de su cubículo y se acerco a los lavabos sintió un golpe duro en el costado de su cuerpo, Honey la empujo y de pura suerte la platinada se había golpeado en la parte alta del brazo cerca del hombro, y se dice suerte porque de milagro logro medio sostenerse para así su nariz no impactara directamente con los lavabos. 

La rubia le dio una mirada antes de salir y luego Elsa comenzó a llorar en silencio, por el dolor mas que nada, tuvo dolor en el brazo todo el día y no se quito el suéter para disimular la parte rojiza del golpe y que ahora se estaba tornando morada y verde, no le había dicho nada a las maestras porque era obvio que ellas no se iban a tragar sus excusas de caerse sola y no quería delatar a Honey. 

Estaban a nada de iniciar las vacaciones de primavera por lo que hacia un calor del infierno, tenia practica de ballet a las 4 y el leotardo de entrenamiento no le cubriría el golpe, la academia daría un reporte del golpe y su padre se iba a enterar. 

No tenia muchas opciones para solucionarlo y tenia miedo de no hacerlo bien. 

Podía pedir ayuda a sus amigas pero eso implicaría que la chismosa de Rapunzel le diría a Jack y el metiche de Jack le diría a Nod quien le diría a su padre; como sea que fuere estaba atrapada, la maestra de Literatura les encargo un ensayo de 20 paginas sobre la obra clásica de Alexander Dumas para el lunes siguiente y dudaba poder si quiera mover la mano para anotar su nombre. 

Cuando el timbre sonó Mérida y ella salieron del salón con toda la tranquilidad del mundo mientras Rapunzel se apresuraba delante de ellas por haberse aguantado ir al baño, Jack por otro lado y como se acercaba la competencia de boxeo infantil tubo el permiso del director de saltarse los jueves y viernes las ultimas clases para su entrenamiento siempre y cuando se pusiera al corriente con todo lo que le enseñaran en clase, Elsa se había ofrecido como su apoyo y el peliblanco le agradeció al cielo que las ultimas clases del jueves y viernes correspondientes a Literatura e Historia fueran las clases que mejor se le daban a la rubia, ya que si hubiera sido matemáticas los dos estuvieran perdidos. 

-Le diré a mi madre sobre ir en mi cumpleaños a la granja, ¿Crees que tu papá te deje ir?- 

-Tal vez... Siempre me ha dejado ir.- Mérida cumplía años el ultimo día de marzo, el primer día de vacaciones. Por eso sus fiestas de cumpleaños solían durar días y los pasaba en la granja de su familia donde tenían caballos y ovejas, solo que por lo de su nuevo corcel su mamá ya no la dejo hacerlas ahí para que su obsesión con los animales disminuyera, no funciono pero al menos la hizo aprender a dejar de pedir ponis de cumpleaños. 

Eviternos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora