˖۪⸙͎ Veinticinco ˖۪⸙͎

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Un cansado hanemiya se encontraba tumbado en la cama pues no tenía mucho que regreso de trabajar, su día a día era más entretenido, al haber mejorado con su terapia les daban actividades para hacer, normalmente se la pasaba jugando con arcilla, haciendo pequeños gatitos.

Su cumpleaños había pasado hace poco más de un mes, estaban cerca del primer aniversario de muerte del pelinegro, parte de su esfuerzo por hacer pequeñas esculturas eran para darle la mejor a chifuyu pidiéndole el favor de dejarlo frente a la tumba de baji o en el peor de los casos, pedírselo a hanma.

—kazutora tienes visitas— anuncio un oficial

Se levantó de la cama para empezar su camino a aquel lugar, en sus manos llevaba a el pequeño felino que hizo y cuando llegó a su destino, se quedó estático, de todas las personas que podrían ir a visitarlo no espero encontrarse con mikey junto a un peliblanco.

—hola kazutora— saludo el chifuyu que paso desapercibido por la sorpresa del mayor —¿Sucede algo?—

—nada en particular, solo, ¿Mikey?— cuestiono creyendo que talvez estaba alucinando

—hola kazutora— saludo con una sonrisa —me sigues cayendo un poco mal pero chifuyu dice que cambiaste bastante— Explico —el es mi hermano—

¿Izana?— cuestiono todavía sorprendido

—¿Cómo sabes mi nombre?— el mayor lo miro curioso

—chifuyu me dijo la otra vez que vino, hace casi dos meses— respondió

—¿Recuerdas lo que dije?— el contrario asintió

—como sea, izana quería saber quién era la persona que mató a shinishirou— soltó ocasionando que el culpable agachara la cabeza —pero fue un accidente, así que no intentes matarlo izana— 

—¿Miya–san?— murmuró un chico que se acababa de sentar a su lado —hola, perdón por interrumpir— se disculpo antes de voltear la mirada para hablar con una chica que lo visito

—¿Quién es él?— dijo mikey —¿y porque te dice miya–san?—

—es ryu–chan, es mi amigo— explico —lo conocí hace un tiempo—

—es el chico del que me hablaste— recordó el ojiazul

Una pequeña conversación empezó, aunque era más un interrogatorio de parte del peliblanco hacia el criminal, luego de varios minutos los dos hermanos se fueron dejándolos, a diferencia de la última vez que se vieron, está vez estaban en la sala separados por un vidrio.

—¿Irás a ver a baji por su aniversario?— pregunto tímido

—si, tengo planeado ir con su mamá— explico —¿Por qué?—

No dijo nada, solo coloco al pequeño gatito en la mesa mostrándole, sus ojos se volvieron a conectar pero el menor estaba más que curioso por la situación

—quiero que se lo des, por favor— pidió quedito

—esta bien, ¿quieres que le diga algo en particular?— cuestiono

—solo dile que perdón por todo y que no se preocupe por mi futuro, que tengo planeado algo— expreso

Un oficial llegó para llevarse a kazutora, quien se despidió de matsuno con una sonrisa y le pidió al uniformado que le entregará la pequeña escultura, cuando regreso a su celda solo se tumbó en las cama, llorando por la perdida de su amigo, a pesar de todo, lo seguiría extrañando por más tiempo que pasará.

𝐂𝐚𝐦𝐞𝐥𝐢𝐚𝐬 𝐑𝐨𝐣𝐚𝐬  + ﹁ ᵏᵃᶻᵘᶠᵘʸᵘ ﹂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora