𝐂𝐚𝐦𝐞𝐥𝐢𝐚𝐬 𝐑𝐨𝐣𝐚𝐬 + ﹁ ᵏᵃᶻᵘᶠᵘʸᵘ ﹂

˖۪⸙͎ cuatro ˖۪⸙͎

Todo se destrozó en un instante, su corazón se rompió, su mundo se derrumbó y su mente colapso. No era capaz de procesar nada solo pudo gritar el nombre de su amado.

-¡Baji-san!- corrió para tomar aquel cuerpo en sus manos, mientras temblaba y cada vez era más difícil ver con claridad -baji-san, ¡¿Por qué?!- justo en ese instante no supo que más hacer y solo lo pego más a él -amor, vas a estar bien pronto llegará una ambulancia- era un susurro entrecortado

-mikey- kazutora llamo a su antiguo líder mientras se levantaba del suelo -eres el siguiente, te morirás con él-

Muy a pesar de su actuar indiferente, su mente solo le pedía retar a Mikey, sabiendo que el rubio lo mataría a golpes, siendo está la única forma de volver a estar con baji. Sus pensamientos lo estaban carcomiendo mientras esperaba su turno de morir, le estaban repitiendo como es que se atrevió a apagar la única luz que le quedaba para no quedar en completa oscuridad, en esta mierda llamada vida.

-callate, te golpeare hasta la muerte- sentencio el rubio

-baji-kun, ¿Por qué lo hiciste? No lo entiendo- takemichi se encontraba llorando -¿Por qué tú..¡¿Qué es lo que querías conseguir apuñalando te a ti mismo?!-

-takemichi, acercate- a pesar de que su voz iba hacia el nuevo integrante de touman, sus ojos nunca se separaron del ojiazul -kisaki es el enemigo- finalmente desvío la mirada -me di cuenta en el momento en el que pah apuñaló a osanai, "sacare a pah de Prisión a cambio de que me nombres capitán de la tercera división"-cito recordando lo que había visto -simplemente me tope a kisaki proponiéndole eso a mikey- se quedó cayado y nuevamente miro a su pareja -¡Kisaki no es el capitán de nuestra tercera división!, Touman fue instruido por nosotros seis- sus ojos se llenaron de lágrimas antes de terminar -no importa lo que suceda, pah es el único capitán de la tercera división-

-baji-san- intento contener sus lágrimas mientras escuchaba al chico en sus brazos hablar pero era imposible, sus lágrimas comenzaron a caer nuevamente, sin pedir permiso, manchando su hermoso pero dañado rostros

-pahchin, mitsuya, Draken, Mikey, Kazutora, los miembros fundadores de touman son mi tesoro- y le dedicó una sonrisa, una de las sonrisa más hermosas que alguna vez chifuyu vio en el rostro del pelinegro -queria arreglar esto por mi mismo, pero, simplemente no pude- cerro los ojos intentando estar con vida al menos un poco más de tiempo -yo moriré por mi mano, así que mikey no tiene motivos para matar a kazutora- su mirada fue a dar con los mencionados -ya es hora, estoy empezando a alucinar. Takemichi, de alguna forma me recuerdas a Shinichirou-kun, a mikey y a touman- tomo un poco más de aire antes de gritar -¡Los dejo en tus manos!-

-no, baji-kun, ¡no digas eso!- su voz estába entrecortada y con suerte se lograba entender, pero una gran responsabilidad acaba de ser dejada sobre sus hombros

-chifuyu- su voz tenía un toque de cariño, que no tenía cuando hablo con los demás -ahora mismo mataría por un peyoung yakisoba-

-te compraré algunos- quería verse fuerte frente a él, quería que la última expresión que viera fuera una brillante sonrisa

-los compartiremos, ¿De acuerdo?- y le dedicó una sonrisa, su última sonrisa

-gracias, baji-san, gracias por todo- sin importarle que sus amigos no estaban al tanto de su relación, sin importarle que después todo podría cambiar, el procedió a dejarle un beso en los labios a su amado -yo realmente te amo, quiero que esas sean las últimas palabras que escuches mientras me ves a los ojos, yo te amo y siempre te amare-