Capítulo catorce

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A penas eran las ocho de la noche y podía escuchar a sus padres gritando con bastante furia, sabía Dios sobre qué discutían en esa ocasión pero no estaba listo para lidiar con eso, prefirió quedarse encerrado en su habitación leyendo un poco los libros que el profesor Cobain le había entregado para estudiar.

Todo iba bien, estaba muy acostumbrado a estar rodeado de ruido, pero todo se fue a la mierda cuando escuchó un objeto de porcelana romperse. No pudo fingir indiferencia ante los ladridos de los perros, se levantó de golpe colocándose solamente un pantalón de mezclilla viejo para salir de la habitación con rapidez asomándose por el pasillo.

Su rostro palideció al ver a su madre tirada en el suelo a penas sosteniéndose con sus brazos en el suelo, se regresó a su habitación por su celular, se colocó una camisa y sus timberlands para salir de nuevo bajando las escaleras con rapidez. Su padre estaba a punto de lanzarle otro plato de la vajilla a la mujer, se le acercó por la espalda recogiendo uno de los floreros y no tardó en golpear al mayor en la nuca con este dejándole inconsciente.

Se acercó a su madre para hacer que levantara la mirada, tenía varios golpes en su rostro y un rastro de sangre que bajaba de sus cabellos a su rostro, no estaba seguro de como la pelea pudo escalar tan rápido pero no tardó en levantarse e ir por las llaves del auto, ayudó a la mujer a levantarse del suelo a pesar de los quejidos y sollozos.

—. Hay que ir a un hospital... rápido. — La cargó como pudo al estilo princesa y salió de la casa corriendo por sí el hombre se despertaba antes de tiempo, bajó a la mayor estando cerca del vehículo para abrir las puertas de este.

—. William... No es seguro... — La voz femenina se escuchaba cansada, algo dolida por el llanto y jadeante, asumiendo que por un golpe en la zona del estómago porque no dejaba de tocarse dicha zona.

Su hijo ignoró por completo esas palabras y la ayudó a subirse a los asientos traseros, luego subió al piloto encendiendo el auto para empezar a conducir hacia el hospital, no era muy bueno manejando pero sabía un poco gracias a que Izzy tenía su propio auto y sabía conducir.

La verdad es que a partir de que llegó a su destino todo pasó muy rápido, se llevaron a su madre de emergencia por la cantidad de golpes y heridas que se notaban a simple vista, se quedó en la sala de espera enviandole mensajes a su mejor amigo con el corazón en la boca. En situaciones como esas se arrepentía de hablar mal de su madre, ella aguantaba a su padre y eso ya era mucho para tener que estarlo aguantando a él.

Por eso mismo había decidido cambiar, quería que ella no tuviera nada de que quejarse sobre él y quitarle un peso de encima... Sus orbes color esmeralda se humedecieron al recordar aquel abrazo que le había dado cuando le fue a dejar al Instituto, ya era casi un adulto, tenía dieciocho años pero no podía evitar tener una actitud inmadura de la cual se arrepentía mucho.

Las puertas del hospital se abrieron llamando su atención, quizás era otra emergencia pero es que a esa hora todo parecía bastante vacío, supo que se equivocaba al reconocer esa cabellera castaña y orbes azules como dos zafiros brillantes. Junto a él venían otro hombre de cabellos castaños el cual conocía por trabajar para sus padres y también un moreno de rizos negros.

—. ¡Axl! — La voz de Cobain taladró sus oídos haciendo que se levantara de su silla, le sorprendió aún más que el ojiazul se acercara corriendo para poder abrazarle con algo de fuerza.

—. Gracias al cielo estás bien, ¿Cómo está Sharon? — Bueno, ahora tenía más preguntas que respuestas, pero no era el momento para cuestionar al castaño.

Se encogió de hombros para dar una respuesta dudosa, pero sintió que sus orbes se volvían a llenar de lágrimas al recordar la imagen tan deteriorada con que se llevaron a su madre hacia emergencias, no sabía exactamente cuantas heridas tenía o si habían hemorragias internas que tratar. El ojizafiro pareció notar en su expresión cierta tristeza y le molestaba que le observaran con tanta lástima, pero se notaba que él no lo hacía con mala intención.

—. Dave, sí preguntan por familiares de Sharon, diles que su hijo está afuera porque no se sentía bien. — El mencionado sólo dio un asentimiento como respuesta para sentarse junto con el moreno en las sillas de la sala de espera.

El colorín no iba a mentir, le tomó por sorpresa la reacción del mayor incluso cuando le ayudó a salir del hospital para quedarse en las bancas que estaban justo a la entrada del edificio, fue ahí que por fin pudo soltarse a llorar cubriendo su rostro con ambas manos para ocultar su rostro.

La mano del castaño fue a parar a su espalda de forma dudosa, aún así dio un par de caricias en la zona para ayudarle a calmar un poco todo lo que sentía, era extraño tener contacto con el lado más vulnerable del mocoso al cual se suponía no tragaba del todo por sus actitudes, pero viendo como iba la situación podía entender su comportamiento.

—. Esto en definitiva que es mi culpa... — El tono bajo del menor logró sacar al contrario de su ensoñación haciendo que le observara con cierta confusión y a espera de una explicación. —. Ellos viven peleando por mi culpa, soy su único hijo pero siempre fui una gran decepción para mi padre, la primera pelea que tuvieron fue cuando cumplí doce años y se enteraron que había escondido una botella de Jack Daniels debajo de mi cama. Desde entonces mi papá no para de culpar a mi mamá de mi carácter y rebeldía, pero no es su culpa, ella era todo lo contrario a él y yo nunca lo supe apreciar... Ella me dio todo lo que podía y sólo fui un malagradecido, hablé pura mierda sobre mi madre y me arrepiento mucho.

Apartó sus manos de su rostro dejando ver sus orbes verdes enrojecidos y sus mejillas cubiertas por un velo transparente, peinó sus largos mechones rojizos hacia atrás sorbiendo su nariz para intentar calmar un poco su llanto. A decir verdad, el castaño estaba sorprendido por la sinceridad con la que el menor se estaba desahogando, ahora sólo faltaba saber la razón de esa rebeldía.

—. No es tu culpa, o no del todo, quizás tus malas actitudes fueron parte del problema pero ellos también deben tener sus problemas aparte y suelen chocar con algo tuyo... No eres malo, Axl, sólo eres como cualquier chico de tu edad queriendo vivir esta etapa a su manera, pero no siempre es la manera correcta. — No era la mejor persona para darle ánimos a los demás pero hacía su mejor intento para calmar la tristeza en el menor.

—. Debo cambiar, tengo que cambiar y hacer algo por ayudar a mi madre, no puedo dejar que siga viviendo con William. — La decisión que el pelirrojo estaba tomando podría ser difícil pero el castaño veía en él una pizca de ambición y perseverancia que le haría lograrlo.

Siempre se le hizo atractivo, sí, pero conociendo mejor ese lado sentimental había cambiado muchas ideas que tenía sobre él, tomó su mano dándole un ligero apretón para transmitirle aunque sea un poco de tranquilidad y quizás, mostrarle apoyo a su nueva forma de ver el mundo.

໒❛ 𝐁𝐀𝐃 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora