El tiempo pasa rápidamente, desde que se alejó de la vida de pandillero su días eran tranquilos, comenzó a centrarse en sus estudios, en mejorar y en pensar que era lo mejor para él. Decir que fue fácil sería una mentira fue un proceso bastante complicado, había momentos en dónde genuinamente no sabía si estaba haciendo las cosas bien, no sabía si había algo malo con él para que se sintiera incapaz de avanzar. Muchas veces se quería rendir y en todas esas veces iba a aquel lugar en dónde una mirada tranquila y emocionada lo esperaba, en dónde un chico lo esperaba para hablar.
En todo este tiempo, cada vez que se sentía débil, kazutora lo ayudaba, dándole pequeñas palabras de aliento, diciendo que en un futuro el hará la mayoría de las cosas en aquella tienda para que pudiera descansar, diciendo que si se quiere rendir estaba bien que después podría volver a intentarlo. Y eso era suficiente, para aquella cansada mirada azulada, era suficiente. En este momento como en otras más, se encontraban hablando en aquella habitación donde podían estar frente a frente sin necesidad de un vidrio.
—mi graduación es mañana—
—así que ya pasaron dos años, me sorprende que no hayas reprobado— se burló ligeramente —no te prepare nada para tu graduación, pero luego te doy algo—
—no te preocupes, solo no te metas en problemas—
Y aunque sus demás amigos lo ayudaban, se sentía como si las palabras de aquel chico tuvieran más peso, talvez era porque intentaba comprenderlo, talvez porque si fallaba el volvería a decirle que tendría otra oportunidad, talvez porque si quería darse por vencido el era el único que entendía el cansancio que su cuerpo soportaba. Kazutora era comprensivo, y él se sentía bien cuando ese chico le hablaba con su voz dulce. Habían momentos en dónde fue con mikey o con Draken pero a ellos los trataba diferente y no podía quedarse con la duda.
—kazutora— susurró
—¿Si?—
—¿Por qué me tratas diferente?— sus miradas conectaron —es decir, comparado a cómo tratas a los demás—
—bien, pues eso se debe a un simple hecho— con una débil sonrisa en su rostro, continuo —porque eres tú, me gusta chifuyu, es lindo—
—deja de molestarme— el sonrojó le llegó a las orejas
—lo digo en serio, me gusta chifuyu, ¿Será por sus lindos ojos?, ¿Será por lo amable que es?, ¿Será porque siempre está a mi lado?, ¿Será porque es tan adorable que no puedo evitar enamorarme? No lo sé, pero creo que me gustas—
—tiene que ser una broma—
—tómalo como quieras, cuando descubra lo que es, hablemos de forma sería al respecto— sus ojos se cerraron ligeramente al reír
—si te estás riendo es porque te estás burlando— le dio un ligero golpe en su hombro —me tengo que ir, todavía tengo que hacer unas cosas—
—nos vemos—
De forma rápida le robó un pequeño beso en la mejilla, cuando su travesura fue hecha, se acercó a paso rápido a dónde estaba un oficial, cuando finalmente estaba por desaparecer por aquella puerta, se despidió con una sonrisa del ahora pelinegro. Optando por irse e intentando no pensar tanto en lo que ese juguetón chico dijo, tomo sus cosas caminando a la salida.
—buenas tardes kyouka— saludo a la chica que iba entrando
—chifuyu, ¿Así que te vas a graduar?—
—¿Cómo sabes?— dijo sorprendido
—yo le dije— aquella voz era más que reconocida por chifuyu
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𝐂𝐚𝐦𝐞𝐥𝐢𝐚𝐬 𝐑𝐨𝐣𝐚𝐬 + ﹁ ᵏᵃᶻᵘᶠᵘʸᵘ ﹂
Fanfiction-𝗄𝖺𝗓𝗎𝗍𝗈𝗋𝖺, 𝖽𝖾𝗃𝖺 𝖽𝖾 𝗀𝗋𝖺𝖻𝖺𝗋 𝖺 𝗅𝗈𝗌 𝗀𝖺𝗍𝗈𝗌- 𝗋𝖾𝗀𝖺𝗇̃𝗈 𝖾𝗅 𝗉𝖾𝗅𝗂𝗇𝖾𝗀𝗋𝗈 -𝗉𝖾𝗋𝗈 𝗆𝗂́𝗋𝖺𝗅𝗈𝗌, 𝖾𝗌𝗍𝖺́𝗇 𝗃𝗎𝗀𝖺𝗇𝖽𝗈- 𝗌𝖾 𝖽𝖾𝖿𝖾𝗇𝖽𝗂𝗈́ 𝖾𝗅 𝗆𝖾𝗇𝖼𝗂𝗈𝗇𝖺𝖽𝗈 𝖪𝖺𝗓𝗎𝗍𝗈𝗋𝖺 𝗒 𝖼𝗁𝗂𝖿𝗎𝗒𝗎...