Capítulo veintiséis

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Kurt se acercó al sofá de la sala dejando una bandeja con dos tazas en la mesa de centro, la mirada del pelirrojo estaba fija en el suelo hasta que el mayor se sentó a su lado tomando su taza que tenía chocolate caliente para darle un sorbo, en cambio al pelirrojo le preparó un té verde.

—. ¿Hasta cuándo te lo dijo? — El menor se quitó el saco escuchando con atención la pregunta del castaño, luego empezó a aflojar la corbata con una de sus manos.

Kurt con ciertos nervios desvió su mirada hacia otro lado, era un momento serio, no para sus calenturas y fetiches extraños con los hombres que vestían formales más si dicha persona era Axl, dejó la taza de vuelta en la mesa regresando su atención al menor.

—. Luego de poner su denuncia, quería protegerme y me dio la razón perfecta para colocar una orden de restricción, cuando me lo dijo dio la explicación a mis problemas con los músculos inferiores... Cada maldito día vivió recriminándose y culpándose de lo que pasó, me dolió tanto verla contarme aquello cuando se estaba recuperando, su llanto y la culpa la carcomieron tanto que eso deterioró su salud, el cáncer no la iba a matar fue lo que dijo el doctor, ella iba a morir por lo dañados que estaban sus pulmones, su estómago, su corazón, su vista... Todo, desde ese día supe que ya no me quedaba tiempo a su lado y que ella nunca tuvo la culpa, era mi padre después de todo, se suponía que debía confiar en él. — Se encogió de hombros mientras doblaba las mangas de su camisa, el nudo en su garganta empezaba a molestar.

—. El sentimiento de culpa es algo con lo que nunca se aprende a lidiar, incluso aunque no tengas la culpa de nada, tú eras un bebé, ¿Qué podrías haber hecho para que pasara? Absolutamente nada, y tu madre tampoco, ya lo dijiste, era tu padre y se suponía que podían confiar en él... La culpa nunca será de la víctima, eso es obvio. — El mayor estiró una de sus manos para acunar la mejilla del pelirrojo en su palma.

—. Lo sé... Créeme que quisiera que las cosas no fueran así, pero supongo que ya no puedo hacer nada... — Soltó una risa débil estirandose a tomar su taza, le dio un sorbo a su bebida sintiendo sus orbes humedecerse. —. Oye, Kurt...

—. Dime. — Alejó la mano de su rostro pero el menor se apresuró a tomarla para poder entrelazar sus dedos.

—. No te vuelvas a ir, por favor... — A Cobain se le hizo chiquito el corazón al escuchar eso, se acercó al menor abrazandole con cuidado y recostando su cabeza en su pecho.

—. No pienso irme, creo que ya fue suficiente estando lejos. — Las palabras del ojizafiro lograron aliviar un poco al pelirrojo, pero aún así no pudo evitar dejar caer un par de lágrimas.

Rodeó los hombros ajenos con sus brazos sosteniendo la taza con fuerza para evitar que cayera alguna gota, no quería lastimar al mayor, Kurt le transmitía la paz que necesitaba luego de tanto tormento, a veces pensaba que todo el mundo se ponía en su contra al mismo tiempo para lastimarle, pero ahora tenía a una persona que le estaba prestando su hombro por sí quería llorar.

Agachó un poco su cabeza hundiendo su nariz entre los mechones castaños, el shampoo con olor a lavanda mezclado con el ligero toque dulce de la crema para el cabello inundaron su olfato haciéndole inhalar con fuerza para embriagarse del mayor tanto como pudiera, en definitiva no necesitaba nada más que eso.

—. Creo que ni las drogas crean tanta obsesión como la que siento por ti. — Axl debía admitir que hasta cierto punto si podía parecer obsesión, pero no le desagradaba en lo absoluto porque parecía no ser el único.

—. Axl... — El castaño alzó su rostro para mirar al menor soltando un poco el abrazo, estaban solos así que podía dejarse llevar un poco por la situación. —. Me encanta que estés obsesionado conmigo, me gusta que ser quién ocupa parte de tus pensamientos todo el tiempo.

—. No ocupas una parte, los ocupas todos, siempre estoy pensando en ti y más ahora que estás a mi lado. — Se acercó a su rostro dejando un pequeño beso sobre sus labios, esas pequeñas cosas eran lo mejor de estar juntos de nuevo y de forma más estable.

—. Oye, creo que necesitas descansar. — Soltó el abrazo al instante, se notaba el cansancio en el rostro del ojiverde, sabía que no serían días fáciles y prefería que durmiera todo lo posible.

—. ¿Te vas a quedar? — Ya no era raro, a veces era Axl quién se quedaba a dormir en su casa, preferían que fuera a escondidas, obvio, por eso salía temprano de regreso a su casa pero ahora que no estaba Sharon y que todos lo sabían, no había problema.

—. Sí, no pienso dejarte solo, no ahora. Ve a dormir, luego iré yo. — Iba a ordenar, obviamente, hizo un desorden en la cocina del que se iba a hacer responsable.

—. Está bien, puedes tomar de mi ropa por sí quieres cambiarte. — Ambos se levantaron terminando sus bebidas de un trago, el pelirrojo se fue a las escaleras que daban al segundo piso y se fue a su habitación

Kurt se encargó de limpiar la cocina, guardó los platos en sus respectivos lugares, ordenó el refrigerador a pesar de que habían muy pocas cosas y luego fue a ordenar la sala, estaba hecha un desastre por la ausencia de Axl en la casa desde que Sharon cayó en cama de hospital, era extraño pasearse por la casa sin escuchar la voz de la mujer regañando a su hijo o haciéndole bromas, pero no sabía si el colorín desearía irse en un futuro para evitar que los recuerdos le causen dolor.

Subió al segundo piso, al entrar a la habitación notó que el menor ya estaba dormido, sólo tenía puesto un pantalón de algodón, aprovechó para ir a revisar el armario y sacó otro pantalón parecido al que llevaba el pelirrojo pero también una camisa vieja, se cambió y dejó sus zapatos a un lado para arrastrar sus pies descalzos hacia la cama, se recostó y abrazó al ojiverde recostando su cabeza sobre su pecho, se dejó llevar por el sueño casi al instante.

໒❛ 𝐁𝐀𝐃 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora