Capitulo 16

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Edward
Abrí la puerta a quien tocaba el timbre era Hasei, llevaba el cabello suelto, y una camisa de vestir.
—Buenas tardes— contestó recargándose en el marco de la puerta— ¿No me dejas pasar?
—Pasa lo que quieras—
Hasei entró y vio ahí a mis acompañantes.
—Alec, Go les presento a Hasei— Alec se acercó

—Hasei un honor, mi hermano me hablo un poco de ti, y tengo que decir que lo que dice de ti parece todo ser cierto—

—Soy Go igualmente Edward nos habló de ti—
—Aww eres muy bonito—
—Gracias tu igual—
Hasei saludaba a Go al parecer se habían entendido bien, considerando la manera extraña de ser de Go, pero Alec se comportaba extraño.
Casi rojo hasta las orejas; esto no podía estar pasando.

—¿Edward?¿podemos hablar en privado?— dijo Hasei jalándome a la cocina.
—Claro ¿Que sucede?—
—¿Como te voy a montar con tus hermanos que?—
—Go no es mi hermano—
—Eso no importa— me abrazo, rodeando mi espalda y sujetando mis manos a su trasero.—lo que importa aquí es lo que haremos—

—No quiero tener sexo contigo sin ser nada aún—conteste, el levantó su ceja en duda.
—Somos amigos—
—No amigos, ósea algo más, nos acabamos de conocer— se aparto de mi y salió de la cocina.
—Olvida lo que dije, adiós— Hasei salió del lugar y yo fui tras el.

Tomé su mano— ¡Espera! ¿Que ocurre?—
—No puedo salir contigo ahora, y cómo estás dispuesto a no tener sexo conmigo no tengo razones para seguir aquí, nos vemos luego—
—no espera, Aoi me dijo—me empezó a jalar por los pasillos.
—Aoi está buscando que yo tenga una relación contigo para ganar una apuesta—dijo Hasei jalándome adentro de su apartamento.

—¿pero que tú no debías tener sexo conmigo para ganar esa apuesta?—

—precisamente por eso no puedo tener una relación contigo en este momento
¿comprendes?—baje mi mirada me sentía muy triste, era más importante una apuesta que yo.—mira esta cuando esta apuesta termine te avisaré ¿si?— asentí. Se acercó a mi y me besó.—No desesperes—

Hasei

Pasadas las horas Nina me llamo aproveche para platicarle todo, siempre hacia eso.

—Un día vas a pescar una enfermedad de transmisión sexual muy cabrona, gonorrea o algo así, y te vas a morir y entonces si vas a estar contento. No se como es que no te para el culo en todo el día.—

—pues si me muero ya que, en fin que piensas.—
—En que debes dejar de ser un fácil—

—No eso estupida—regañe a Nina creía ver su cara de como me lo estaba diciendo, con la mano en la cintura y la nariz arrugada.

—amm, igualmente ¿cuando me has hecho caso? Mira no lo lastimes ¿ok? Y cósete el culo por favor—

—¡Ay! ¿Porque eres tan lepera?— rápido corte la llamada, esperando mi tranquilidad y con (cave destacar) mucha hambre.

Lastimarlo, quizá, me gustaría que a ellos les hubieran dicho eso. El recuerdo oscureció mi mente provocando que me hiciera bolita en la esquina de la cama, mi cuerpo temblaba, como aquella vez.

Ser diferente no es algo malo, o eso es lo que nos venden en la tele, a la vista de los demás yo era muy igual, irreconocible, pero yo era muy diferente para ella.

Mishel, hermosa rubia de ojos azules, una noche de lujuria.
Mishel decidió derrochar su matrimonio en una noche en un bar, convencida de enseñarle a los hombres lo que era una mujer de verdad, de eso no se enteró su marido, hasta el nacimiento del primer bebé; se destaca un azabache de ojos grises siendo hijo de una familia completa de gente de cabello como el sol.

Cuando lo vio lo aborreció, ¿Que hizo El Niño para ganarse ese odio? Se negó a amamantarlo y demandó al hospital. Las pruebas de ADN se hicieron ella si era su madre pero ¿y el? El hijo de una fugaz noche de lujuria. Abandonado en una esquina en el piso, el bebé lloraba, tenía hambre, sueño, miedo, frío.
El abuelo como hombre de la casa le dio una reprimenda, mujer adúltera debía criar como castigo a un hijo diferente.
La mujer estaba loca, lo puso sobre la basura a que muriera, alma caritativa lo salvo y entregó a su abuelo, quien cuidó de él.

Yugito, el abuelo del niño decidió cuidarlo, para no sentirse tan solo, era su pequeño duendecillo y todo sería feliz, como nadie los visitaba el niño no pudo hacer nada para salvarlo, cuando murió yo apenas tenía 10 años, y volví a una pesadilla. Mi madre me golpeaba cada que podía, mi padrastro era más compasivo. Posteriormente a la muerte de mi abuelo se leyó su testamento. ¿Donde estaban las llaves de la casa? ¿Su auto? ¿Su dinero? ¿Donde dejó ese hombre toda su fortuna? A nadie se lo dijeron, A mi si. Cuando cumpliera 18 años todo eso pasaría a mi nombre, como la única persona que estuvo con el.

Cuando cumplí 12 empezó mi peor pesadilla, aveces tenía que dormir fuera de casa, arriesgándome a ellos.
Tan obsesionado conmigo, ese idiota, su maldita pandilla,  solo soy un niño, solo tenía doce, destruyó mi vida, ¿que clase de persona dejaría a un muchacho de 15 hacer eso con 12?

Quien lo diría.

Ese me convertiría en lo que soy ahora.

Por eso me sacaron de mi casa.

Por eso termine con mi vida tan destruída.

Y lo peor fue que yo tomé este camino.

Si tan solo me hubieran dejado seguir siendo un niño, tal vez...

Solo tal vez...

No sería una maldita puta.

Jale mi cabello, aguantando las ganas de gritar, de explotar, ya no quería recordar eso Aoi entró corriendo sujeto mis manos y me abrazó permitiéndome respirar y volver a mi estado de tranquilidad, ahora no estaba deprimido, solo hambriento, muy hambriento.

Diferentes finales  (no corregida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora