˖۪⸙͎ Diecisiete ˖۪⸙͎

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La noche había llegado y matsuno solo estaba pensando en que haría, ya no podía con todo lo que traía encima sin embargo tampoco sabía cómo tocar el tema con su madre, tenía miedo de que le dijera que era una tontería.

Solo estaba tumbado en la cama escuchando música, el sueño estaba comenzando a llegarle, aunque no podía dormir por sus trabajos escolares, no tenía ganas de hacerlos pero debía. Se levantó y fue a su escritorio para tomar los libros intentando responder aquellos ejercicios.

—no entendí— susurró después de leer

Se recostó en la sillas y los pensamientos lo inundaron, ya había pasado poco más de dos meses desde la última vez que vio a kazutora, sus amigos estaban preocupados por estar las sensible, ya que se soltaba a llorar de la nada. Sabía que debía solucionarlo pero tenía miedo.

Volvió a revisar sus ejercicios, seguía sin entender, su cerebro no era capaz de recordar las cosas, llegando al punto de que se le olvidaba comí escribir de vez en cuando, se estaba hartando de la situación.
Escucho como la puerta de entrada era abierta y cerrada, no tenía que ser un genio para saber que era su madre, luego de pensarlo por varios minutos, se levantó y fue a verla, estaba en la cocina sirviéndose su cena.

—¿Ya comiste?— pregunto preocupada la mujer

—no, te estaba esperando— Había mentido a medias, no la estaba esperando, pero si se había olvidado de comer —también porque quiero hablar contigo de algo—

La mayor solo sonrió y le tendió un plato, el chico solo se lo quedó viendo, de repente quería vomitar, su estómago estaba revuelto y no sabía cómo tocar el tema, pero ya no soportaba sus sentimientos.

—yo quería decirte que iré al psicólogo porque todavía no superó lo de baji y eso causo que lastimaran a alguien aunque esa persona también me lastimo— dijo rápidamente

—¿Qué?— la mayor no entendió nada —¿puedes decirlo más despacio?— pregunto

—no— respondió rápidamente —bueno, si pero es que no se— comenzó a jugar con sus manos y las náuseas aumentaron

—chibi–chan— hablo de forma tranquila —puedes contarme lo que sea— alentó

—hace mucho no me llamabas así—

—bueno, eso es porque mi lindo chibi–chan ya creció, incluso se besa con otras personas— el menor solo se puso rojo —¿así que ahora te avergüenzas pero cuando te vi con baji en tu habitación no?—

—¡Mamá!— grito totalmente rojo

—con eso quiero que sepas que talvez haya cosas que me cuesten aceptar en un principio, pero aún así te voy a querer porque eres mi hijo— explico —no te soporte nueve meses en mi vientre para que te deje por ahí—

—gracias, pero podrías haber dicho eso en vez de mencionar lo de baji— la mujer solo se rio —sabes que lo que pasó me sigue afectando ¿Verdad?—

—lo se— respondió poniéndose sería

—bueno, pues lo pensé y creí que sería bueno buscar ayuda psicológica, yo la voy a pagar, por eso estoy trabajando pero creo que sería bueno que lo supieras— explico

—entiendo chifuyu, pero sería mejor que nadie más en la familia se entere, no porque sea algo malo, solo que ya sabes— hizo una mueca

—son demasiado conservadores, lo sé, lo supe desde que me dijeron que me iría al infierno por salir con otro chico y que no era natural— soltó un pesado suspiro luego de recordar ese momento

𝐂𝐚𝐦𝐞𝐥𝐢𝐚𝐬 𝐑𝐨𝐣𝐚𝐬  + ﹁ ᵏᵃᶻᵘᶠᵘʸᵘ ﹂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora