Amore mío

4

Aren

Las cobijas ya estaban acomodadas, por suerte, encontramos también un par de almohadas, así que se podría decir que la "cama" quedó bastante cómoda, tampoco podía pedir gustos, era lo que había.

Mire mi celular y eran las 12:30 de la noche, Shun ya estaba más perdido de la conversación, tenía su mirada fija y se le cerraban sus ojos cada 5 segundos, creo que deberíamos de dormir ya, si no el pobre tendrá unas orejas del tamaño de un caballo.

-Aren- escuché la suave voz de Shun llamándome, al volverme el me estaba viendo como si estuviese muy borracho, vaya que tenía sueño.
No pude evitar echarme una risita, se veía muy lindo.

-¿que pasa Shun?-

-Tenemos nuestra ropa empapada ¿no crees que vamos a mojar las cobijas y de paso nos podemos enfermar?- Dijo agarrando su pantalón suavemente, en su mirada de se notaba el asco que sentía por estar tan empalagoso.

Y tenía razón, nuestra ropa era un caos, pero a estas horas no creo que podamos encontrar un lugar donde conseguir nueva ropa, a menos...

-Shun el supermercado está abierto las 24 horas, podemos conseguir ropa ahí- sugerí.

Sus ojos se abrieron más casi inmediatamente, no me decía nada pero yo notaba una mirada de "¿es enserio?" Como dicen, los ojos dicen más que mil palabras o la mirada, algo así.

En seguida puse mi mano sobre su hombro, el la volteó a ver pero rápidamente sacó su mirada de ahí y siguió viéndome -¿De verdad crees que nos van a dejar entrar?- Dijo serio, tenía razón, habían muchas posibilidades de que no nos dejasen entrar, ¡pero yo no iba a permitir que Shun pasara frío y se pudiese enfermar!

-Venga Shun, es la única opción que tenemos- Le respondí, se notaba en mi voz que no quería volver a ese lugar, pero es que enserio era nuestra única opción.

Sin nada más que hacer arrancamos el auto y nos fuimos para el súper, podíamos ir perfectamente caminando, pero el frío de la noche y tener el cuerpo completamente mojado no es la mejor combinación.

Al llegar al súper me quite mi cinturón y cuando me iba a bajar sentí unas manos en mis brazos, Shun me estaba ¿deteniendo?

-¿qué pasa?- pregunté, de verdad no entendía por qué tenía una mirada perdida, me volvía a ver con lastima, pero, hace unos minutos nos estábamos divirtiendo, aún que quizá solo sea efecto del sueño.

Sus ojos no dejaban de mirarme fijamente, me estaba empezando a poner nervioso, no se que podía estar pensando esa cabecita.
-Aren voy a ir yo solo, no quiero que tengas problemas- Afirmo serio.

Ni siquiera me dio tiempo de darle una respuesta cuando lo vi irse, me quede en shock, iba a seguirlo pero luego se podía enojar conmigo al no confiar en él.
Si, es mejor dejarlo que vaya solo, igualmente el lucha contra la unión oscura.

Habían pasado ya 20 minutos y Shun no regresaba, me empecé a preocupar y corriendo el riesgo de que el se enojase conmigo por no dejarlo ir solo, me fui a buscarlo al supermercado, no iba a dejar que nadie le tocara ni un pelo y si era así, manos le iban a faltar para pelarme la verga.

Al llegar al supermercado vi como un guarda tenía retenido a Shun en una esquina del supermercado, sus pequeñas manos sostenían dos bolsas, donde parece que iba nuestra ropa, pero entonces, ¿por que el guarda lo tenía detenido si ya había pagado las cosas? Ahora si lo que lo mato a este hijo de puta.

Sentí como la ira iba llenando mi cuerpo rápidamente al ver como regañaban a Shun cuando nosotros ya nos habíamos echo cargo de los daños, ese maldito de gerente se las iba a ver conmigo.