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Aren

Una luz empezaba a traspasar las ventanas del auto sutilmente, dándome a entender que ya estaba amaneciendo, realmente me sentía bastante cómodo, tenía la posición perfecta y el calor necesario, lamentablemente tenía que despertar a Shun para poder irnos hacia la academia.

Hablando de Shun, apenas abrí mis ojos lo primero que vi fue su celeste cabello todo despeinado al rededor mío junto con sus mejillas gorditas siendo aplastadas al chocar contra mi pecho, se notaba que estaba profundamente dormido.

Admito que esa imagen me generó muchísima ternura, quería verlo por siempre, no quería tener que levantarlo, pero no era algo que pudiese decidir tristemente.

El auto estaba ligeramente empañado y aparentemente no había ningún otro auto o persona en el lugar, lo cual era bueno, no me molestaba estar en lugares con muchas personas, pero no puedo decir lo mismo de Shun, ya que a él le genera cierta incomodidad estar rodeado de gente.

Al revisar mi teléfono mire que eran las 6:00 de la mañana, el pueblo apenas estaba empezando a tomar vida, se podían ver algunos autos pasar por las calles y personas yendo a abrir sus tiendas, un ambiente realmente distinto a la ciudad.

-¿Aren..?-

Una suave voz me saco de mis pensamientos, al voltearme me encontré con la cara de Shun, se estaba rascando uno de sus ojos con su mano suavemente.

Observe como en la mejilla de Shun habían quedado marcadas las costuras de mi camiseta, tenía su cara un tanto rojiza, es increíble como este chico puede ser tan lindo todo el tiempo.

-Aren ¿por que me miras así? ¿Tengo algo en la cara?- Pregunto Kaido un tanto extrañado, dejo de rascarse sus ojos y me miro de manera confusa, parecía no entender ni siquiera donde estaba.

Me eche una suave risita por ese gesto, Shun parecía seguir sin entender absolutamente nada, oh universo ¡cuanto amaría levantarme de esta manera todos los días!

Decidí al fin responderle, ya que empezaba a ponerse algo molesto, no quiero arruinar el ambiente por nada del mundo -No es nada Shun- sonreí y puse mi mano en su hombro -Venga, vámonos- finalice.

El simplemente acepto con un ligero movimiento de cabeza, parecía aún intentando despertar.
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Estábamos ya en la ciudad, nuestro viaje fue verdaderamente tranquilo, Shun termino de despertarse y luego pasamos a desayunar a un pequeño local, nada fuera de lo común.

Kaido

Había algo que me tenía intranquilo, agradecía el gesto de Aren al llevarme a pasar el rato, realmente me ayudo, pero no pensé en el hecho de que tenía que volver a mi casa al día siguiente ¡genial!

Ya es el día siguiente.

La vida demostrándome una ves más que no me sonríe.

Tengo absolutamente 0 ganas de volver a mi casa, no se de que manera me verá mi madre, mi hermana probablemente no me hable, no creo que mi hermanito entienda porque no pase la noche en casa, no estoy preparado para volver definitivamente.

Pero entonces, ¿a donde puedo ir? No es como que tenga muchos conocidos, podría ir a la casa de Hairo, nah, lo más seguro es que esté haciendo ejercicio o ayudando a alguien.

Amore mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora