Capítulo 18

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en la oscuridad de aquella cueva, la niña no podía avanzar más, tanteando para tropezar y caer se topó contra algo bajo sus pies, resonando entre crujidos. algo se resquebrajaba a cada paso. sin embargo no pudo detenerse para ver que era, a pesar de su curiosidad, pues uno de las criaturas al verla avanzar cada vez más despacio, decidió cargarla durante el trayecto.

tras unos minutos, la niña pudo ver por fin, pues una tenue luz llegaba desde el interior de la cueva. al asomarse se encontró en un espacio reducido de forma semiesférica, en los alrededores había una piedra roja que las criaturas golpeaban cada cierto tiempo, haciendo que la misma ilumine el lugar.

al fondo de esta cueva se veía una especie de trono, y sentado en él una de estas criaturas, pero bastante arrugada, cuál anciano humano. el cabello completamente negro y piel agrietada. hablaba con algunos idénticos a quien los había guiado, cubiertos con capas y con algunos adornos únicos de su especie.

el anciano ese pregunto al que acaba de volver sobre la niña, que para ese momento había sido presentada frente al trono.  este gruñía en respuesta y entre ello mencionó el nombre la niña.

con un ademán, las criaturas se apartaron, dejando al anciano cara acara con la niña. 

— ¿quién eres? — pregunto este muy lentamente y con una voz cansada

la niña no sabía qué responder al inicio, repitiendo solo su nombre.

— ¿por qué no hueles a comida? — pregunto esta vez manteniendo esa extraña velocidad de habla

sus palabras confundieron más la pequeña, recordándole además el hambre que sentía

— los humanos son comida... tú eres humana... pero no hueles a comida — explica por fin aquel ser

aun así la niña no responde, se mostraba muy tímida y hasta asustada. sin mucho por hacer, el anciano gruñio ordenando a algunos de los presentes conseguir algunas cosas mientras este hablaria con la niña.

The Walker and the God library - [PROYECTO MM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora