Las horas pasaban de la forma más rápida posible pero para todo el hospital, se estaban haciendo eternas, no parecían avanzar, solo escuchaban el llanto de los familiares cuando el sonido de los monitores se hacían en una larga línea fina.
Sarah sentía su corazón comprimirse, habían tenido antes algún virus llevando a una cuarentena en el hospital, pero sabían de que se trataba, ahora, la cosa era distinta y aunque ya habían hecho simulacros de esto, no era lo mismo, ahora era la realidad y era muy distinta.Tenía ganas de vomitar, podía sentir sus propios latidos en sus oídos, un pitido constante interpuesto por las máquinas que se quedaba impregnado y no se iba.
Para el resto no era menos, sentían esa opresión y tensión, esa impotencia de no saber que hacer, solo se habían detenido unos minutos en el momento en el que se había hecho la nueva rueda de prensa de esa noche en donde el Presidente decía que no sólo estaban en un estado de alarma, se ponía el protocolo de cuarentena, nadie podía salir de casa, debían permanecer en sus hogares hasta que la cosa se calmara.Las urgencias parecían haberse calmado un poco y por ello, Sarah se disponía antes de tomarse un descanso, ir a ver a la niña a la UCI, la primera paciente que había tenido.
Se acerca a las puertas y ve a la madre con el mono también puesto, suspira con profundidad y va directa a ella.
La mujer se levanta de golpe al verla entrar.— hola — dice Sarah.
— hola doctora.
Sarah mira las constantes y luego a la niña, coge el termómetro de infrarrojos y se lo coloca en la cabeza, suelta aire.
— parece que le ha bajado un poco.
— solo unas décimas — contesta la madre — no entiendo nada, estaba bien y de golpe y porrazo — se le cae una lágrima — no se que hacer.
Sarah se acerca a ella — hasta que no sepamos cómo actúa este virus, nadie lo sabe, solo podemos hacer por ahora es bajarle la fiebre, que no le suba y mantenerla vigilada.
Asentía repetidamente — una enfermera le ha sacado sangre.
— si, es para hacerle pruebas, lo estamos haciendo con todos.
Volvía a asentir mientras tragaba saliva despacio. — ¿ y ya saben lo que es?
— por desgracia todavía no.
— pero los síntomas, algo sabrán, algo habrán tenido que estudiar sobre esta clase de síntomas.
Sarah coge aire y lo suelta
nasalmente — no puedo decirle de más señora, estamos intentando averiguar de qué se trata.— pero lo sabe — la mira directamente a los ojos.
— tenemos ciertas teorías, pero solo son eso, teorías. No podemos dar un diagnóstico si no estamos seguros, eso podría ser peor.
Agacha la mirada y luego vuelve la vista a su hija. — aún no ha cumplido seis años y ya está en un hospital — su respiración se agita pero consigue no ir a más.
— aquí esta en buenas manos, haremos todo lo posible para mantener este ritmo de estabilidad.
Asiente de nuevo sin soltar la mano de su pequeña. Siente impotencia, rabia y miedo, los mismos sentimientos que sienten los médicos.
— gracias. — logra decir.
Sarah hace una pequeña mueca y se limita a asentir, sale de la habitación y empieza a observar el resto de habitaciones.
Hay unos cuantos que están igual que la niña, se les ha intentado bajar la fiebre, pero ahora solo queda esperar.Decide irse a los dormitorios para descansar un poco, sube a su planta y cuando llega a la habitación, se encuentra a un par de compañeros durmiendo en las literas.
Hace mueca y cierra la puerta lentamente para no despertarlos, decide ir a la otra y lo ve igual, coge aire y se va a la primera planta en donde están las habitaciones de ingresos.
Pasa por delante de la zona de información en donde el barullo de las voces de enfermeras y médicos le hacen tener más dolor de cabeza, pasa por delante de las habitaciones hasta que se detiene en una al ver unas piernas que le resultan familiares.
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PANDEMIC
RandomUna guerra biológica llevará a la humanidad casi al exterminio. ¿ podrán encontrar la cura? Esta historia está protegida por derechos de autor (yo) Gracias a tod@s ! Seguirme! Y darle like y compartir para que otros puedan leerlas! QUEDA PROHIBIDA...