˖۪⸙͎ Veinticuatro ˖۪⸙͎

57 8 0
                                    

Era un lindo día de verano, finalmente estaba de vacaciones, aunque estás estaban a nada de terminar, podía descansar o eso pensaba, pues seguía estudiando para entender los temas que dejaba de lado, su cabeza dolía y solo se tumbó en el piso. Sabía que debía comenzar a alistarse pues luego de meses, le haría frente a kazutora.

—¿Y si mejor no voy?— se pregunto —pero tengo que contarle todo lo que ha pasado— suspiro de forma pesada antes de levantarse.

Se cambió pues hasta ese momento seguía con su pijama, sus manos comenzaron a sudar de lo ansioso que se sentía, su estómago se revolvió, pero tenía que ir, él realmente quería ir a verlo. Tomando una mochila y metiendo sus cosas en ella salió de su departamento.

Paso por una pequeña cafetería para comprar una rebanada de pastel, estaba dudando del sabor que debería elegir pero al final eligió el que se veía más lindo, saliendo de ahí siguió con su caminata. Su mente estaba bastante confundida pues no sabía ni por dónde empezar a hablar cuando tuviera al chico frente a él.

—buenos días— saludo a un oficial —¿Puedo regalarle cosas a los chicos que están aquí?— Cuestiono

—depende de lo que sea, cualquier cosa es necesario revisarla pero si es algún alimento puede comerla mentiras está con su visita— le explicó

—ya veo, es que normalmente nos separa un vidrio así que no sabía cómo darle el pastel que traje— el mayor finalmente lo miro

—si es alguien con buena conducta, es probable que puedan verse— señalo una puerta que estaba a su izquierda —ahí hay pequeñas mesas, ¿A quien buscas?—

Las esperanzas de poderle darle el pastel a kazutora bajaron, pues no sabía si su comportamiento era el adecuado o no, suspiro antes de prepararse mentalmente para el rechazo.

—kazutora hanemiya— soltó

esta bien, espera en una de las mesas, hasta donde se su comportamiento es de los mejores—

Acatando la orden ingreso al otro cuarto, aunque seguia un tanto sorprendido por lo que el oficial dijo, no podía imaginarse a un kazutora completamente obediente, sabía que ya no era tan desastroso pero no esperaba que fuera un cambio tan radical. Cuando se sentó en una de las sillas vacías sintió la mirada de diferentes oficiales sobre él.

Los minutos se hacían eternos y sus ganas de salir corriendo del lugar aumentaban, cada vez que aquella puerta se abría dejando ver a otros reos menos al chico que esperaba lo hacía desesperar. Sin embargo el aire dejo sus pulmones cuando noto esa mirada felina entrando en la habitación, ambos se quedaron viendo con sus sentimientos revueltos, hasta que finalmente estuvieron frente a frente.

—hola chifuyu— saludo en un susurró

—hola, kazutora— respondió del mismo modo —te traje pastel— anuncio, sacando la pequeña caja de su bolso y dejandolo frente a ambos

—muchas gracias— le dedicó una sonrisa que dejó impresionado al menor —supongo que tengo que comerlo de una vez— el contrario asintió —¿Alguna razón para darme este regalo?— cuestiono antes de comenzar a abrir la envoltura

—para pedirte perdón por la discusión y porque no he venido en todo este tiempo— comenzó a jugar con sus manos —sin embargo Draken me dijo que viene a verte seguido al igual que hanma—

—hanma solo viene con suerte una vez cada mes, aunque Draken si intenta venir más seguido— aclaro —¿Hay algo que quieras contarme?—  siguió comiendo del postre

𝐂𝐚𝐦𝐞𝐥𝐢𝐚𝐬 𝐑𝐨𝐣𝐚𝐬  + ﹁ ᵏᵃᶻᵘᶠᵘʸᵘ ﹂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora