-Galletita-

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Antes de leer: Éste Oneshot forma parte de la nueva actividad llamada "Reto de los lectores". Si durante dicha actividad, las frases elegidas por los lectores coinciden con algunas de autores originales que desconozco, no me hago responsable de dicha coincidencia. Repito, y reitero las veces que haga falta, que es una simple actividad para divertirse, sin ningún ánimo de lucro ni ofensa por mi parte, y me atrevo a afirmar que tampoco por parte de los lectores. Agradezco toda la comprensión, así como la atención. Sin más, ¡disfrutad la lectura!

§

 "Aquella persona que más amas es la que te va a causar más dolor."

Maka no podía dejar de mirar con escepticismo el mensaje que acababa de desenroscar en la galleta de la suerte que le había tocado.

¿Qué clase de mensaje "positivo" era ése? Menuda estafa. Además, sólo una pobre criatura desesperada sería capaz de dejarse guiar por un papelito embutido en una galleta.

—"Te espera un camino hacia el éxito. Sé paciente y confía." ¡Toma ya! —exclamó Soul, a la vera de Maka en el sofá, leyendo también el mensaje de su galleta—. Hasta esta delicia reconoce que llegaré lejos —se jactó.

Patético.

Maka resopló, al tiempo que Soul llenaba los cojines de migajas de galleta al masticar medio recostado en el sofá.

—¿Qué tal la tuya, Maka?

—No te importa. Y ten cuidado, lo estás dejando todo echo un asco.

Soul engulló la galleta de un último bocado y la miró con el ceño fruncido.

—Joder, ¿tan malo ha sido?

—Oh, cállate.

Maka se levantó de un salto para recoger los envases de cartón vacíos de la comida china que había sobre la mesita auxiliar. Después, los llevó a la cocina, tiró de mala gana a la basura, y quedó allí, pensativa.

La persona que más quería... ¿Quién diantres era? El elemento al que debía llamar "padre", estaba claro que no; ¿su madre? Hacía años que se la daba por desaparecida y las postales no le parecían ya suficiente como para subir a tal escala el afecto por ella. Entonces, sólo le quedaba...

—¡Maka! ¿Puedes traerme otro refresco, ya que estás ahí?

No...

Soul no era más que...

Un latido indómito le atenazó de pronto. ¿De verdad podía estar sintiendo eso por Soul? Nunca había querido reconocerlo, pero...

—¿Me has oído, Maka? —se preocupó él desde la sala de estar—. ¿Estás...? ¡No, joder! ¡Tú ahora no!

Arrugando el entrecejo, Maka asomó la cabeza por la puerta, y los vio. Blair coqueteaba de nuevo sobre las rodillas de Soul con otro de sus sugerentes modelitos de ropa, mientras su compañero forcejeaba por quitársela de encima.

—¿Así es como me recibes tras unos días sin venir? Qué cruel eres, Soul —se quejó Blair, lastimera.

—Con un SMS hubiera bastado. No soporto que hagas esto.

Blair sonrió con picardía.

—¿Qué? ¿Esto?

Su falsa inocencia vino acompañada de un rápido gesto, sepultando la cabeza de Soul, literalmente, entre sus voluptuosos pechos. No es que a él le pillase por sorpresa, pero soltó tal chorro de sangre por la nariz que a Maka le costaba creer que no le atrajera lo más mínimo.

Apretó el marco de la puerta con los dedos y no pudo aguantar. Dando una fuerte patada al suelo, así como un portazo, salió de la cocina para atravesar la sala de estar hasta su habitación, con la mirada altiva de Blair en su nuca, y la angustiada de Soul que ignoró por completo.

Se lanzó a la cama en cuanto entró, sintiendo unas ganas horribles de asestar mil puñaladas a la almohada, y a los dos que se hacían carantoñas en el sofá. "Aquella persona que más amas es la que te va a causar más dolor." ¿En serio un simple mensaje en un galleta podía tener tanta razón? ¿Soul no dejaba de dañarle con su indiferencia, y su amor no correspondido era el castigo, por lo cual el universo le enviaba aquella señal?

De cualquier modo, era un asco. Un verdadero asco sentirse así. Tan vacía, con tanta rabia contenida.

Maka escuchó gritar a Soul, protestar enérgicamente a Blair, y después un ligero jaleo en la sala de estar, seguido de un portazo en la habitación contigua. La habitación de Soul. ¿Acaso habían discutido? Una pequeña alegría vibró dentro de ella, pese a no soler tener ese tipo de sentimientos muy a menudo.

Y no se lo pensó dos veces.

Dejó su habitación para entrar de sopetón en la de Soul, que también se encontraba tirado boca arriba en la cama, con una mano tapándole el rostro. Maka subió al colchón, se acercó, le apartó la mano, y le robó un beso cerrando con fuerza los párpados. Escuchó vagas protestas por parte de Soul, ahogadas en sus labios, que pronto cesaron para devolverle el beso con una pasión inesperada.

Maka sonrió, satisfecha.

Ninguna otra mujer, ni las dudas, y mucho menos un mensaje cutre en una galleta podían quitarle lo que era suyo. 

§

Notas de la autora:

¡Hola! Dosis SoMa para que os animéis este fin de semana que ya termina, en especial @Denisse_Triminio ^^ 

Gracias de nuevo a @_loli_qwq por la frase del "Reto de los lectores" que sirvió de inspiración. Espero que te guste, y al resto también.
Mil gracias igualmente por vuestras estrellitas y comentarios. Me alegran un montón, y más en estos días, que ando haciendo cuarentena en casa...

Matta ne!~

SoMa Love MomentsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora