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El sol comenzó a salir por el horizonte de Dressrosa, la gente comenzando a despertar para arreglar cualquier destrozo que hubiera habido por lo acontecido el día anterior.

En cambio, en cierta cabaña en lo alto de una colina de flores todos seguían dormidos, todos menos uno.

Roronoa Zoro había permanecido completamente despierto y alerta por cualquier peligro que pudiera amenazar su seguridad y la de su tripulación.

Cuando ya fue entrada la mañana es que el resto comenzó a despertar, el único que seguía durmiendo siendo el tirador, supusieron que por la pastilla que el cirujano le hizo tragar.

--Zoro, ¿dormiste algo? --se preocupó Lucy por su primero de abordo.

--No, pero está bien por mí, no te preocupes --calmó con una sonrisa.

--¿Seguro? --frunció un poco el ceño.

--Completamente --afirmó sin dudas.

Sin responder la chica abrazó su cuello y se acurrucó sobre el peliverde.

--¿Todavía tienes sueño? --preguntó al ver como volvía a acomodarse sobre él, acariciando su espalda.

--No, pero intento pensar una manera de ir a Zou sin el Sunny-Go --admitió con un suspiro.

--No te preocupes, Lucyland --Kyros llamó su atención.

--¿A qué te refieres? --giró la cabeza para ver al gladiador.

--Hemos organizado un plan para que podáis iros sin problema --sonrió un poco.

--¿Hemos? --elevó una ceja curiosa.

--Sí, el resto de gladiadores también quieren ayudar --contestó sin problema.

--No entiendo, ¿por qué harían algo así? --inclinó un poco la cabeza sin comprender.

--Cuando Usoppland se despierte comenzaremos el plan --aseguró con calma.

Más tarde aparecieron Kin'emon y Kanjuro, Lucy frunciendo el ceño ante el pelirrojo.

--Chicos, ese Kanjuro, no me gusta, no le digais nada sobre nuestros planes o habilidades --les dijo a sus nakamas y aliado por su telepatía.

--¿Qué fue eso? --se sorprendió Trafalgar.

--Te lo diré en otro momento --restó importancia y volvió a ver la pared que había tras Zoro.

Los Mugiwara menos Zoro también se preguntaban qué había sido eso, pero supusieron que era otra habilidad de su capitana y lo dejaron pasar.

Usopp despertó y se prepararon, comenzando a seguir las direcciones que les eran dadas hasta que llegaron al puerto este de Dressrosa, donde pudieron ver una gran fila de barcos.

Corrieron junto al resto de gladiadores por la pasarela que los barcos en línea creaban hasta que llegaron al barco final, al cual abordaron.

Algunos gladiadores comenzaron a hablar con los Mugiwara sobre sus sueños de futuro, esto extrañando a la capitana.

Todo se aclaró cuando Orlumbus dijo en orden siete comandantes con su respectiva flota y que todos se pondrían bajo el mando de los Migiwara kaizokudan.

El Caníbal comenzó a llenar las copas hasta que al final llenó la de "padre", todos sentándose con su respectiva copa delante de la que sería la capitana de la flota.

--Chicos, ¿estáis seguros de esto? --dudó mientras veía su reflejo en el sake de la copa más grande.

--¡Claro que sí, Lucy-sempai! --exclamó con ilusión Bartolomeo.

Ave de la revoluciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora