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Kaido

-Llegaron una hora después, una hora.

Yoko tenía sus brazos cruzados entre sí y una expresión bastante molesta en su cara, claramente nos habíamos metido en grandes problemas y ¿quien soy yo para juzgarla?

Después del "baño" nos vestimos en una serie de pequeños besos y cumplidos, no era de extrañarse de que ya habíamos perdido mucho tiempo, cosa que en el momento olvidamos por estar metidos en nuestra pequeña burbuja de amor.

¿Me arrepiento de lo qué pasó? Absolutamente no.
No es como que pueda vivir este tipo de cosas con Aren todos los días, ademas dicen que lo prohibido sabe mejor y bien que era cierto.

Igualmente no podía ignorar el hecho de que seguramente recibiremos algún tipo de castigo y algo en mi me dicen que será una expulsión. Ojalá esté presentimiento solo sea un pensamiento que no puedo controlar, no se que sería de mi persona si mi madre se da cuenta que me expulsaron a los dos días de estar en el campamento.

-Es apenas su segundo día y ya van dos veces que rompen las reglas, bueno, primera vez que las rompe el señorito Kuboyasu.- Continuó - Si el señorito Kuboyasu las vuelve a romper y tú estás involucrado, me temo que los tendré que separar.- Mi cuerpo se puso tenso apenas termino esa frase, no pude expresar ni una palabra y me limite a tragar grueso.

La encargada soltó un largo suspiro para luego proseguir con su regaño -Claramente están castigados y creo que deberían saber el hecho de que sus compañeros esta noche organizarán una fiesta, en la cual, no estaremos los encargados vigilando, pero bueno, una pena que no puedan ir.-

Quizá si me esté arrepintiendo un poco de lo qué pasó.

-¿Solo eso?-

Si cierto ¡Aren! Por unos microsegundos había olvidado su existencia. Espera, como que "¿solo eso?" ¿¡Me estás diciendo que no parece lo suficiente!? Maldito, te mereces que cambie de cama con Nendo.

-¿A que te refieres? ¿Quieres más?-

Aren Kuboyasu será mejor que te calles.

-Es decir ¿No podemos hacer algo más y asistir a la fiesta?-

Pobre perro, no niego que me esté muriendo de cólera en estos momentos pero también tiene un poco de razón, ojalá fuese más tonto, quizá como Nendo, ¡No! ¡Mejor no! Me arrepiento de todo lo que dije ¿pensé? Ay Dios Shun, borra eso de tu memoria.

-Bueno... Tenemos una cabaña como bodega que está un poco desordenada, no le vendría mal una limpieza.- Dijo Yoko mientras tenía una de sus manos en su barbilla.

-¡Aceptamos!-

Espera ¿¡En que momento dije que sí!?


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Aren

5:35 p.m

La fiesta empezaba las 7:40 de la noche.
Apenas terminamos de hablar con la encargada nos pusimos en acción para terminar con la cabaña los más rápido posible. En este momento solo nos faltan 3 muebles por limpiar, bueno, uno a mi y dos a Shun.

Hablando de Shun, este me había estado ignorando todo este rato, no le pareció la idea de ordenar la cabaña, pero no había pensando que era peor faltar a la fiesta, ya que no estaríamos solos en nuestro aposento, alguien estaría en la sala vigilándonos todo el rato.

Trate de explicarle eso varias veces pero se negó completamente a escucharme, dijo que tenía que pensar en una de sus misiones con la unión oscura que ya los había dejado de lado y podía ser peligroso, a lo cual simplemente me rendí.

Amore mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora