Amore mío

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Kaido

-¿llevas todo?-

-Claro-

-No me llames si te falta algo, es muy largo para donde vas, pórtate bien-

-Bien mamá, me voy-

-Ojalá conozcas una buena muchacha-

Por supuesto, nunca va a perder la oportunidad de pedirme que conozca a alguien, se preocupa más por mi futuro que yo mismo, es tan estresante -Sí madre, adiós- cerré la puerta y todo el frío se apoderó de mi, ojalá llegue pronto Aren.

Esto de estar afuera a las 5:30 de la mañana, está haciendo que mis bolitas se pongan como una pasa.

Mil disculpas pero es la verdad.

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Aren

Teléfono, billetera, llaves, maletas ¿que hora es? 6:10, agh, ya qué.

6:10 de la mañana, para muchos temprano, no mentiré me incluyo a mi mismo en ese muchos, pero hoy es el viaje escolar, que sale a las 8:00 en punto de la mañana y no hay problema con eso, tengo tiempo de sobra.

El problema es que le dije a Shun que pasaría por el a las 5:40, ni un minuto más, ni un minuto menos y como se acaban de dar cuenta, ya llevo 30 minutos tarde.

Y es una tontera eso de irnos a las 5:40, hasta Shun me lo dijo, pero termino aceptando porque yo le dije que lo hacía ya que quería iniciar una nueva etapa en mi vida donde era más responsable.

Quedé.

-¡Me voy!- grite, rogando que todos me escucharan.

-Espera- agh, sabía que no podía quitármelo de encima.

Oh mierda, parece que cada día se ve peor que el anterior ¿Esos son Cheetos en su pantalón? Ya perdí la cuenta de cuantos días lleva sin bañarse -Deja de pensar en si me baño o no, si lo hago, solo que tú nunca estás aquí para notarlo- mierda, hasta tiene un poco de cenizas en la barba.

Se fumo a la abuela, noOoOoOo.

Es sarcasmo ¿ok? aún que mi abuela sí está hecha cenizas, pero las que tiene en su barba es gracias a sus cigarrillos.

-Deberías de trabajar de adivino- Me resigne a salir, mientras ponía las llaves en la mesita al lado de la puerta -Hare la primera sesión gratis y para tu suerte, es tuya- Respondió con una sonrisa burlona.

Si se bañara daría totalmente una posición de respeto, pero como no lo hace solo parece el loquito del centro.

Puso su otra mano en su barbilla, intentando lucir sabio -Adivinó que tienes prisa porque tienes que ir a recoger a ese chico de cabello celeste- hizo una pausa -agh, sabes ¡si tengo talento! Son 20 yenes-

-¿¡Qué!? Dijiste que la primera era gratis-

-Mentí-

-Entonces no tienes talento-

-Mentí en lo del dinero, no en que te estás muriendo de ganas de ver a ese chico-

Mierda, siento como mis mejillas se están poniendo rojas -Awww ves que sí- ¡No me ayudas!

Sentí su mano en mi hombro, más ese totalmente reconocible olor a cigarro y por hoy, a Cheetos.
Elevé mi mirada y noté que me veía con una cara de compasión -Ve a despartirte de tu mamá, no olvides que tu padre vendrá la otra semana- apenas empezó a hablar evito hacer contacto visual conmigo.