Capitulo 20

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Edward
Por un momento sentía que respiraba de nuevo, pero luego se me volvió a cortar.

—Tal vez no lo entiendas, pero tienes que cuidar tu salud, ahora no solo tienes tifoidea— Su rostro se puso rojo— También anemia, te tuvimos que dar sangre.

—A ver, ¿no has estado desayunando?— La mamá de Aoi empezó a sermonear a Hasei— Sabes cuantos niños no tienen para comer, debes de comer saludable, mírate, parece sin Niño ¿acaso te tengo que jalar las orejas para que entiendas?

—pero señora mamá, aveces no tengo tiempo—

—Siempre tienes que hacer un horario, yo también trabajo y tengo dos hijos de los cuales estar al pendiente, tal vez ya solo uno viva conmigo pero igualmente me preocupo por ustedes, sean más considerados, si no quieren cuidarse por ustedes, y esto también va para ti Aoi, por lo menos cuídense por mi. Está en los dos castigados—

—No sabia que Aoi tenía un hermano— le dije a Luis.

—Generalmente la señora Hamade dice que Hasei es su hijo adoptivo, y eso pasa con sus primos también—

—bueno Hasei, tendrás que tener una dieta, es dieta especial para que subas de peso y se compensen las vitaminas que te faltan. —

—Está bien, aquí está—

7:00 am media taza de yogurt y granola
                Media manzana

7:40 am. Un huevo frito
                  Un sándwich con dos rebanas de jamón
                  Un pedazo de carne, embutidos

9:00 am.   Manzana y media

1:00 pm.    Arroz 2 tazas
                    Verduras
                     Una fruta de elección
                    2 tazas de ramen.

2:00 pm.   Una fruta de elección
                     Un dulce de elección

3:00 pm.    Comida ligera ( sándwich)


7:00 pm.     Curry
                      Estofado
                       Comida generalmente pesada.

10:00pm.     Café con leche
                        Una pieza de pan
                        Cereal.


—y eso es todo es bastante poquito ¿no?— dijo Takumi.

—¿poquito? Esto es literalmente ponerme un engorda, me vas a volver un puerco placero, seré como un perro en carnicería—

—Hasei, no le hables así a tu doctor, es por tu bien que comas— la madre de Aoi volvió a regañar a Hasei.

—bien— bufo de vuelta con los brazos cruzados.

—bien, puedes irte y en un mes nos vemos para hacerte otra revisión— me acerqué a Hasei ayudándolo a pararse, aunque parecía estar un poco débil rápido se reincorporó.

Fuimos en auto hasta el departamento de Hasei donde absolutamente todos se quedaron incluyendo la mamá de Aoi quien hizo de comer para todos, incluso pense en que me gustaría ser hijo de ella.

Y al final nos quedamos solos, como debíamos. Me senté en el sillón junto con el en completo silencio, lo acerqué a mi y acaricié su cuello con cuidado, sin llegar a ser vulgar y sin ninguna otra intención, el estaba relajado sobre mi, su piel aunque no era perdidamente pálida estaba careciendo de ese tono rojizo que lo acompañaba, ese tono que era saludable en las personas, y aunque era el mismo todo frío de Go jamás pareció darle tanta importancia como ahora.

Cosas comenzaban a encajar en mi cabeza.

Hasei puso su cabeza sobre mis piernas, sus profundas ojeras que a mi parecer le daban personalidad y me miraba con esos orbes gris oscuro.

—Nunca estás tan callado ¿sucede algo?— negué, el elevo su mano hasta mi rostro y luego la paso por mi cabello.

—Ya terminó tu apuesta ¿no?— asintió e hizo una mueca que no comprendo.

—El imbesil de Aoi Hamade me gano, la muy zorra—

—bueno ¿eso significa que me darás una oportunidad?— Hasei se sentó se nuevo y jugó un poco con su cabello.

—Realmente aún no, sabes tengo q ir preparar una especia de torneo y ahora estoy algo mal de salud y...— puse un dedo en su boca.

—Te entiendo, aún no estás listo—

—lo lamento—

Hasei

Deseaba tanto decir que si, desee renunciar a esa Estupida apuesta, pero no lo hice, no se por que, se me achicaba el corazón al pensar en eso, y aunque siempre con el sentía las punzadas a mi estomago de las mariposas furiosas, cuando pensaba en una relación, donde el me tocara, solo el, me sentía realizado pero asustado, el miedo de lo que podría pasar me consumía, el miedo de la cicatriz en mi espalda baja y mi pelvis, cicatrices las cueles el jamás había visto.

Una marca, marcado como ganado ¿y si al saber todo sentía asco? ¿Que tal si yo era quien provocara ese asco?

—¿Hasei?— preguntó el pelirrojo

—ha... ¿Que? —

—no... es que te quedaste en blanco un rato, vamos a dormir, ¿te parece en mi casa? Mi cama es más grande—

—co-contigo dormir, ¡claro! Llevaré a mi hijo si no te molesta— me pare rápido de ahí y corrí a mi habitación. Inhala exhala inhala exhala, tomé algo enorme gato de mi cama y lo metí bajo mi ropa.

Este era tal vez el animal más vago del planeta, duerme durante la mañana y descansa en la tarde, y finalmente duerme en la noche.

Escuche por sobre mi desvarío el sonido repetitivo de notificaciones, del celular de Edward, celoso, por así decirlo lo miré con una ceja levantada, a lo que el tomó su celular en confianza.

—notificaciones de Instagram, nuestra foto tiene 1000 corazones, wow, y para ver los comentarios son aún más—

Sin pena me mostró los comentarios, aunque estaban en un idioma que no entendía.

Laconchadechocolate: pero mira que chino tan más guapote.

Unafan_delosBities: cuide a ese hombre que usted y yo no somos amigas.

—no se que diga, no hablo ¿español? —

—Está bien, también hay comentarios muy feos y así, incluso hay comentarios en mis mensajes, seguidores queriendo saber de ti y gente insultándome—

—deberías borrar eso si dices que te están agrediendo—

—Tranquilo, así son las personas, nunca las tendrás contentas, lo que me digan se me resbala—

Aceptar esa foto fue la peor decisión de mi vida, puesto que me lanzaría de vuelta al abismo del que tanto había tardado en salir.

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2021 ⏰

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Diferentes finales  (no corregida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora