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Kaido

Aren y yo habíamos llegado 20 minutos tarde, lo bueno es que por esta vez nos lo perdonaron y nos dejaron entrar a la Academia.

Realmente no había pasado nada fuera de lo normal, me bañe y él me prestó su uniforme, bueno, lo besé, ¡pero en la mejilla! No es como si fuese el fin del mundo.

Cosas de bros.

Sentí como de la nada alguien me detuvo, mientras me sostenía el brazo con fuerza, no me dio tiempo ni de pensar quien era, ya que hablo apenas me sostuvo.

-Kaido Kun ¿estas bien?- Era Yumehara ¡venga que tenía fuerza! Entiendo que esté preocupada por mi, pero lo qué pasó es un tema que intento olvidar, aún así, decidí responderle -Claro, todo esta bien- sonreí falsamente.

La chica de cabello corto parece que no quedó muy satisfecha con mi respuesta, ya que hizo un pequeño puchero.

-¿estás seguro Kaido Kun?-Pregunto nuevamente, esta vez se acercó más a mi, como tratando de que yo no me fuera, no pude evitar sonrojarme un poco por el contacto físico, pero realmente no quiero estar en aquí.

Rodé mis ojos hacia otro lado, evitando el contacto visual, ese tipo de cosas me ponen extremadamente nervioso y no quiero que ella se sienta incómoda.

-C..claro que si, ya empezaron las clases, me tengo que ir- Espero entienda la indirecta muy directa. Es lo mejor que tengo.

Giré mis ojos hacia los de ella rápidamente, esperando que me soltara, pero fue todo lo contrario, sus ojos se iluminaron y el rubor que tenía aumentó considerablemente -¡Vamos Juntos!- agh mierda.

No dejaba de verme atentamente, ya no hay salida de aquí, por más que le dijera que estaba bien ella no se iba a ir, tampoco quiero decírselo directamente, no quiero lastimarla.

Ya decido a irme junto a ella, sentí como mi brazo volvía a ser libre lentamente, ¿pero que diablos? ¡¿LA UNIÓN OSCURA SE LA ROBO!? -¿¡Yumehara San!?- grite girándome rápidamente, pero con lo que me encontré fue a Saiki llevándosela del los hombros.

No tuve ninguna reacción a ello, estaba agradecido honestamente, aveces siento que Saiki puede leer mentes, es que enserio, como arregla las situaciones, como si supiese lo que cada uno quiere y siente.

¿¡Pero que estoy diciendo!? Saiki solo sabe leer el ambiente, si el único con poderes en esta academia soy yo, pensándolo bien, podría entrenar a Saiki para sea un guerrero como yo, tiene potencial. Nendo... Nendo sería mi asistente.

Sin paga, porque le diría que su pago es la experiencia.

Mente de tiburón.

Sin darme cuenta me había perdido en mis pensamientos y ya había llegado a mi clase, entre en silencio como normalmente lo hacía, bueno, lo normal sería hablarle a Saiki primero, pero el no estaba, así que no es como si le llegase a decir algo a Nendo.

No podría decir que él pensará igual que yo, ya que en estos momentos me está rodeando con sus brazos mientras me aplasta la cabeza -VENGA NENDO SUÉLTAME- Dije molesto.

Parece que se hace el que no me escucho, por que no dejo de hacerlo -Chibi Chibi Chibi ¿que fue lo que te paso? De la nada te fuiste y todo se tornó incómodo- Decía sumamente cerca mío, sin respetar el espacio personal.

Ay, ayuda, bueno ver que no se arregla el bigote en lo más mínimo.

Lo mire fijamente, pero tenía los ojos cerrados, tenía cara de estúpido -¡Nendo eso ya pasó! Supéralo, suéltame - Con mis manos intentaba aflojar su agarre, sin éxito.
¿¡Pero que es lo que tiene todo el mundo con agarrarme fuertemente!?

Amore mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora