𝐂𝐚𝐦𝐞𝐥𝐢𝐚𝐬 𝐑𝐨𝐣𝐚𝐬 + ﹁ ᵏᵃᶻᵘᶠᵘʸᵘ ﹂

˖۪⸙͎ tres ˖۪⸙͎

La cantidad de golpes que estaba esquivando y lanzando podría parecer incluso inhumana, pero también gran parte de esos golpes lo tocaban, causando que su boca ahora tuviera el sabor del hierro y su cuerpo doliera. Aún con todo eso tenía que seguir ahí, peleando para que su amado volviera a su lado.

Comenzó a moverse para tener más espacio y esquivar mejor, sin embargo logro ver a un takemichi temeroso de reojo, sin pensarlo se acercó a él para ayudarlo.

—¿Tienes miedo?— pregunto —Bueno pues solo concéntrate en tu enemigo principal, compañero— intento sonar lo más amable que pudiera en esta situación, si es que algo como eso era posible

—¡Chifuyu!—grito un poco más relajado el contrario

—te cuidare la espalda, para que sepas, no hay persona que no tenga miedo en una pelea, lo que importa es, ¡Cómo enfrentas ese miedo!— y nuevamente se dispuso a golpear a la mayor cantidad de personas que pudiera.

Una gran cantidad de los chicos ya se encontraban en el suelo o agotados, pero en ambos casos tenían sangre encima. Los pocos que seguían en pie no querían perder, no querían verse débiles.

Muchos de ellos solo eran adolescentes que no sabían en dónde más sacar su frustración o tristeza, incluso si terminaban golpeados y lastimados, eran felices de alguna manera, pues sus pandillas se terminaron volviendo en su familia, se sentían más cómodos en medio de aquella pelea que en sus propias casas.

Ya que en este campo de batalla, nadie te juzgaria por pelear, aunque a ojos de lo adultos solo son jóvenes sin futuro, jóvenes que no podrían tener problemas.

Sin importar cuando oponentes hubieran frente a ellos, dos chicos estaban pensando en aquel pelinegro de cabello largo. Chifuyu desesperado por no ver a su novio aún y kazutora por su lado pensando en qué momento baji llegará a su lado para derrotar a Mikey juntos.

El miembro de valhalla tenía un objetivo claro, por lo que empezó con su plan, llevando al líder de la otra pandilla a lo alto de la montaña de autos viejos y destrozados, para tener el momento justo, el momento justo para atacar.

Cuando finalmente lo tuvo en dónde quería, dos de sus compañeros tomaron al más bajo para evitar que se moviera y así, fue sobre el para terminar con todo.

—¡Estás muerto!— al momento de decir esas palabras, golpeó la cabeza del líder de la pandilla contraria con un tubo metálico, el ruido alertó a todos y cuando vieron el cuerpo de mikey en el piso no pudieron evitar preocuparse —valhalla ha ganado— dijo sin más

—dime una cosa kazutora, ¿soy tu enemigo?— cuando escucho esas palabras el mencionado se dió cuenta de que no podía cantar victoria, al menos no todavía.

—yo sufrí por tu culpa, por tu culpa fui al reformatorio, ¡Así que es obvio que seas mi enemigo!— no pudo evitar ser preso de sus sentimientos dejándose cegar por ellos —eliminaré a lo que sea que se meta en mi camino, ¿Lo sabías mikey? Aquel que mata “gente” es llamado villano, pero, aquel que mata a sus enemigos es llamado ¡Un “héroe”!—

Se dispuso a seguir golpeando al rubio, quería ganar, quería poder ser un héroe está vez, pero, ¿En qué momento ganaba?, ¿Cuando Mikey estuviera inconsciente o cuando estuviera muerto?, El propio kazutora lo desconocía, pero realmente lo anhelaba, anhelaba esa victoria.

—con el fin de convertirme en un héroe, mataré a mis enemigos— sentencio

Su mente le seguía repitiendo una y otra vez que todo se solucionaría cuando fuera un héroe, ya que todos aman a los héroes, porque así funcionan las cosas ¿Cierto?