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Aren

-Ven, pasa-

La casa estaba en completa oscuridad, la única luz que podía entrar al lugar venía de los pequeños espacios que dejaban las cortinas en las ventanas, por ende significa que lo más probable ya todos estén durmiendo y tampoco tengo idea si mi abuelo sigue aquí o no.

-Shun ya sabes donde está mi habitación, ahorita llego, iré a revisar unas cosas-

Shun acepto con la cabeza y se dirigió rápidamente hasta la puerta de mi habitación.

-Mira la hora que es, ya es bastante tarde, aún que, también lo es para mí-

Mi piel se erizo de golpe al escuchar la grave voz que provenía a mis espaldas.

Lentamente y ya poniéndome en defensa, me giré para poder verle -a esta edad no puedo acostarme tan tarde, me hace daño- era mi abuelo, se encontraba con un cigarro en la mano y la otra dentro del bolsillo del pantalón, tenía el cabello suelto y su ropa era holgada.

-casi me matas del susto- respondí poniéndome una mano en el pecho, una reacción automática.

Sus ojos hicieron un leve recorrido por todo mi cuerpo y una pequeña sonrisa se formó en sus labios -¿Por que asustarte de que alguien te viese? ¿Te da miedo el que te descubrieran llegando a altas horas de la noche con un "amigo"?- empezó a fumarse el cigarro.

Conozco esa sonrisa y se a que viene todo esto, se porque usa ese tono de voz -no quería despertar a mi madre- respondí poniéndome firme.

-Claaaro, yo tampoco quería hacerlo y por eso salí a fumar, aún que antes de llegar a la puerta me interrumpieron- maldito viejo.

El silencio empezó a volverse pesado, se que eso lo incomoda y por eso se que lo cortará en algún momento -mmm, sabes, ninguno de los dos quiere despertar a tu madre, así que ¿Por que no resolvemos este asunto otro día? Ya es tarde y mi cuerpo no aguantará mucho si sigo así- tenia razón.

-Bien, los adultos primero- me moví hacia un lado para darle espacio -que amable de tu parte, pero tú eres el que tiene a alguien esperando en tu habitación- su sonrisa volvió a hacerse presente, se cuanto le gusta molestarme.

Ni siquiera me digne a responderle, no quería hacer todo este asunto más largo.

Al llegar a mi habitación abrí de prisa, entré y cerré de golpe -Lamentó la tardanza Shun, estaba un poc-

-...!A-Aren..!-

-¿Que hacías revisando mis viejos uniformes de pandillas?-

-Enserio lo siento ¡no volverá a suceder!-

-Shun, si quieres usar una solo pídemelo ¿ok?-

-Pfff ya lo sé, igual esto no es tan genial como mi ropa que uso para luchar contra la unión oscura- y volvió su lado egocéntrico, no es como que me moleste, es más, prefiero verlo sonriendo de esa manera a verlo triste.

-Cierto, no le llegó ni a los talones a Alas Sombrías- decidí seguirle la corriente, como siempre, aún que no puedo negar que aveces me pregunto seriamente si esa organización podría existir de verdad.

Shun se acerco a mi aún desparramando ego y puso una de sus manos en mi espalda -Ya ya, algún día llegarás a mi nivel- empezó a darme suaves golpes como si me estuviese consolando, deje salir una suave risa, ya sabiendo lo que venía -¡hey! Lo digo enserio- reclamó molesto.

Me giré quedando frente a frente, Shun sigue molesto pero juro que no puedo detenerme, es tan tonto, eso lo hace aún más lindo.

Tome su barbilla con una de mis manos y al tocarlo sentí como toda su piel se erizo de golpe -Se que lo dices enserio- hable riendo aún más.

Amore mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora